Los deseos mundiales para el Año Nuevo

Normalmente se piden deseos para el Año Nuevo. He aquí mi lista incompleta de deseos para la política exterior en 2023, con la vaga esperanza de que al menos algunos de ellos se cumplan:

• Aunque no haya ninguna posibilidad de paz a la vista en Ucrania en este momento: que la insensata guerra de agresión de Vladimir Putin termine lo antes posible, preferiblemente mediante una retirada completa de las tropas rusas. La matanza de inocentes y la destrucción de las infraestructuras ucranianas deben terminar. Y los poco convincentes comprensivos con Putin en Austria y la UE no deberían ganar más apoyo con su inversión de perpetrador-víctima. Recientemente, la versión de que Estados Unidos, la OTAN u Occidente son los culpables de la guerra en Ucrania se ha oído cada vez más a menudo incluso en círculos liberales de izquierda.
• Las recientes tensiones en Kosovo entre albaneses y serbios no deben degenerar en una auténtica guerra. El presidente serbio, Aleksandar Vucic, intenta una vez más ganar puntos políticos internos agitando el conflicto. Tampoco deben prosperar sus constantes maniobras entre Rusia y la UE. Moscú intenta desestabilizar los Balcanes. La UE debe mantenerse firme y cumplir sus promesas a los países candidatos de la región. De lo contrario, Rusia, China y Turquía intervendrán aún más.
• Los dirigentes chinos bajo Xi Jinping deben poner fin a sus gestos amenazadores hacia Taiwán y asumir por fin su responsabilidad como potencia mundial; por ejemplo, deben defender la paz en Ucrania y también dejar de difundir mentiras sobre el Coronavirus.
• El régimen mulá de Irán no debe ejecutar más penas de muerte contra los implicados en las protestas por la muerte de Mahsa Amini y debe conceder por fin a los iraníes -especialmente a las mujeres- más derechos y permitir más democracia. Y el régimen de Irán debería dejar de enviar aviones no tripulados al ejército ruso.
• Los dirigentes talibanes de Afganistán deben revocar las escandalosas nuevas leyes que prohíben la educación superior y universitaria de niñas y mujeres. Esto también se aplica a la reciente prohibición de que las mujeres trabajen para las ONG.
• En las elecciones parlamentarias de 2023 en Turquía, las fuerzas democráticas deberían triunfar sobre Recep Tayyip Erdogan y sustituir su rumbo autoritario, que recientemente también ha llevado al país a una auténtica crisis económica con una inflación récord.
• En las elecciones parlamentarias de septiembre en Polonia, el gobierno autoritario y contrario a la UE del PiS debería ser derrocado. Polonia podría entonces ocupar por fin un lugar en la UE acorde con el tamaño y la importancia del país.
• El expresidente estadounidense Donald Trump debe ser destituido por incitar al asalto del Capitolio de Estados Unidos hace un año. Como consecuencia, no se le permitirá presentarse de nuevo al cargo más alto de EE. UU.
• En 2023 debe haber esfuerzos reales en materia de protección del clima. Para que los jóvenes dejen de pegarse en las calles o de verter zumo de tomate en los cuadros de los museos.

Pero los deseos de Año Nuevo son como los propósitos de Año Nuevo. Casi nunca se mantienen, y mucho menos se cumplen.