Opinión

La libertad de uno termina donde empieza la del otro

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La libertad de uno termina donde empieza la del otro; empiezo con esta ilustrativa frase para referirme a los graves acontecimientos que están sucediendo estos días en la zona fronteriza de El Guerguerat.

Estos sucesos que se están produciendo en El Guerguerat, organizados por la dirección dictatorial del Frente Polisario bajo proclamas como “con el fusil arrebataremos la libertad”, contradicen y están muy lejos de lo que esta dirección quiere transmitir al exterior sobre unas manifestaciones pacíficas de la sociedad civil para hacer llegar un mensaje de manera pacífica a la misión de Naciones Unidas en el Sáhara MINURSO.

Estas manifestaciones “pacíficas” se convirtieron desde su comienzo en la jornada del 21 de octubre 2020 en una especie de ‘Kale Borroka’ dirigidas desde Rabuni y Argel; es un acto de provocación a la comunidad internacional representada por la Naciones Unidas y a los países limítrofes víctimas de esta decisión suicida del Polisario y su aliado para desviar la atención de sus verdaderos problemas internos.

En las últimas horas hemos presenciado con impotencia cómo estos mal llamados manifestantes pacíficos destruían las infraestructuras que facilitan a los ciudadanos el tránsito, como es la carretera de la que estos manifestantes y miembros de la ‘Kale Borroka’ de la dirección del Polisario no dudaron en arrancar hasta el asfalto (ver imágenes).

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Ante estos casos de sabotaje y provocación de la dirección caduca del Polisario y su aliado para exportar sus problemas intestinales y crear un clima de inestabilidad en toda la región, ya de por si frágil, la comunidad internacional debe tomar las medidas pertinentes y poner punto final a la bravura y prepotencia del Polisario y su aliado que está llevando a nuestra región a una deriva muy peligrosa.

Ramdan Mesaud Larbi, saharaui y presidente de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH).