Las otras guerras del conflicto en Ucrania: las luchas internas en Kiev y Moscú

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Este documento es copia del original que ha sido publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos en el siguiente enlace

En este documento de opinión el autor describe las guerras internas entre diferentes facciones que se están produciendo en los centros de poder en Kiev y Moscú como consecuencia de la intervención militar de la Federación Rusa en Ucrania, así como de las sanciones internacionales impuestas contra Rusia. En el caso ucraniano, se evidencia una guerra interna entre los pragmáticos y los ultranacionalistas y, al mismo tiempo, entre la nueva derecha y los extremistas dentro de la facción de los ultranacionalistas. En cuanto a la Federación de Rusia, en Moscú se incrementan las tensiones y la lucha interna entre la facción que conforman los siloviki y sus descendientes, los continuistas, y la constituida por los civiliki y una nueva generación de aperturistas.

Introducción

Con el inicio de la intervención militar de la Federación de Rusia en Ucrania el 24 de febrero de 2022, ordenada por el presidente Vladímir Putin, queda en evidencia la existencia de conflictos, divisiones y choques de intereses entre varias facciones enfrentadas entre sí dentro de los centros de poder de Kiev y Moscú respectivamente. Estas tensiones se van incrementando a medida que avanza el enfrentamiento bélico en Ucrania y pueden llegar a determinar el resultado final del mismo, así como el futuro de ambos Estados.

Por ello, se puede hablar de dos conflictos paralelos: el primero, la guerra de Ucrania, de índole militar, que se libra en el teatro de operaciones ucraniano entre Ucrania y sus aliados contra las fuerzas prorrusas de Lugansk y Donetsk, junto a las FF. AA. rusas y sus aliados; el segundo, las guerras internas de carácter político —algunas preexistentes— que se libran en las esferas de poder de las capitales de Kiev y Moscú. Estas aparecen o se agravan como resultado directo de la intervención militar rusa, y además, en el caso de Rusia, como consecuencia de las posteriores sanciones internacionales impuestas en su contra a iniciativa de los Estados Unidos y la Unión Europea a causa de la citada intervención. En este sentido, el presente documento de opinión se centra en describir y exponer estas guerras internas, cuáles son sus actores principales y los motivos de disputa entre ellos. Finalmente, se añaden unas conclusiones con algunos escenarios posibles.

La guerra interna en Kiev

Como resultado de la intervención militar rusa en Ucrania, se incrementan las tensiones y enfrentamientos existentes entre dos facciones del poder en el bando ucraniano: por un lado, los pragmáticos y, por el otro, los ultranacionalistas. A su vez y en un segundo nivel, aparece otra guerra interna dentro de la facción ultranacionalista: entre los grupos de la llamada nueva derecha (derecha radical) y los extremistas1.

En primer lugar, existe una guerra interna entre el sector pragmático, cuyas cabezas visibles son personas del círculo más cercano al presidente Volodímir Zelenski —como el actual primer ministro Denys Shmyhal, el ministro de Defensa Oleksii Réznikov, el ministro de Exteriores Dmytro Kuleba o Mykhailo Podolyak, miembro del equipo negociador que pertenece al influyente grupo de asesores presidenciales—, y el sector ultranacionalista, con un gran peso dentro de los órganos y estructuras de los Ministerios de Defensa e Interior, así como dentro del Servicio de Seguridad de Ucrania (la inteligencia del SBU). Los miembros del sector ultranacionalista proceden en la mayoría de los casos de partidos políticos extraparlamentarios o de milicias ultranacionalistas que han sido integradas progresivamente dentro de las FF. AA. de Ucrania, la Guardia Nacional y las Fuerzas de Defensa Territorial, así como en cuerpos de seguridad interior, entre otros ejemplos2. Esta facción tiene mucho poder de movilización en la calle y unas bases de apoyo muy radicalizadas.

En segundo lugar, existe una guerra interna dentro del heterogéneo, amplio y variado sector ultranacionalista, entre la facción que denominamos nueva derecha —y que engloba desde una parte del Sector de Derechas (Pravy Sektor) y el Cuerpo Nacional hasta pequeños partidos extraparlamentarios, como el Hacha Democrática, de tendencia más liberal, entre otros— y la facción de los extremistas, entre cuyos máximos representantes figuran el partido Svoboda, una parte del Batallón Azov o el grupo C-143.

Los primeros, la nueva derecha, evolucionan hacia el modelo polaco de nacionalismo, es decir, se consideran nacionalistas ucranianos con ideas conservadoras, anticomunistas y antinazis. Por ello, paradójicamente, pretenden «desnazificar» progresivamente el movimiento nacionalista ucraniano para mostrar una imagen menos radicalizada tanto en el interior como en el exterior y, de este modo, ganar presencia y apoyo dentro de la sociedad ucraniana4. Entienden que la proyección exterior de Ucrania y la defensa de sus intereses y soberanía no pueden ir asociadas a grupos que muestran abiertamente simbología neonazi y su apoyo a la ideología nacionalsocialista. Ello comporta un choque con el sector extremista dentro del ultranacionalismo, causado por la visión divergente de cómo debería ser el modelo de Estado de la Ucrania del futuro.

Así, a diferencia de la nueva derecha, la facción extremista —minoritaria pero con cierto peso dentro de las FF. AA. y algunas estructuras de seguridad del Estado y con una fuerte implantación en la zona sudeste de Ucrania— apoya ideas nacionalsocialistas y antisemitas y reivindica en su totalidad las figuras históricas de Stepán Bandera y Román Shujiévich. Mientras tanto, la nueva derecha las glorifica parcialmente, obviando, a conveniencia, la etapa intermitente de colaboración de la facción de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) liderada por Bandera y del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) con la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Por todo ello, además de confrontar la invasión rusa y liderar el esfuerzo para conseguir el máximo apoyo posible en el exterior, el presidente Zelenski debe gestionar esta guerra interna entre las diversas facciones, cuyos puntos de máxima discrepancia y fricción actuales son las negociaciones con Rusia, la adhesión de Ucrania a la Unión Europea y a la OTAN y la política de Defensa, en lo que se refiere a la planificación y la estrategia militar implementada por el Gobierno para hacer frente a la intervención militar rusa en el teatro de operaciones en Ucrania.

La posición de los pragmáticos es mantener abiertas todas las vías de negociación con Rusia para finalizar las hostilidades, pero marcando unas líneas rojas claras5. A cambio de la retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano, se muestran abiertos a negociar un nuevo acuerdo: Minsk III, que incluiría, una vez más, la posibilidad de establecer una autonomía especial para las provincias de Lugansk y Donetsk dentro de Ucrania6, además de la renuncia del Gobierno de Kiev a unirse a la OTAN a corto plazo, siempre y cuando un grupo de Estados se hiciese cargo de garantizar su seguridad como contrapartida7.

Contrariamente, reclaman el derecho de Ucrania como Estado soberano a decidir su adhesión a la UE. De hecho, ya se ha entregado la solicitud para que se inicie dicho proceso8. En cuanto a Crimea, los pragmáticos no renuncian en absoluto a su soberanía9. Sin embargo, el presidente Zelenski afirma que Ucrania dejará la mesa de negociación en el caso de que las fuerzas prorrusas y Rusia organicen referendos en las zonas bajo su control en territorio ucraniano para que se unan a la Federación Rusa10. Esta facción también tiene en mente el escenario de negociación que se podría abrir en una Rusia post-Putin a la hora de plantearse cesiones actuales a Moscú.

Al mismo tiempo, los pragmáticos adoptan una posición defensiva frente a la ofensiva militar de las milicias prorrusas de Lugansk y Donetsk y de las Fuerzas Armadas de Rusia. Los pragmáticos son conscientes de que, sin una mayor ayuda militar de la OTAN y la UE, difícilmente podrán frenar y derrotar militarmente en el Donbás y en la parte suroriental de Ucrania a un enemigo muy superior en capacidades militares11. Por ello, intentan ganar tiempo y confían en que se intensifique ese apoyo en el terreno militar y, paralelamente, las sanciones internacionales a Rusia hagan efecto a medio plazo y fuercen al Gobierno de Moscú a realizar concesiones en la mesa de negociaciones.

La posición de los ultranacionalistas choca frontalmente con la de los pragmáticos. Se oponen a que el presidente Zelenski haga cualquier tipo de concesión —especialmente en relación con el estatus especial del Donbás— y abogan por dar por terminadas las negociaciones con Rusia, exigiendo su retirada total del territorio de Ucrania, incluida Crimea. Por ello, defienden una posición más ofensiva y de guerra total en el teatro de operaciones de Ucrania para lograr la derrota militar de Rusia y de las milicias prorrusas. En este sentido, la nueva derecha demanda un mayor apoyo en capacidades militares de los Estados europeos y la OTAN para conseguir su objetivo. Asimismo, la facción de la nueva derecha se muestra favorable al derecho de Ucrania como Estado soberano a decidir libremente su adhesión o no a la OTAN y a la UE, posicionamiento que la acerca a los pragmáticos, pero la aleja y difiere de la postura de la facción extremista, que aboga por una Ucrania soberana y libre solo para los ucranianos, sin injerencias externas y que no forme parte ni de la OTAN, ni de la UE12.

Esta guerra interna y las tensiones entre facciones se han ido incrementando con la destitución por parte del presidente Zelenski de los generales Naumov Andriy Olehovych y Kryvoruchko Serhiy Oleksandrovych, adscritos al Departamento de Seguridad Interna del Servicio de Seguridad, por «traición» a finales de marzo de este año13; el asesinato el pasado 5 de marzo en Kiev de Denis Kireev, miembro del primer equipo negociador de Ucrania con Rusia, acusado por el SBU de traición y de vínculos con sectores prorrusos14, o el enfrentamiento entre los pragmáticos y los ultranacionalistas por las decisiones tomadas respecto a la ciudad portuaria de Mariúpol y la defensa del territorio del Donbás.

En este último caso, los ultranacionalistas exigieron a Zelenski que se enviaran unidades de apoyo y refuerzos para romper el cerco de las milicias prorrusas y de las FF. AA. de Rusia a Mariúpol —la ciudad símbolo de los extremistas— y obtuvieron una respuesta negativa. Por ello, tanto la nueva derecha como los extremistas acusaron al Gobierno ucraniano y a los pragmáticos de «entregar» Mariúpol a la milicia prorrusa de Donetsk y a Rusia, y de así «sacrificar» a una parte del Batallón Azov presente en la defensa de la ciudad. De hecho, el 10 de abril un comandante azovista, que se encontraba en los últimos reductos de resistencia en la zona industrial de la ciudad, tachó de traidores a los políticos de Kiev por no ayudar lo suficiente en un vídeo publicado en las redes sociales15.

La guerra interna en Moscú

La «operación militar especial» para «desnazificar» y «desmilitarizar» a Ucrania —objetivos muy difusos y con una amplia interpretación— ordenada por el presidente ruso Vladímir Putin y las sanciones internacionales impulsadas por los Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia por este hecho también tienen serias consecuencias dentro de la política interior de la Federación Rusa. Así, esta decisión presidencial ha provocado el endurecimiento de la guerra interna en los centros de poder en Moscú, ya no solo entre los siloviki y los civiliki —las dos facciones clásicas que se disputan los espacios de poder desde que Vladímir Putin asumió el cargo de primer ministro en la etapa final de la presidencia de Borís Yeltsin en agosto de 199916—, sino que también se ha trasladado a los «cachorros» y a las generaciones descendientes de ambas facciones, provocando una guerra intrageneracional entre los continuistas, o «mini- Putins», y los aperturistas, o «mini-Yeltsins»17.

Las relaciones entre los siloviki, facción liderada por el propio presidente Putin y cuyos miembros proceden del sector militar, la seguridad y las agencias de inteligencia en la mayoría de los casos, y los civiliki, facción integrada por perfiles más técnicos y burócratas procedentes de la Administración y la diplomacia, nunca han sido fáciles. Una figura clave para mantener cierto equilibrio entre ambas facciones ha sido Dmitri Medvédev, expresidente, ex primer ministro y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, perteneciente al segundo sector. Sin embargo, este equilibrio parece haberse roto y está en una situación crítica tras el inicio de la «operación militar especial». Los principales puntos actuales de fricción son la guerra en Ucrania y el concepto de la Gran Rusia —es decir, la política exterior y de seguridad rusa—, las sanciones internacionales y las relaciones con Occidente y la visión del escenario de la Rusia post-Putin y la sucesión en la presidencia.

La rama dura de los siloviki (los putinistas) y los continuistas cuentan con un amplio apoyo y presencia en la comunidad de inteligencia, las agencias de seguridad y una parte de la diplomacia formada tanto dentro como fuera de Rusia, así como en el seno de las FF. AA. rusas, en las cuales destaca el grupo de los «becarios de Siria»18, una nueva generación de militares y estrategas que ya ocupan rangos medios y altos dentro de su estructura. Además, los integrantes del grupo de los «becarios de Siria» serían los protegidos de una figura en ascenso en los círculos de poder en Moscú: el general Alexander Dvórnikov19, nuevo máximo responsable de las operaciones militares en Ucrania desde el pasado 9 de abril y pieza fundamental en la planificación y desarrollo de la intervención militar rusa en Siria.

Esta facción promueve el proyecto de la Gran Rusia y la defensa de los intereses nacionales en el «extranjero cercano», utilizando, si es necesario, el poder duro (militar)20. Por ello, se posiciona a favor de la intervención militar de Rusia en Ucrania, no solo para defender los derechos de la comunidad prorrusa y rusoparlante en el Donbás —incluida en la Doctrina Militar de la Federación Rusa y cuyo cumplimiento es obligación del presidente como comandante en jefe de las FF. AA.21—, sino también porque el este y el sur ucranianos forman parte de la Nueva Rusia (Novorossiya) que entra dentro del proyecto de la Gran Rusia22.

En esta dirección, la facción considera que una victoria en la guerra de Ucrania y el control de estos territorios proporcionan a Rusia, como potencia revisionista, una proyección global que va mucho más allá del hecho de haber recuperado su poder de fuerza expedicionaria con la intervención en Siria; significan el inicio de la «vuelta» de la Gran Rusia y de un nuevo orden internacional que desafía abiertamente a los Estados Unidos, utilizando el hard balancing o poder militar para ello; representan una dura derrota para la superpotencia del sistema internacional, los EE. UU., y la OTAN en sus objetivos de política de contención hacia Rusia y una ampliación de la esfera de influencia rusa en el espacio postsoviético23.

En este sentido, para esta facción la patria rusa y sus valores24 son más importantes y están por encima de las sanciones internacionales aprobadas por Occidente contra Rusia, de los intereses económicos de determinados sectores —como los oligarcas— y de cualquier tipo de negociación que haga ceder a Rusia en sus posicionamientos. Por ello, una vez iniciada la «operación militar especial», creen que no tiene sentido seguir negociando con el Gobierno de Kiev, a no ser que sea su capitulación. Además, piden un esfuerzo y sacrificio al pueblo ruso presentando esta guerra como una «gran guerra patriótica», es decir, por la supervivencia de la Federación Rusa.

Al mismo tiempo, abogan por una economía rusa que vire completamente hacia Oriente (Asia-Pacífico), África, Latinoamérica y los socios y aliados estratégicos que se oponen a las sanciones internacionales contra Rusia —por ejemplo, los otros Estados pertenecientes al grupo de los BRICS (Brasil, India, China y Sudáfrica)25—: básicamente, la vuelta a la Doctrina Primakov y su «triángulo estratégico» ampliado26. Finalmente, afirman que, para garantizar la consecución del proyecto de la Gran Rusia y su fortalecimiento en la futura etapa post-Putin, solo puede haber una vía: el continuismo.

En el lado opuesto, la facción civiliki, con sus descendientes aperturistas o «mini- Yeltsins», se nutre de una parte de las nuevas generaciones de técnicos dentro de la Administración, órganos de gobierno y cuerpo diplomático. A su vez, una parte de los llamados oligarcas rusos —como Vagit Alekpérov, fundador y ya expresidente de Lukoil; Oleg Tinkov, fundador de Tinkoff Bank, entre otros negocios; Mijaíl Fridman, fundador de Alfa Bank, o Alexei Mordashov, presidente de Severstal— entra dentro de esta facción27. Esta última adhesión a los aperturistas provoca que sean señalados como traidores de la Madre Rusia por los continuistas, que los acusan de anteponer el dinero y su bienestar al de la patria y de alejarse así de quien les ayudó a obtener su estatus en un momento en el cual se les necesita del lado del presidente Putin.

Los aperturistas se muestran contrariados por la intervención militar rusa en Ucrania, a la cual se oponen. Consideran que no vale la pena poner en peligro la economía rusa y el bienestar de sus ciudadanos por el territorio del Donbás y la idea expansionista de la Gran Rusia de los putinistas, y aún menos que esta haya provocado la ruptura de las relaciones políticas y económicas con los Estados de la Europa occidental, a los que esta facción considera como socios naturales y estratégicos para Rusia. Así, sus miembros se muestran contrarios a la política exterior expansionista de Putin y a las acciones beligerantes en el «extranjero cercano». Por ello, abogan por una política exterior que anteponga la paz y la diplomacia para solucionar los conflictos con la OTAN y su expansión28, además de por poner en el eje central los asuntos económicos y comerciales y la recuperación de las relaciones con Occidente.

En este sentido, promueven el fin de la guerra de Ucrania a través de nuevas negociaciones que permitan establecer un acuerdo, Minsk III. A cambio, se deberán ir levantando las sanciones internacionales y restableciendo paulatinamente las relaciones plenas con los Estados que las han aplicado29. Por último, conciben un modelo de Estado post-Putin más abierto a reformas democráticas y económicas y con una nueva propuesta de arquitectura de seguridad para Europa —retomando el proyecto que Medvédev presentó en el 200830— que acerque a Rusia a sus contrapartes europeas y que combata la percepción mutua de enemigos: un modelo aperturista más cercano a Yeltsin y muy alejado de Putin.

Estas diferencias entre facciones salen a la luz nada más empezar la intervención militar en Ucrania el 24 de febrero. Los primeros enfrentamientos en esta guerra interna se producen cuando algunos de los oligarcas rusos mencionados, como Fridman y Alekpérov y posteriormente Tinkov o Mordashov, se muestran contrarios a la decisión de actuar militarmente en Ucrania. Dentro del Gobierno, un mes después dimite Anatoli Chubáis, representante especial del Gobierno de Putin e histórico alto funcionario en la etapa Yeltsin, por su desacuerdo con la decisión tomada por el presidente Putin31. Un caso muy significativo en clave de política interna es el de Natalia Poklónskaya, exdiputada de la Duma y ex fiscal general de la anexionada República de Crimea, quien declara que la Z y la V, utilizadas por las FF. AA. y las milicias prorrusas en la intervención militar, son símbolos de dolor y que espera una solución al conflicto lo más pronto posible32.

Quizás el caso más sorprendente de desacuerdo con la decisión de Putin sea, por el cargo que ocupa, el de Dmitri Peskov, diplomático ruso y actual secretario de prensa del Kremlin. Algunos analistas militares rusos independientes pero con buenas conexiones dentro del estamento militar, como el popular Mijaíl Onufrienko o Yuri Podolyaka, famoso «rutuber» ruso que analiza la guerra de Ucrania33, ambos muy prolíficos en las redes sociales y Telegram, lo señalaron como uno de los elementos díscolos dentro del círculo más próximo al presidente, a pesar de ser su portavoz. Peskov, sujeto a sanciones internacionales, abogaría por un mayor esfuerzo diplomático para lograr una resolución negociada del conflicto. Podría explicar el motivo por el cual aún permanece en su posición de portavoz el hecho de que desde la Presidencia se quiere dar una imagen de unidad dentro del Kremlin y de apoyo sin fisuras a la intervención militar. Y su salida mostraría todo lo contrario.

Precisamente una de las hijas de Peskov, Elizaveta Peskova, máster en Relaciones Internacionales, exbecaria del Parlamento Europeo y también afectada por las sanciones, sería una de las voces más jóvenes e influyentes de la facción aperturista, con mucha visibilidad además por su faceta de influencer en las redes sociales34. Ante estas divergencias entre los putinistas y continuistas frente a una parte de los civiliki y aperturistas, que se van incrementando a medida que avanza la intervención militar, algunos pesos pesados dentro de los círculos políticos, económicos y diplomáticos rusos —como Medvédev, el actual ministro de Exteriores Serguéi Lavrov o el oligarca Román Abramóvich, estos dos últimos muy cercanos a Vladímir Putin— estarían intentando mediar entre las dos facciones enfrentadas para volver a una posición de equilibrio, pero sin éxito hasta el momento.

Conclusiones

Por todo lo expuesto, se observan guerras internas entre facciones dentro de los centros de poder de Kiev y de Moscú que no solo pueden decidir el resultado de la guerra de Ucrania, sino que también pueden marcar el futuro de sus respectivos presidentes, Zelenski y Putin, y del modelo de Estado para Ucrania y la Federación Rusa, dependiendo de si cada parte ha logrado sus objetivos una vez acabada la intervención militar.

En el caso de Ucrania, la guerra interna se produce en dos niveles: los pragmáticos contra los ultranacionalistas y, dentro de estos últimos, entre la nueva derecha y los extremistas. Todos tienen un objetivo común: mantener la integridad territorial y la soberanía de Ucrania derrotando a Rusia y las milicias prorrusas. Pero difieren en los medios y tácticas para lograrlo, así como en el modelo de Estado para Ucrania.

Mientras que los pragmáticos mantienen abiertas las vías de negociación para alcanzar un acuerdo, Minsk III, y consideran que sin más ayuda militar de los aliados exteriores es imposible derrotar a las fuerzas prorrusas y a Rusia, los ultranacionalistas quieren una guerra total y una aproximación más ofensiva dentro del teatro de operaciones ucraniano, abandonando ya la mesa de negociación y cualquier tipo de concesión en relación con el Donbás.

Asimismo, los pragmáticos defienden una Ucrania integrada dentro de la UE y que ciertos Estados garanticen su seguridad como alternativa a la adhesión a la OTAN. En sentido opuesto, la nueva derecha aboga por un Estado soberano, nacionalista y ultraconservador que pueda decidir sus adhesiones a la UE y la OTAN libremente. Finalmente, el sector extremista, con postulados nacionalsocialistas, tiene otra «idea» de Estado.

En el caso de que Ucrania saliese victoriosa frente a Rusia y las fuerzas prorrusas siguiendo la vía de los pragmáticos, se presentaría un escenario en el cual la posición del presidente Zelenski y de estos se vería reforzada y legitimada para su perpetuación en el poder. Al mismo tiempo, con un Zelenski convertido en «héroe» y salvador de Ucrania, las posiciones ultranacionalistas podrían debilitarse; en concreto, la facción extremista vería reducida la capacidad de aumentar sus apoyos dentro de la sociedad ucraniana.

Sin embargo, en el escenario opuesto, si la política de los pragmáticos fracasara y Ucrania fuese derrotada —entendiendo por ello la incapacidad de recuperar los territorios perdidos frente a las fuerzas prorrusas y Rusia en territorio ucraniano—, la posición del presidente Zelenski saldría muy debilitada y se podría incrementar la conflictividad de laguerra interna. En este escenario, el sector ultranacionalista saldría fortalecido como alternativa de poder y se podría producir un auge de la facción extremista con «ruido de sables», incluso en Kiev.

En lo referido a Rusia, la «operación militar especial» no solo vuelve a tensionar la guerra interna clásica entre los siloviki, con Putin al frente y favorables a la intervención militar, y los civiliki, que se oponen a ella y buscan una salida negociada al conflicto por la vía diplomática. También provoca una guerra intrageneracional entre los descendientes de ambas facciones: los continuistas o «mini-Putins» —que defienden la decisión tomada por Putin y una aproximación en política exterior y de seguridad asertiva, influenciada por la Doctrina Primakov, sin renunciar al uso del poder militar para lograr el objetivo de construir la Gran Rusia en un sistema internacional multipolar— y los aperturistas o
«mini-Yeltsins» —que promueven la vía diplomática en la resolución de conflictos como el de Ucrania con un acuerdo, Minsk III, y el restablecimiento pleno y progresivo de las relaciones con los países de Occidente, considerados como socios estratégicos prioritarios por esta facción—.

Asimismo, para establecer los escenarios de victoria o derrota de la intervención militar rusa, se deben definir unos objetivos más concretos que los generalistas y difusos de «desnazificación» y «desmilitarización». Por ello, el autor propone en primer lugar un escenario con dos opciones de victoria: una victoria semiparcial rusa35 —cuyo objetivo primero sería el control de todo el Donbás por parte de las milicias prorrusas de Lugansk y Donetsk, con el establecimiento de un corredor que las una a Crimea y la implementación de una zona de seguridad ampliada que separe el territorio ocupado de la nueva frontera con Ucrania— o una victoria parcial —cuyo objetivo segundo sería la ocupación y el control total de los territorios que conforman la Nueva Rusia—.

En este escenario concreto, con una victoria parcial, tanto Putin y los siloviki como los continuistas verían reforzado su ideario dentro de la Federación Rusa y ante sus socios estratégicos en el exterior, siempre que pudieran hacer frente a las sanciones internacionales con la ayuda de estos últimos. En dicho contexto, el general Alexander Dvórnikov emergería como el hombre fuerte dentro de la estructura militar rusa y los continuistas podrían liderar la Rusia post-Putin. Por el contrario, con una victoria semiparcial, los civiliki y los aperturistas no verían tan debilitada su posición y ambas facciones deberían encontrar puntos de encuentro con la ayuda de los mediadores. El objetivo sería recuperar el equilibrio entre los dos bandos, con cesiones por ambas partes por el bien común de la Madre Rusia. Sin embargo, las expectativas de Rusia de mostrarse como una potencia revisionista en el exterior podrían quedar debilitadas y tal objetivo, a medio camino.

Más comprometida quedaría la posición de los putinistas y continuistas en el caso de la derrota de Rusia, entendida como la no consecución del objetivo primero. En este supuesto, se presentaría un escenario de fuerte tensión interna entre las facciones. El presidente Putin podría perder adhesiones y fuerza en los centros de poder de Moscú, sin descartar el inicio de purgas en los sectores político, económico y en el alto mando militar. De aquí que entre de los civiliki y los aperturistas pudieran surgir voces para que Putin diera un paso atrás y renunciara a la presidencia rusa. Así, una derrota en Ucrania podría significar el inicio del fin de la era Putin. En este contexto, los aperturistas ganarían legitimidad en su posición de rapprochement y vuelta a Occidente y podrían liderar la Rusia post-Putin, en detrimento de los continuistas.

Por todo ello, se deberá estar muy atento a los posibles escenarios y evolución de estas guerras internas tanto en el transcurso de la intervención militar rusa en Ucrania como tras su finalización, ya que o Zelenski o Putin tendrán que gestionar una situación muy difícil en el interior de sus Estados. Pero, en opinión del autor, una cosa parece segura: tanto si gana Rusia como si pierde, en Moscú habrá purgas sí o sí.

Xavier Servitja Roca, Analista y consultor en política internacional

Referencias:

1 La definición de los dos niveles de la guerra interna y la denominación de las diferentes facciones las elabora el autor. La división dentro de los ultranacionalistas se basa en el siguiente estudio: LIKHACHEV, Vyacheslav. «Far-right extremism as a threat to Ukranian democracy», Nations in Transit. Freedom House, mayo de 2018. Disponible en: https://freedomhouse.org/sites/default/files/2020-02/ukraine%20brief%20final_1.pdf [consulta: 2/4/2022]

2 Para un mayor entendimiento de las dinámicas políticas internas de Ucrania en español, el autor recomienda una serie de artículos y análisis que se encuentran en la web de Descifrando la Guerra (https://www.descifrandolaguerra.es/guerra-ruso-ucraniana/), así como algunos de los hilos en su cuenta de Twitter, como el siguiente: https://twitter.com/descifraguerra/status/1414996443786616835

3 Para una mejor aproximación desde diferentes visiones al controvertido y heterogéneo movimiento de la extrema derecha ucraniana, a algunos de sus grupos, evolución y posicionamientos, el autor recomienda estas lecturas cortas en español e inglés:

  • MORRIS, Loveday et al. «Right-wing Azov Battalion emerges as a controversial defender of Ukraine», The Washington    Post.    6    de    abril    de    2022.    Disponible    en: https://www.washingtonpost.com/world/2022/04/06/ukraine-military-right-wing-militias/
  • KRAMER, Andrew. «Armed nationalists in Ukraine pose a threat not just to Russia», The New York Times. 10 de febrero de 2022. Disponible en: https://www.nytimes.com/2022/02/10/world/europe/ukraine-nationalism-russia- invasion.html
  • COHEN, Josh. «Ukraine’s neo-Nazi problem», Reuters. 19 de marzo de 2018. Disponible en: https://www.reuters.com/article/us-cohen-ukraine-commentary-idUSKBN1GV2TY
  • KARATNYCKY, Adrian. «Ukraine, Anti-Semitism, Racism, and the Far Right», Atlantic Council. 16 de octubre de 2018. Disponible en: https://www.atlanticcouncil.org/blogs/ukrainealert/ukraine-anti-semitism-racism-and-the- far-right/ [consulta: 21/4/2022].
  • LORENCIO FERNÁNDEZ, Francisco. «El nacionalsocialismo vuelve a patrullar calles en Europa», Descifrando la Guerra. 13 de febrero 2018. Disponible en: https://www.descifrandolaguerra.es/el-nacional-socialismo-vuelve- a-patrullar-calles-en-europa/ [consulta: 22/4/2022].
  • LORENCIO FERNÁNDEZ, Francisco. «C14: la extrema derecha ucraniana continúa su expansión», Descifrando la Guerra. 21 de noviembre de 2018. Disponible en: https://www.descifrandolaguerra.es/c14-la-extrema- derecha-ucraniana-continua-su-expansion/ [consulta: 22/4/2022].
  • DESCIFRANDO LA GUERRA. «Ucrania y la proliferación de grupos neonazis...» (hilo de Twitter), @descifraguerra. 25 de abril de 2019. Disponible en: https://twitter.com/descifraguerra/status/1121360983644151808?lang=es

4 SENGUPTA, Kim. «Nationalists not extremists: Pravy Sektor deny radicalism claims and say they want to “serve” Ukraine», The Independent. 10 de febrero de 2022. Disponible en: https://www.independent.co.uk/news/world/europe/ukraine-russia-pravy-sektor-extremism-b2011598.html
5 UKRINFORM. «Ukraine must use every opportunity to negotiate with Rusia until war ends». 23 de abril de 2022. Disponible en: https://www.ukrinform.net/rubric-ato/3465782-president-ukraine-must-use-every-opportunity-to- negotiate-with-russia-until-war-ends.html

6 ALLAN, Duncan. «The Minsk Conundrum: Western policy and Russia's war in Eastern Ukraine». Chatham House, 22 de mayo de 2022. Disponible en: https://www.chathamhouse.org/2020/05/minsk-conundrum-western-policy-and- russias-war-eastern-ukraine-0/minsk-2-agreement [consulta: 21/4/2022].

7 BRENNAN, Margaret. «Full transcript: Ukranian Prime Minister Denys Shmyhal on “Face The Nation”», CBS News. 24 abril 2022. Disponible en: https://www.cbsnews.com/news/denys-shmyhal-transcript-face-the-nation-04-24-2022/

8 RTVE. «Ucrania entrega la solicitud para ser candidato a la adhesión a la Unión Europea». 18 de abril de 2022. Disponible en: https://www.rtve.es/noticias/20220418/ucrania-formulario-adhesion-union-europea/2333664.shtml

9 UKRINFORM. «Ukraine’s independence, territorial integrity, sovereignty non-negotiable». 24 de abril de 2022. Disponible en: https://www.ukrinform.net/rubric-polytics/3466241-yermak-ukraines-independence-territorial-integrity- sovereignty-nonnegotiable.html

10 UKRINFORM. «Ukraine to withdraw from negotiations if people in Mariupol killed, “referendum” in Kherson held». 23 de abril 2022. Disponible en: https://www.ukrinform.net/rubric-ato/3465709-zelensky-ukraine-to-withdraw-from- negotiations-if-people-in-mariupol-killed-referendum-in-kherson-held.html

11 BBC NEWS. «Kiyv’s allies pledge more weapons to help win war». 20 de abril de 2022. Disponible en: https://www.bbc.com/news/world-europe-61155035 BARRIE, Douglas, CHILDS, Nick y HACKETT, James. «If New Looks could kill: Russia’s military capability in 2022», Military Balance Blog. The International Institute for Strategic Studies, 15 de febrero de 2022. Disponible en: https://www.iiss.org/blogs/military-balance/2022/02/if-new-looks-could-kill-russias-military-capability-in-2022 [consulta: 20/4/2022].

12 Véanse las notas 1 y 3.

13 WALL, Robert. «Zelensky fires two Generals for being “traitors”», The Wall Street Journal. 1 de abril de 2022. Disponible en: https://www.wsj.com/livecoverage/russia-ukraine-latest-news-2022-04-01/card/president-zelensky- fires-two-generals-cASwBg7pfy4FKlh2f25t

14 BURKE, Dave. «“Hero” Ukraine peace negotiator shot dead amid claims he was double agent», Daily Mirror. 6 de marzo de 2022. Disponible en: https://www.mirror.co.uk/news/world-news/hero-ukraine-peace-negotiator-shot- 26398152

15 VOENHRONIKA.RU. «Comunicado del subcomandante del regimiento Azov», Tehnowar. 15 de abril de 2022. Disponible en: https://tehnowar.ru/350331-Komandir-Azova-v-Mariupole-UMOLYaET-o-pomoschi-konchilasy-daghe- eda-Poslednie-svodki-iz-Mariupolyskogo-kotla-10-aprelya-15-video2022.html

16 ILLIARIONOV, Andrei. «Reading Russia: The Siloviki in charge», Journal of Democracy, vol. 20, n.o 2. Abril de 2009, pp. 69-72. Disponible en: https://www.journalofdemocracy.org/articles/reading-russia-the-siloviki-in-charge/ [consulta: 20/4/2022].
ROTH, Andrew. «Putin’s security men: the elite group who “fuel his anxieties”», The Guardian. 4 de febrero de 2022. Disponible en: https://www.theguardian.com/world/2022/feb/04/putin-security-elite-siloviki-russia

17 La denominación de las facciones de la guerra intrageneracional ha sido elaborada por el autor. Cfr. GUSAK, Dmitry y SERVITJA ROCA, Xavier. «La voz de los futuros líderes rusos», Esglobal. 27 de mayo de 2013. Disponible en: https://www.esglobal.org/la-voz-de-los-futuros-lideres-rusos/

18 El autor denomina «becarios de Siria» a los mandos intermedios y estrategas que, desde sus posiciones respectivas en diferentes cuerpos y en el organigrama de las FF. AA. rusas, participaron en la intervención militar rusa en Siria bajo las órdenes del actual general Alexander Dvórnikov.

19 RATHBONE, John Paul. «Military briefing: Alexander Dvornikov, Russia’s new commander in Ukraine», Financial Times. 12 de abril de 2022. Disponible en: https://www.ft.com/content/7f90a244-f1da-4483-ab73-c80fa7248523

20 TRENIN, Dmitri. «Russian Foreign Policy: Shifting gears». Carnegie Endowment for International Peace, 19 de noviembre de 2021. Disponible en: https://carnegiemoscow.org/commentary/85827 [consulta: 23/4/2022].
YOUNG, Benjamin R. «Putin has a grimly absolute vision of the “Russian World”», Foreign Policy. 6 de marzo de 2022. Disponible en: https://foreignpolicy.com/2022/03/06/russia-putin-civilization/

21 THE EMBASSY OF THE RUSSIAN FEDERATION TO THE UNITED KINGDOM OF GREAT BRITAIN AND NORTHERN IRELAND. «The Military Doctrine of the Russian Federation». 25 de diciembre de 2014. Disponible en: https://rusemb.org.uk/press/2029 [consulta: 24/4/2022]. BOWEN, Andrew. «Russian Armed Forces: Military Doctrine and Strategy». Congressional Research Service, 20 de agosto de 2020. Disponible en: https://sgp.fas.org/crs/row/IF11625.pdf

22 TORRICO, Ernesto y PIANTADOSI, Giulio Maria. «Novorrosiya: el sueño zarista detrás de la guerra de Putin», El Confidencial. 2 de abril de 2022. Disponible en: https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2022-04-02/rusia-putin- novorossiya-guerra-ucrania-donbass_3401511/

23 HILL, Fiona. «Russia’s assault on Ukraine and the international order: Assessing and bolstering the Western response», Brookings. 2 de febrero de 2022. Disponible en: https://www.brookings.edu/testimonies/russias-assault- on-ukraine-and-the-international-order-assessing-and-bolstering-the-western-response/ [consulta: 23/4/2022].

24 COOPER, Julian. «Russia’s updated National Security Strategy». NATO Defense College, 19 de julio de 2021. Disponible en: https://www.ndc.nato.int/research/research.php?icode=704 [consulta: 23/4/2022].
TRENIN, Dmitri. «Russia’s National Security Strategy: A Manifesto for a New Era». Carnegie Endowment for International Peace, 6 de julio de 2021. Disponible en: https://carnegiemoscow.org/commentary/84893 [consulta: 22/4/2022].

25 LISSOVOLIK, Yaroslav. «Can BRICS underpin a New World Order?». Russian International Affairs Council, 13 de abril de 2022. Disponible en: https://russiancouncil.ru/en/analytics-and-comments/analytics/can-brics-underpin-a-new- world-order/ [consulta: 24/4/2022].

RAZUMOVSKY, Dmitry. «What could take BRICS forward?». Russian International Affairs Council, 21 de abril de 2022. Disponible en: https://russiancouncil.ru/en/analytics-and-comments/analytics/what-could-take-brics-forward/ [consulta: 23/4/2022].

26 RUMER, Eugene. «The Primakov (not Gerasimov) Doctrine in action». Carnegie Endowment for International Peace, junio de 2019. Disponible en: https://carnegieendowment.org/files/Rumer_PrimakovDoctrine_final1.pdf [consulta: 22/4/2022].

27 STAFF AND AGENCIES. «Russian tycoon Oleg Tinkov denounces “insane war” in Ukraine», The Guardian. 20 de abril de 2022. Disponible en: https://www.theguardian.com/world/2022/apr/20/russian-tycoon-oleg-tinkov-denounces- insane-war-in-ukraine

RILEY, Charles. «Russia’s second biggest oil company calls for an end to Putin'’s war», CNN. 5 de marzo de 2022. Disponible en: https://edition.cnn.com/2022/03/04/business/lukoil-end-war/index.html

GILCHRIST, Karen. «War can never be the answer: Russia’s wealthy elite speak out against Putin’s invasion», CNBC. 2 de marzo de 2022. Disponible en: https://www.cnbc.com/2022/03/02/russias-oligarch-elite-speak-out-against-putins- invasion-of-ukraine.html

CUESTA, Javier G. «Russian oligarchs speak out against invasion of Ukraine», El País. 3 de marzo de 2022. Disponible en: https://english.elpais.com/international/2022-03-03/russian-oligarchs-speak-out-against-invasion-of- ukraine.html

28 MELNIKOVA, Julia. «The Europe of political realism and the future of NATO – back to basics?». Russian International Affairs Council, 4 de abril de 2022. Disponible en https://russiancouncil.ru/en/analytics-and-comments/analytics/the- europe-of-political-realism-and-the-future-of-nato-back-to-basics/ [consulta: 22/4/2022].

29 TIMOFEEV, Ivan. «Russia-West: Is it possible to lift the sanctions?». Russian International Affairs Council, 30 de marzo de 2022. Disponible en: https://russiancouncil.ru/en/analytics-and-comments/analytics/russia-west-is-it- possible-to-lift-the-sanctions/ [consulta: 22/4/2022].

30 SHCHEDROV, Oleg. «Russia comes in from Cold, Medvedev says in Berlin», Reuters. 5 de junio de 2008. Disponible en: https://www.reuters.com/article/us-russia-medvedev-security-idUSBAT00225020080605
MEDVEDEV, Dmitri. «Speech at meeting with German political, parliamentary and civic leaders». President of Russia official    web    portal    /    European    Parliament,    5    de    junio    de    2008.    Disponible    en: https://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2004_2009/documents/dv/d_ru_20080617_04_/D_RU_20080617_04_en. pdf [consulta: 21/4/2022].

31 BBC NEWS. «Russian veteran reformer Chubais quits job as Putin envoy». 23 de marzo de 2022. Disponible en: https://www.bbc.com/news/world-europe-60849918

32 DREMLYUGIN, Alexander. «Poklonskaya puede ser privada de premios estatales por declaraciones sobre los símbolos Z y V», Kommersant. 20 de abril de 2022. Disponible en: https://www.kommersant.ru/doc/5317384

33 Canal de Yuri Podolyaka en Rutube: https://rutube.ru/channel/23502473/

34 DAVIS, Charles R. «The socialité daughter of Putin’s spokesman complains US sanctions are “unfair” but thinks they won’t make a difference», Business Insider. 18 de marzo de 2022. Disponible en: https://www.businessinsider.com/elizaveta-peskov-daughter-dmitriy-talks-about-sanctions-ukraine-war-2022-3

35 El autor cree que un escenario de victoria total, es decir, la ocupación de toda Ucrania, no es el objetivo real del presidente Putin.

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