Marruecos: la vacuna que no llega   

Marruecos: la vacuna que no llega   

Nos van a dar las uvas.  En Marruecos la vacuna contra la COVID cristaliza todos los debates y las preocupaciones. El anuncio de una amplia campaña de vacunación se hizo en noviembre pasado, pero desde entonces la tan esperada panacea no ha llegado y los rumores se disparan.   

El Reino había firmado en agosto un acuerdo con el gigante chino Sinopharm para participar en los ensayos clínicos junto con Argentina, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Jordania y Perú. El contrato único entre las dos partes se acompañó de una entrega de 10 millones de dosis en una primera fase.   

Pero estos no eran los únicos deseos de Marruecos, que esperaba un posicionamiento farmacéutico estratégico y regional.  El reino marroquí esperaba fabricar la vacuna en sus propios laboratorios (Sothema se había presentado como candidato ideal) y distribuirla por todo el continente. Pero todo esto no deja de ser una ilusión.    

A finales de enero, la vacuna pedida aún no había llegado.    

La falta de información ha creado confusión y ha alimentado los rumores de complot. Todo el mundo se hace la misma pregunta sin encontrar respuesta: ¿por qué China no ha entregado el medicamento?   

En un principio, su aprobación por parte de Pekín fue el argumento anunciado para acallar las malas lenguas, pero desde que la vacuna ha podido obtener todas las autorizaciones necesarias, la cuestión se mantiene.    

Tanto más cuanto que se ha concedido una autorización de urgencia para su comercialización en el lado marroquí. Para que conste, la ambición era incluso comenzar la vacunación antes de la publicación de los resultados de la fase III, que es un paso decisivo e importante antes de lanzar cualquier nuevo medicamento al mercado.   

"Los preparativos están en una fase muy avanzada. Se han puesto en marcha ejercicios de campo que cubren todas las etapas del proceso de vacunación de los ciudadanos", dijo el ministro de Sanidad, Khalid Ait Taleb. Pero, desde entonces, la espera ha sido larga. Además, el ministro de Sanidad ha sido criticado por su gestión de la crisis. Se le ha criticado, entre otras cosas, por "convertir a los marroquíes en conejillos de indias de laboratorio".   

Las recientes dimisiones del presidente y del director general de Sinopharm han contribuido a aumentar las preocupaciones y los malentendidos. Los motivos de estas salidas siguen siendo desconocidos.    

En las últimas semanas, y como de común acuerdo, nadie en el Reino habla ya de la vacuna china. La prensa y las intervenciones del ministro de Sanidad se han dirigido a los laboratorios Oxford y a su producto estrella, Astrazeneca.   

Cabe recordar que Marruecos había anunciado la adquisición de 65 millones de dosis de las vacunas de la china Sinopharm y la británica AstraZeneca, sin especificar la cuota de cada una. Pero, hoy, la pregunta es si AstraZeneca cumplirá sus promesas, porque aquí también parece que la entrega se ha pospuesto indefinidamente.   

Incluso el ministro de Sanidad ya no se atreve a decir cuándo se recibirá. ¡En una reciente entrevista - muy seguida en la cadena nacional de televisión 2M - el ministro, que no pudo pronunciarse sobre la fecha de llegada de la vacuna, dijo que la inmunidad colectiva se alcanzaría en abril prometiendo a los marroquíes cumplir con sus oraciones de Ramadán en las mezquitas como antes!   

Un anuncio que hizo sonreír a muchos y desacreditó al ministro, que ya sufría de falta de popularidad.    

En los últimos meses, la prensa marroquí no ha dejado de anunciar y desmentir la llegada de la tan esperada vacuna. Y cada vez la decepción era mayor porque la esperanza estaba al alcance de la mano.   

A falta de información y transparencia, los periodistas marroquíes se dirigieron a los medios de comunicación extranjeros. Para entender los retrasos en la llegada de la vacuna, hay que mirar hacia India.  La vacuna de los laboratorios de Oxford que espera Marruecos se fabrica en este país asiático, uno de los más poblados del mundo (1.300 millones de habitantes). India, que también es uno de los países más afectados del mundo por la COVID, ha iniciado una amplia campaña de vacunación y, obviamente, tiene la intención de utilizarla en primer lugar.   

El país ha fabricado una vacuna 100% made in India, la vacuna Covaxin por el momento en Covishield, la versión local de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford. Rabat tendrá que esperar su turno, pero ¿hasta cuándo?   

En una última sacudida, Rabat intenta un nuevo posicionamiento y habla de la vacuna de Johnson & Johnson. Fue el periódico en lengua árabe Al-Ahdath Al-Maghribia el que reveló las posibles negociaciones entre Marruecos y el laboratorio. ¿Información o intoxicación? El tiempo lo dirá. Lo que sí es seguro es que los ensayos clínicos de esta vacuna no estarán finalizados antes de febrero. Esto dará lugar a una serie de autorizaciones para su comercialización si se demuestra su eficacia, lo que tampoco es una conclusión previsible.   

Mientras tanto, se ha detectado el primer caso de la cepa inglesa de la COVID-19 en Tánger. El Reino puso rápidamente en marcha nuevas medidas restrictivas, prohibiendo los vuelos a cuatro nuevos destinos. Continuará .... 

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