Opinión

Los lobbies de Soros están detrás de la política migratoria de Sánchez

Jorge Mestre/OKdiario.com

El pasado 27 de junio el millonario especulador, George Soros, mantuvo un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Moncloa como adelantó OKDIARIO. Uno de los asuntos que estuvo sobre la mesa era el acuerdo que estaba por venir los días siguientes en Bruselas sobre el desafío migratorio y del que el gobierno Sánchez presumió de haber sido uno de sus promotores. Soros y su red de lobbies con apariencia de ONGs son una parte importante de la cuestión migratoria en Europa. Aunque lo envuelven siempre con la necesidad de la defensa de los derechos humanos, el financiero de origen húngaro usa la cuestión migratoria para influir en las decisiones de los estados europeos y en todo aquello que se cuece en Bruselas. La llegada de inmigrantes es un tema que sensibiliza y polariza a las sociedades afectadas. Al mismo tiempo, la inmigración está presente en el debate político y provoca que ciertos partidos políticos e incluso gobernantes puedan ser tachados de xenófobos por las posiciones adoptadas.

Soros y su red de lobbies viven precisamente de repartir credenciales de buenos y malos gobernantes, xenófobos y demócratas. Casos tan dispares los encontramos en Hungría y Austria. El presidente húngaro, Viktor Orbán, se le ha tachado de todo a diferencia de su colega austríaco, Sebastian Kurz, que aplica las mismas recetas sobre inmigración que el primero. La diferencia entre ambos es que mientras el primero se ha enfrentado desde hace años a los intentos de manipulación política por parte de Soros en Hungría, el segundo siempre ha formado parte del European Council of Foreign Relations, un club creado y financiado por Soros para elaborar informes, organizar conferencias, criticar a sus enemigos y tratar de influir. Toda la cuestión de la inmigración es usada por Soros para alimentar la división en las sociedades europeas, intentar debilitar gobiernos e influir en ellos en su propio beneficio. Para ello aplica el principio del “divide y vencerás”.

Eso sí, el financiero especulador nunca se ha sometido al escrutinio de unas elecciones para jugar a hacer política. Prefiere apoyar candidatos electorales y recoger después favores si resultan ganadores. La última innovación de Soros y su red de lobbies es el llamado “Plan Sánchez” para la Unión Europea sobre inmigración. El European Stability Initiative (ESI), lobby de George Soros con sede en Berlín, ha sido el encargado de hacer campaña en favor de este “Plan Sánchez” por toda Europa para resolver la crisis migratoria. El lobista de este centro, Gerald Knaus, fue acusado por sus actividades de lobbismo e influir sobre el gobierno alemán en 2015 cuando cientos de miles de personas pusieron rumbo a Europa desde Turquía. El llamado “Plan Sánchez”, que Knaus y el lobby que dirige pretenden imponer, es la creación de centros cerrados de desembarco en España donde acoger a los inmigrantes hasta determinar cómo y cuántos se podrían distribuir entre los estados miembros de la UE.

Francia ya dijo no a esta iniciativa dentro de su país, aunque defiende que España los cree. Merkel también defiende que España disponga de esta clase de centros de acogida. El primero de estos centros en España ya se creó a principios de este mes cerca de la localidad gaditana de San Roque, pero la intención es que pueda haber incluso más, como ya ocurriera en Grecia con la crisis migratoria de 2015. La Unión Europea debe encontrar soluciones al desafío migratorio de forma conjunta, pero resulta inaceptable que sean los lobbies u otros grupos de presión, disfrazados de ONGs o de think-tanks, que responden a los intereses personales de su fuente de financiación, los que traten de llevar adelante sus medidas en este tema u otros. Y que la ciudadanía desconozca cuál es la moneda de cambio. Es precisamente la actividad de esta clase de organizaciones de Soros la que resta credibilidad a una democracia liberal y agranda el distanciamiento entre la ciudadanía y determinados políticos.