Opinión

Los camioneros canadienses lideran la lucha contra las restricciones de la COVID-19

photo_camera Justin Trudeau

Los camioneros canadienses, que ven restringida su actividad profesional por las medidas sanitarias contra la COVID-19, lideran las protestas internacionales en algunos países, secundados por grupos neonazis y de extrema derecha que han encontrado en el rechazo a las vacunas una fuente para captar adeptos. Las protestas han sido frecuentes en estos últimos meses, especialmente en Canadá donde están adquiriendo mayor violencia.

Alrededor de 500 camiones de gran tonelaje bloquean desde hace más de diez días el centro de Ottawa, la tradicionalmente tranquila capital, impiden la circulación por las calles céntricas, el abastecimiento y obstaculizan la actividad de las instituciones, empezando por el Parlamento que está funcionando a medias. A los camiones atravesados en las calles y plazas   se unen el estruendo de los cláxones y las manifestaciones de los extremistas.

Algunos grupos vandálicos han causado destrozos y hecho pintadas con los eslóganes de las pancartas que enarbolan los activistas que desafían el frio en las manifestaciones: “Libertad”, “Canadá se vuelve comunista” o “Dimisión de Trudeau”, el primer ministro que se ha encontrado de pronto con un problema tan grave como inesperado.

Las protestas canadienses están teniendo imitadores más activos muy lejos, nada menos que en Nueva Zelanda. En la capital, Wellington, la situación es muy similar a la Ottawa. Los camioneros indignados hasta han copiado las pancartas que se ven en Ottawa. Allí la lucha contra las restricciones de movimientos por la Isla cuenta con un dato que les avala: el 96% de los habitantes están vacunados. El riesgo de contagios es menor.

Por si faltase algo, esta corriente de protestas está sido alentada desde los Estados Unidos – donde también se han producido conatos de protestas, aunque menos graves – por Donald Trump en su empeño por desestabilizar la situación. “Hay que defender la libertad de los nuestros, que los gobernantes no lo hacen”, se le oyó gritar en un mitin en Texas donde decenas de camioneros y centenares de negacionistas le aplaudieron.

La escasez de productos de primera necesidad y repuestos mecánicos para diferentes equipamientos, que se viene detectando desde el comienzo de la pandemia, se agudiza ante las limitaciones impuestas en los transportes por carretera que convierten el descontento en un círculo vicioso.