Los delirios de Erdogan

Erdogan

El mejor indicador para medir los efectos negativos de los delirios de grandeza exterior del presidente turco, Recep Tayip Erdogan, es la caída de la lira turca a sus niveles más bajos de los últimos diez meses. Acumula una pérdida del 2,6% desde principios de año, unida al 36% de los últimos dos años. La razón que dan los expertos es la escalada de la tensión militar en la región siria de Idlib, provocada por los intereses del propio Erdogan con el envío de tropas y armamento. En Ankara, crecen las críticas hacia el presidente porque se empeña en una estrategia militar en Siria, y también en Libia que supone un notable gasto para las maltrechas cuentas del país en lo que muchos denominan, sus delirios de grandeza "neo otomana" como nuevo Sultán.

La crisis económica se refleja en el día a día de los ciudadanos turcos y de su macroeconomía por el aumento del déficit de cuenta corriente y de comercio exterior. Además, se están registrando huidas de inversores extranjeros porque los frentes abiertos por Erdogan, en Siria y en Libia pueden ocasionar consecuencias nefastas y porque, según un experto del Commerzbank alemán, citado por el diario Die Welt, “el control del presidente turco sobre el Banco Central y la imposición de políticas financieras irracionales y populistas empujan a la moneda turca a un mayor colapso, agravado por la reducción de los tipos de interés.

La perdida de valor de la lira afecta directamente en los bolsillos de los turcos que sufren un incremento de precios en el sector de la educación, un 15,11% anual; de la salud un 14,07%; de la vivienda un 14,76% y de la inflación un 12,15%, por quinto año consecutivo. La pobreza y el hambre habrían elevado cinco veces su nivel en los 16 años de gobierno del partido Justicia y Desarrollo de Erdogan, qué está utilizando la muerte de varios soldados turcos en Siria para justificar lo que se considera una huida hacia adelante con el objetivo de tapar los problemas internos. 
Esta misma semana, el Consejo de Europa ha subrayado que la independencia judicial en Turquía se ha deteriorado significativamente en los últimos años y reclama actuar de forma urgente ante la gravedad de la situación. 
La injerencia turca en el conflicto de Libia está provocando más violencia y el empeoramiento de las opciones de llegar a un acuerdo negociado en Ginebra, donde se vuelve a intentar reactivar la mesa de diálogo. Sin embargo, la realidad sobre el terreno indica que Turquía sigue enviando a sus tropas, armas y a mercenarios sirios a Libia con la colaboración de Qatar y de los Hermanos Musulmanes.

La ambición de Erdogan en Libia pasa por el petróleo y los contrataos de reconstrucción y la gran bolsa de gas descubierta en el Mediterráneo, sin importarle la inestabilidad que está provocando, incluso en el seno de la Unión Europea.
 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato