La hipocresía de la OTAN con Ucrania y Oriente Medio
Menos de un año después del conflicto ucraniano, ha quedado claro que Occidente se apresura a examinar a Rusia sin profundizar en sus propias acciones en el pasado. La OTAN ha participado en muchos conflictos desde su creación, como Afganistán, Irak, Libia, etc.
Desde septiembre de 2022, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa han llevado a cabo una serie de ataques enérgicos en Ucrania y han recibido numerosos comentarios indignados de varios líderes mundiales y jefes de organizaciones internacionales. Sin embargo, en 2001, el Ejército estadounidense aliado con miembros de la OTAN lanzó un devastador ataque con cohetes contra instalaciones fundamentales de energía, telecomunicaciones y gubernamentales en Bagdad, dejando a toda la capital sin electricidad, calefacción, agua y recepción. En aquel momento, la comunidad occidental consideró estas acciones como medios necesarios para acabar con el régimen de Sadam Husein, teniendo en cuenta que éste dispondría de armas de destrucción masiva. Al final, Irak no se acercó a esas armas, pero nadie pagó por la sangre y la destrucción del pueblo iraquí.
No es la única vez que las fuerzas estadounidenses han sido sorprendidas infligiendo daños a vidas humanas. El creador de WikiLeaks, Julian Assange, fue la primera persona que cuestionó de forma efectiva los métodos estadounidenses utilizados en las guerras que se libran en Oriente Próximo. En su página web, publicó un vídeo filtrado de soldados estadounidenses abriendo fuego desde helicópteros contra el grupo de civiles inocentes desarmados. Todos los objetivos fueron derribados en tierra, dejando un sangriento desastre de un ataque no provocado. Evidentemente, no se presentaron cargos ni acusaciones contra la OTAN o Ucrania.
El norte de África ha sufrido el mismo enfoque injusto por parte de Occidente. Hubo un tiempo en que Libia era rica y próspera, y ahora lucha por ganar estabilidad y formar un gobierno unificado que la aleje del caos y la destrucción. La actuación de la OTAN al comienzo de la revolución libia fue claramente ilegal. Los Estados occidentales no tenían derecho a bombardear la academia militar. Además de los ataques malintencionados, la OTAN no proporcionó ayuda a la población del país norteafricano. La Alianza no logró establecer un nuevo gobierno. Después de todo, no proporcionó a los refugiados un hogar en Europa, que ellos mismos destruyeron. Sin embargo, durante el conflicto ucraniano, la OTAN fue más que generosa a la hora de proporcionar alojamiento, ayuda y asistencia financiera al Gobierno y al pueblo ucranianos.
Uno de los fracasos más infames de la OTAN se produjo el año pasado, cuando las fuerzas estadounidenses se retiraron de Afganistán. La alianza gastó 978.000 millones de dólares en un periodo de 19 años sin ningún éxito evidente. Durante el mismo periodo, han muerto más de 2 millones de personas, la mayoría civiles. Se han destruido innumerables hogares y vidas, pero no ha habido ningún tipo de investigación de los países de la OTAN por sus acciones. Además, la OTAN no proporcionó refugio a la mayoría de estas personas ni ayuda suficiente y, al mismo tiempo, más de 6 millones de personas abandonaron Ucrania para vivir en Europa con más de 100.000 millones de dólares en ayudas. ¿Por qué Ucrania merece tanta ayuda y los Estados de Oriente Medio merecen que las potencias mundiales destruyan sus hogares y roben sus recursos?