Opinión

La post pandemia del Hirak argelino: ¿es aún factible la entrada del islamismo radical?

photo_camera el Hirak argelino

Cuatro meses después del segundo aniversario del Hirak argelino y del resurgimiento de este tras su prohibición en marzo de 2020 debido a la pandemia mundial, las movilizaciones sociales y pacíficas que lo sustentan continúan.  Mientras tanto, a la penumbra, se sitúa el islamismo radical representado por Al-Qaeda en el Magreb Islámico y aún más alejado, el Daesh. Hasta hoy en día ambas organizaciones han mantenido un perfil bajo respecto a las movilizaciones, pero no se descarta que estas aprovechen cualquier atisbo de debilidad social para sacar rédito del Hirak.

El 10 de febrero de 2019, fecha en la que el expresidente argelino por 20 años Abdelaziz Bouteflika anunció su candidatura a un quinto mandato, supuso el factor que precipitó la oleada de movilizaciones sociales que hasta hoy perduran en el país. 

El llamado Hirak ha adquirido y mantenido durante toda su trayectoria, por una parte, un carácter transversal e intergeneracional. Se trata de marchas sociales que trascienden de género, generación e ideología. No obstante, a pesar de su heterogeneidad, es un movimiento único del que participan diferentes sectores de la sociedad luchando pacíficamente por una misma causa: independizarse del régimen autoritario, que, disfrazado de democracia, ha permanecido intacto desde el final del decenio negro argelino1

Por otra parte, el espíritu pacifista de estas marchas sociales trae consigo el carácter apolítico y el rechazo de la intervención internacional, así como la intransigencia al mensaje de corte yihadista que con contundencia rechazan con temor a que puedan llegar a desvirtuar la naturaleza del Hirak argelino2

La historia de Argelia está marcada por experiencias que constituyeron un escenario fértil para la irrupción del discurso salafista. Esta coyuntura evidencia una colisión entre lecciones sociales aprendidas que repelen la vuelta a errores del pasado y la permanencia de un pasado yihadista en Argelia, avizor, como territorio histórico de la organización AQMI3 a poder recuperar su presencia en la región.  

En el mes de marzo de 2020 la pandemia propició la prohibición de reuniones multitudinarias, en consecuencia, el Hirak se vio obstaculizado por un periodo de tiempo próximo al año. Hasta entonces, las marchas sociales consiguieron ciertos éxitos puntuales como la dimisión de Bouteflika, mantener al margen a actores internacionales e islamistas y la detención de figuras importantes del régimen. Sin embargo, la llegada de Tebboune al Gobierno con una alta tasa de abstención supuso un gran déficit de legitimidad teniendo en cuenta además que los candidatos a la presidencia y el actual presidente inclusive formaron parte del Gobierno de Bouteflika. 

Este cambio de Gobierno se presentó ante la ciudadanía como abierto a la transformación. No obstante, pese haber realizado pequeños cambios, estos han estado dirigidos a mitigar las protestas. En definitiva, esta transición gubernamental supone la reorganización de la fachada política, con apariencia democrática, pero la estructura esencial del régimen se ha venido manteniendo con el poder en manos del Ejército, los servicios secretos y la alta cúpula del Gobierno. Una configuración interna que se asemeja al antiguo régimen que domina el país desde la independencia de Argelia en 1962 mediante una gestión sociopolítica y económica corrupta e inconsistente4

Hoy en día, el Hirak, pese a presentar grandes fortalezas, le persiguen muy de cerca ciertos obstáculos. La desorganización estructural fruto de su carácter no partidista les aleja de convertirse en una oposición fuerte y organizada frente al poder, dejando a este levantamiento popular en una situación de estancamiento. Asimismo, desde la pandemia, las autoridades han venido encarcelando a figuras destacadas del Hirak siguiendo una hoja de ruta muy clara: aprovecharse de la crisis sanitaria para impedir de forma represiva la reanudación de las protestas. No obstante, el Hirak ha seguido manteniéndose a flote sobre todo a través de las redes sociales; un elemento que ha acompañado a las pacíficas protestas desde su inicio y tras una pausa de casi un año, las movilizaciones se han vuelto a reanudar ¿esta nueva fase implicará que el Hirak salga del impasse?

El 12 de junio de 2021 se llevaron a cabo las elecciones legislativas del país argelino, convocadas en un principio para 2022. Estas estuvieron marcadas por la represión de parte del Gobierno y el boicot de parte del Hirak, una vez más con una fuerte abstención, cerca del 70%. Estos comicios tenían la intención de disipar al movimiento Hirak dando impulso a la “nueva Argelia” de Tebboune5. Sin embargo, según los analistas, los más beneficiados de estas elecciones serían los partidos islamistas: primero, el Movimiento por la Sociedad en Paz (MSP) muy cercano a los Hermanos Musulmanes y, segundo, el Movimiento El Bina6. “El islamismo no está muerto en Argelia”7 

Es indudable que frente a la continuidad que este movimiento ha demostrado durante dos años, no se trata de un fenómeno efímero y que, además, no se conforma ante cambios simplistas. No obstante, el poder argelino está desafiando al Hirak a través del desgaste con una tendencia de represión ascendente contra la ciudadanía. De manera contigua, pero como bloque independiente, la organización terrorista AQMI no se ha retirado del camino. Esta se encuentra a la espera a que cierta fracción de las protestas, por la acumulación de frustración y debilitación acabe por transigir el mensaje salafista. El objetivo de su estratégica campaña es captar la atención de los más jóvenes ofreciéndoles una última alternativa.

El papel del integrismo islámico en el Hirak liderado por AQMI, siguiendo el análisis que lleva a cabo Sergio Altuna sobre su discurso en textos propios de la organización8, ha adquirido desde el inicio de las protestas un argumentario de carácter pausado, moderado y en concordancia con el mensaje civil. Se trata de una estrategia discursiva que tiene como objetivo transmitir confianza y reconfigurarse en una nueva imagen renovada que se empatiza con la comunidad argelina. La organización ha tratado de interpretar la situación buscando una asimetría entre su discurso y el de la sociedad civil, al cual ha cedido todo el protagonismo en su argumentario. De esta manera, buscarse un hueco en la revuelta cuando el periodo más inestable llegue a la región.

La estrategia se ha basado por tanto en mantenerse al margen, pero ofreciendo en proximidad una alternativa encubierta al que la población más joven pueda acogerse. Esta se ha ido exteriorizando a través de un mensaje con ciertos patrones que conectan con el mensaje del Hirak y que podemos unificar de la siguiente manera: 

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de Sergio Altuna

AQMI elogia el carácter pacifista de las protestas, pero porque en su discurso de presentación no integren el uso de la violencia de forma explícita, no significa que se hayan despojado del recurso de acción que los representa. Llegado el momento, el pueblo podrá acogerse a esta vía según la interpretación de yihad que el terrorismo yihadista sostiene: derecho y obligación de todo musulmán a ampararse en la narrativa de la yihad defensiva al carecer de otra alternativa, ejerciendo violencia con el único fin de proteger el territorio.

Por mucho que su discurso haya evolucionado, se trata de una estrategia de exteriorización, por tanto, no hay que olvidar que detrás de esa capa exterior adquirida de manera provisional, solo es una estrategia para captar la atención. Al-Qaeda es una organización militarista de base por mucho que quieran camuflar su carácter en el discurso. Tal discurso es simplemente un método para empatizar con los más jóvenes del Hirak.

Por ahora, el Hirak se mantiene unido y firme a su naturaleza pacífica pero los obstáculos gubernamentales y el tiempo corren en su contra. Actualmente el Hirak se encuentra en un estado de fragilidad y corre el peligro de escindirse dada la represión y la campaña de desprestigio que el gobierno ha estado llevando a cabo. Asimismo, que el islamismo se haya visto beneficiado en estas últimas elecciones abre un camino a que parte de la población sea susceptible a transigir el mensaje salafista. 

El periodista Arezki Metref manifiesta para el periódico El País: “La persistencia del Hirak, a pesar de la represión y de la pandemia, representa un verdadero problema para el poder. El movimiento tiene nervio, no es flor de un día. Y por eso el poder atiza las divisiones”. 

¿El pasado yihadista de AQMI en Argelia actuará finalmente como factor inhibidor o como factor predisponente?

Bibliografía 
  1. Amirah-Fernández. H (2019): Mesa redonda “Argelia en transformación: Movilizaciones por el cambio e incertidumbre política”. Real Instituto Elcano. 25/04/2019: http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/actividad?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/calendario/actividades/mesa-redonda-argelia-en-transformacion-movilizaciones-cambio-incertidumbre
  2.   Redacción. (18 de febrero de 2020). En Algérie, les réseaux sociaux, garants de la mémoire d'une contestation inédite. Slate Afrique. Recuperado de: http://www.slateafrique.com/ 
  3.   Al Qaeda en el Magreb Islámico. La filial de Al Qaeda creada en Argelia en el año 2007, herencia del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) y que está presente en múltiples países de las regiones del Magreb y el Sahel.
  4.   Redacción (25 de septiembre de 2019). El fin del imperio del hombre más misterioso de Argelia. La Vanguardia. Recuperado de https://www.lavanguardia.com/ 
  5.   Redondo, R. (2021) La alta abstención y el desinterés marcan las elecciones legislativas en Argelia. Atalayar. Disponible en: https://atalayar.com/content/la-alta-abstenci%C3%B3n-y-el-desinter%C3%A9s-marcan-las-elecciones-legislativas-en-argelia 
  6.   Messara, M/ EFE. La represión marca las legislativas del sábado en Argelia. La Razón. Disponible en: https://www.larazon.es/internacional/20210611/6h7bnpipgfhevmswoj4q6ngjta.html 
  7.   Ghanem. D (2019): Mesa redonda “Argelia en transformación: Movilizaciones por el cambio e incertidumbre política”. Real Instituto Elcano. 25/4/2019
  8.   Altuna, S. (2020). AQMI frente al hirak: modulación del discurso a la espera de una ventana de oportunidad en Argelia. Real Instituto Elcano ARI 23/2020 
  9.   Altuna, S. (2020). AQMI frente al Hirak: modulación del discurso a la espera de una ventana de oportunidad en Argelia. Real Instituto Elcano ARI 23/2020 

Gorane Mendieta Díaz, criminóloga especializada en prevención y análisis del terrorismo y colaboradora de Sec2Crime https://www.sec2crime.com/