Mi fuga de la prisión de Irán

Irán

Para todos los que aspiran a la libertad y al respeto de los derechos humanos fundamentales, el Irán de los mulás es una auténtica cárcel. Esto es lo que nos cuenta Massoumeh Raouf en su último libro testimonial, sobriamente titulado "Escape from Iranian Prison" y publicado por Balland a principios de febrero. Desde el sueño de la luz en la primavera de 1979 hasta la negrura del abismo del alma de los fundamentalistas religiosos que presiden la masacre del verano de 1988, el detallado relato de Massoumeh Raouf nos invita, entre otras cosas, a cuestionar nuestras democracias occidentales en cuanto a la relación que mantienen con la república de los mulás.

Detenida, torturada y condenada a 20 años de prisión en septiembre de 1981 por la mera sospecha de pertenecer a la oposición política, Massoumeh Raouf nos cuenta con detalle cómo consiguió escapar unos meses después y llegar a Francia. Pero más que una simple historia de huida, el autor de estos cuadernos nos habla de la vida en Irán desde la confiscación de la revolución popular de la primavera de 1979 por el fundamentalismo religioso. Cómo las promesas hechas al pueblo por Ruholah Jomeini mientras estaba exiliado en Neauphle-Le-Château se convirtieron en una nueva dictadura tiránica, en la que el recién nombrado guía supremo no dudó en utilizar la tortura y la ejecución sumaria para imponer su visión de la república islámica.

Massoumeh Raouf utiliza su historia personal para explicar a los lectores franceses lo que ha sido Irán desde la instauración de los mulás en 1979: "Escribo este libro para los lectores que oyen el nombre de mi país en las noticias, pero no saben lo que ocurre realmente en Irán. A través de mi historia y mi experiencia, quiero contar los crímenes que se perpetran allí con impunidad, (...) el sufrimiento de un pueblo encadenado que sigue luchando por su libertad. Lo que está ocurriendo allí es atroz. 

¡Atroz! Ya se ha corrido la voz. Desde su detención de camino al funeral de un querido amigo, el 13 de septiembre de 1981, hasta la masacre del verano de 1988 por orden y fatwa del Guía Supremo, sin olvidar su fuga el 4 de mayo de 1982 y la ejecución de su hermano menor Ahmad, Massoumeh Raouf no escatima detalles y nos sumerge en la vida cotidiana, tristemente muy real, de los iraníes: su sentencia pronunciada por un juez religioso tras un juicio falso de apenas 10 minutos, la matanza de 30.000 opositores políticos (en este caso los Muyahidines del Pueblo, un movimiento de oposición al gobierno fundado bajo el Shah en 1963 y que sigue luchando contra los mulás en la actualidad), la detención de su madre enferma de cáncer y su infarto mortal en la ejecución de Ahmad, las redadas organizadas por la Guardia Revolucionaria, la violenta represión del régimen desde su constitución, la escalada de violencia del fundamentalismo religioso del Estado hasta el punto de permitir que los hombres decapiten impunemente a sus esposas con un cuchillo...1 "El régimen, dirigido por mulás misóginos, fomenta implícitamente los asesinatos por "honor" y la brutal cultura de la venganza contra las mujeres "desobedientes". Es el régimen inhumano de los mulás el que, con sus leyes misóginas, permite torturar y matar a las mujeres. Porque este régimen deja libres a los asesinos y no sólo no considera ningún castigo, sino que los alienta.

Más allá de estos sucesos recurrentes en Irán, Massoumeh Raouf invita a las cancillerías occidentales a cuestionar sus relaciones, sobre todo de carácter comercial, con un Estado tirano, capaz de elevar al rango de presidente a un hombre reconocido como uno de los principales artífices de la masacre de 1988, un hombre que muchas ONGs desean ardientemente que sea juzgado por un tribunal internacional. Muy implicada en la "Campaña del Movimiento por la Justicia de las Víctimas de la Masacre de 1988", Massoumeh Raouf lucha ahora por llevar ante la justicia a los autores de este "crimen impune contra la humanidad". Con el país al borde de la explosión, ¿no sería posible que nuestras democracias se plantearan dejar marchar a los actuales dirigentes iraníes antes de un nuevo baño de sangre y entrar en una era de negociaciones más pacíficas con el pueblo iraní en su conjunto? La alternativa política existe. Se llama NCRI2 y reúne todas las voces de Irán y hace campaña a través de un programa político reconocido internacionalmente por la plena igualdad de mujeres y hombres en los derechos políticos, sociales, culturales y económicos, la participación igualitaria de las mujeres en el liderazgo político y la abolición de todas las formas de discriminación.

1 El 5 de febrero de 2022, en Ahwaz (suroeste de Irán), un hombre fue visto en su barrio sosteniendo la cabeza de su joven esposa en una mano y un cuchillo en la otra.

2 El NCRI (Consejo Nacional de Resistencia de Irán) es un gobierno en el exilio compuesto por más del 50% de mujeres y que representa a todos los grupos étnicos y religiosos de Irán. Está presidido por una mujer, Maryam Rajavi, y ya ha elaborado un programa político de transición de diez puntos, a la espera de la redacción de una nueva constitución democrática y la celebración de elecciones libres.  

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