Opinión

Malos amigos para Biden

photo_camera Atalayar_Joe Biden

Joe Biden no está defraudando en sus primeros días en la Casa Blanca. Los decretos que ha firmado plantean un cambio radical en la lucha contra la pandemia del coronavirus, que ya se ha llevado la vida de más de 400.000 norteamericanos; en la política de inmigración donde pretende regularizar a miles de personas que viven ya en suelo estadounidense; con la subida del sueldo de los funcionarios y de las ayudas para comida para los más desfavorecidos; y con la reversión de la salida de los Acuerdos de París sobre Cambio Climático y con la permanencia en la Organización Mundial de la Salud. Son algunas de las decisiones adoptadas desde el despacho oval que marcan un comienzo de mandato como había prometido y de acuerdo con unas políticas que otros presidentes demócratas, el último Barack Obama, habían seguido. Para nosotros, tiene especial relevancia que la Casa Blanca haya recuperado el idioma español en su página web y en otras publicaciones.

En otros lugares del mundo, hay mucha expectación por conocer qué decisiones reales va a tomar Biden mientras los miembros de su equipo de Gobierno van pasando por el trámite de control parlamentario como Lloyd Austin, el primer afroamericano que va a estar al mando del Pentágono. Primera decisión, revisar el acuerdo de Trump con los talibanes en Afganistán. Precisamente, la política hacia Oriente Medio tiene pendiente a millones de personas, muchos Gobiernos e instituciones, demasiados loobys y a quienes piensan que la supuesta debilidad o sensibilidad de los demócratas hacia su causa puede servir para su recuperación en la escena regional. Es el caso de los Hermanos Musulmanes, organización considerada como terrorista por muchos Gobiernos de la región por su apoyo demostrado a diversos grupos. Llamó mucho la atención que el pasado jueves, el secretario general de la Unión Internacional de Eruditos Musulmanes, Ali al-Qaradaghi, expresó su aprecio por lo que llamó el «rasgo religioso» en la personalidad de Biden con las virtudes cristianas. Algunos analistas de la región como Kamal Habib, asegura que es muy poco probable que los Hermanos Musulmanes reciban apoyo norteamericano para volver a la escena política, por ejemplo, en Egipto. Recuerdan que el apoyo inicial de Obama a las mal llamadas Primaveras Árabes se volvió en contra cuando se comprobó el resultado de su gestión en Egipto y Túnez, y sus alianzas en Siria y Yemen. Sobre todo, tras el ataque al consulado en Benghasi, en Libia, con el asesinato del embajador norteamericano.