Opinión

La respuesta del islam a problemas del mundo contemporáneo (6)

photo_camera Islam

En la entrega anterior (la número 5) tratamos el tema la promoción de la armonía y el mutuo respeto entre religiones.

Teniendo en cuenta lo expuesto en el capítulo anterior, puede cuestionarse cuál es la sabiduría de enviar una religión tras otra con la misma enseñanza. Es más, puede sorprender por qué el islam declara, en términos relativos, ser más perfecto y universal que las religiones anteriores si todas ellas tenían la misma enseñanza universal inalterable, aplicable a los seres humanos de todos los tiempos.

1) Como respuesta a la primera cuestión, el Santo Corán llama la atención de la humanidad al hecho histórico incuestionable de que los Libros y Escrituras revelados con anterioridad al Corán han sido interpolados. Sus enseñanzas se han corrompido por un proceso gradual de enmiendas o porque han sido introducidos nuevos elementos por interpolación hasta el punto que la validez y autenticidad de tales Libros y Escrituras se han hecho dudosos y cuestionables.

Obviamente, la responsabilidad de probar que no ha acontecido ningún cambio en la Escritura, recae sobre las gentes que pertenecen a tales religiones. En lo que respecta al Corán, éste ocupa una posición única y distinta entre todos los Libros y Escrituras religiosas. Incluso algunos de los adversarios más firmes del Islam que no creyeron que el Corán fuera la Palabra de Dios han tenido que confesar que el Santo Corán, sin sombra de duda, permanece como el mismo Libro inalterado y sin cambios que Muhammad (lpbD) declaró que era la Palabra de Dios.

Por ejemplo:

Existe por otra parte todo tipo de seguridad, externa e interna, de que poseemos el mismo texto que el mismo Mohamed aportó y empleó (p. xxvii)

Podemos afirmar, con la máxima asunción, que cada versículo del Corán es la composición genuina e inalterada del mismo Mohamed. (p.xxviii) [Life of Mohamed por Sir William Muir. Londres 1878]

Podrían existir mínimos errores de copia, pero el Corán de Osman no contiene sino elementos genuinos, aunque en ocasiones en un orden muy extraño. Los esfuerzos de los eruditos europeos para probar la existencia de interpolaciones posteriores en el Corán han fracasado  (Prof. Noldeke. Enciclopedia Británica; 9ª edición, en “Quran”)

Es un tema de controversia totalmente distinto quién fue el autor del Libro. No obstante, el mismo Libro cuya autoría divina es afrontada por otros Pueblos de Libros, permanece como testimonio del hecho de que no sólo la Torá y el Inyil (el Antiguo Testamento y los Evangelios) fueron revelados en parte por el mismo Dios, sino que también otros Libros pertenecientes a diferentes religiones de otras partes del mundo tuvieron su origen, sin duda, en el mismo Dios: las contradicciones que hoy se encuentran en los mismos son de origen humano. Sin duda que la actitud del Corán es con diferencia la más realista y conducente a la paz entre las religiones.

2) En cuanto a la segunda cuestión, el Santo Corán llama nuestra atención al proceso de evolución en cada esfera de la sociedad humana. Se necesitaron nuevas religiones no sólo para restaurar las enseñanzas fundamentales de las religiones antiguas que habían sido mutiladas por las manos del hombre, sino que también, a medida que la sociedad se desarrollaba, eran precisas más enseñanzas que habían de añadirse a las previas para mantener el ritmo del progreso.

3) Esto no es todo. Otro factor a tener en cuenta en este proceso de cambio era el relativo a enseñanzas secundarias relacionadas con la época, que fueron reveladas a fin de satisfacer las exigencias de un determinado pueblo o tiempo. Esto significa que las religiones no sólo estaban constituidas de núcleos de principios inalterables sino que también poseían enseñanzas periféricas, secundarias e incluso transitorias.

4) Finalmente, aunque no menos importante: el hombre no fue educado y entrenado en las instrucciones divinas en un único tramo, sino que fue formado gradualmente, paso a paso, hasta llegar a una etapa de madurez mental en la que fue considerado apto para recibir todos los principios fundamentales que eran necesarios para su guía. Según la declaración coránica, fue también revelada una enseñanza secundaria inseparable, basada en principios permanentes, como parte de una religión final, perfecta y completa, que fue el Islam. Todo lo que era de carácter puramente local o temporal fue abrogado u omitido; todo lo que era necesario en adelante fue provisto y mantenido (ver Santo Corán C. 5:14-16)

Este es, en esencia, el concepto islámico de la universalidad religiosa, que el Islam afirma poseer. Corresponde al hombre investigar y juzgar el mérito comparativo de los diferentes demandantes.

Volvemos de nuevo a la cuestión de las religiones que se han propuesto el objetivo de una influencia global. Claramente el islam posee tal ambición. Por medio de una profecía, el Santo Corán declara que el islam está destinado a emerger un día como la única religión de la humanidad.

ہُوَ الَّذِیۡۤ اَرۡسَلَ رَسُوۡلَہٗ بِالۡہُدٰی وَدِیۡنِ الۡحَقِّ لِیُظۡہِرَہٗ عَلَی الدِّیۡنِ کُلِّہٖ وَلَوۡ کَرِہَ الۡمُشۡرِکُوۡنَ

Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la Religión de la verdad, para hacer que prevaleciera sobre todas las religiones, aunque lo odien quienes asocian dioses a Dios. (C. 61: As-Saff: 10)

A pesar de su compromiso con la promoción de la paz y la armonía entre las distintas religiones, el islam no desalienta la difusión competitiva de mensajes e ideologías con el afán de ganar influencia sobre los demás. De hecho, propone como una meta noble la búsqueda del predominio del islam sobre todos los demás credos, meta que ha de ser perseguida por los fieles del islam.

Hablando del Santo Fundador del islam (lpbD), el Santo Corán declara:

قُلۡ یٰۤاَیُّہَا النَّاسُ اِنِّیۡ رَسُوۡلُ اللّٰہِ اِلَیۡکُمۡ جَمِیۡعَۨا الَّذِیۡ لَہٗ مُلۡکُ السَّمٰوٰتِ وَالۡاَرۡضِ ۚ لَاۤ اِلٰہَ اِلَّا ہُوَ یُحۡیٖ وَیُمِیۡتُ ۪ فَاٰمِنُوۡا بِاللّٰہِ وَرَسُوۡلِہِ النَّبِیِّ الۡاُمِّیِّ الَّذِیۡ یُؤۡمِنُ بِاللّٰہِ وَکَلِمٰتِہٖ وَاتَّبِعُوۡہُ لَعَلَّکُمۡ تَہۡتَدُوۡنَ

Diles: “¡Oh humanidad! En verdad soy un Mensajero enviado a todos vosotros por Al-lah, a Quien pertenece el reino de los cielos y la tierra. No existe otro dios sino Él. Él da la vida y causa la muerte. Creed pues en Al-lah y en Su Mensajero, el Profeta Iletrado, que cree en Al-lah y en Sus Palabras; y seguidlo para que seáis bien guiados”. (C.7: Al-Araf: 159)

Sin embargo, para prevenir y evitar fricciones y malentendidos, el islam prescribe un conjunto de reglas claras de conducta que garantizan el trato equitativo, la justicia absoluta, la libertad de expresión y el derecho a disentir, igual para todos.

Instrumentos de competición: no coerción

¿Cómo puede una religión declararse universal, internacional o global, y, no obstante, no originar conflictos?

Ninguna religión con un mensaje universal y ambiciones globales de unir a la humanidad bajo una sola bandera puede siquiera plantearse momentáneamente la idea de emplear la fuerza para difundir su mensaje.

La espada puede conquistar territorios pero no corazones.

La fuerza puede doblegar las cabezas pero no las mentes.

El islam no permite el uso de la fuerza como instrumento para la propagación de su Mensaje. Declara:

لَاۤ اِکۡرَاہَ فِی الدِّیۡنِ ۟ۙ قَدۡ تَّبَیَّنَ الرُّشۡدُ مِنَ الۡغَیِّ

No ha de existir coerción en la religión. En verdad, lo recto ha quedado diferenciado de lo erróneo… (C. 2: Al- Baqarah: 257)

Por lo tanto no hay necesidad de coacción. Que el hombre determine dónde está la verdad. 

(lpbD) – La paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.

(Continuará en la próxima entrega desarrollando algo más el tema de instrumentos de competición: la no coerción)