Moncloa planea organizar un Máster para justificar decisiones injustificables

Pedro Sánchez

Admirados, amantísimos y excelentísimos señores ministros de Asuntos Exteriores, don José Manuel Albares, y de Defensa, doña Margarita Robles. 

Para que no les pille por sorpresa, tengo a bien anticiparles que la próxima semana está previsto que dé comienzo en el Instituto de Formación Acelerada de Ministros y Altísimos Cargos del Gobierno (IFAMACARGOB) ‒que aunque suene a ruso, no lo es‒, una nueva edición del Máster Avanzado para Justificar Decisiones Injustificables o Erráticas (JUSDECIE), en el que deberán matricularse con carácter voluntariamente obligatorio.

El Máster, envidia de los alumnos nacionales y extranjeros del IESE y del IE y otros centros de alta formación de directivos, incluye los módulos de “Echar balones fuera”, “Salirse por la tangente”, “Donde dije digo, digo Diego ‒también conocido como D5‒, “No me consta”, “Pregúnteselo a…”, “Yo pasaba por allí”, “No he logrado explicarme”, “Salir por peteneras” y “Hacer oídos sordos”. Les recuerdo que las aulas del IFAMACARGOB están situadas en las dependencias del Palacio de la Moncloa, edificio Semillas, entrando a la izquierda, segundo piso, ascensor.

El máster incluye los módulos de “Echar balones fuera”, “Salirse por la tangente”, “Donde dije digo, digo Diego”, “No me consta”, “Pregúnteselo a…”, “No he logrado explicarme” y “Salir por peteneras”

Con el visto bueno del presidente, en la nueva edición del Master se incluyen las disciplinas de “No tengo conocimiento de eso de que me habla”, “Hoy no he visto la prensa, oído la radio ni visto la televisión”, “No quisiera terminar sin…”, “Pero antes permítame que le diga…” y “Pregúnteme lo que quiera que yo le contestaré lo que me dé la gana”. El curso se complementará con un Seminario de Eufemismos Prácticos para Progresistas Buenistas (EUPRAPROBUN), en el que, por ejemplo, los misiles, cañones, ametralladoras, fusiles, torpedos, tanques y aviones de combate se calificarán como material, elemento o cosa de uso defensivo para defender a los defensores. 

Me consta, ministro Albares y ministra Robles, que el master avanzado JUSDECIE lo superaron ambos en sus años mozos con la calificación de cum laude. Sin embargo, el Gran Canciller de la Suprema Orden del Hueveo ha considerado que deben revalidarlo. El motivo es que ha observado que los dos han titubeado al intentar convencer a los españoles que el envío directo de armas a Ucrania no es una rectificación sino una evolución, concepto este último que supone que los cambios se producen muy poco a poco, como el británico Charles Darwin teorizó con los monos. ¡Han metido la pata, señor y señora mía!

La ministra Isabel Rodríguez había reiterado que la decisión de enviar armas dentro del mecanismo del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz era coherente con la posición que mantiene el Gobierno
Una “coherencia” que en menos de 24 horas se convierte en incoherente 

El Gran Maestre ha comprobado que la salida voluntarista, bienintencionada y coordinada de ambos al ruedo mediático para justificar un cambio radical de criterio en menos de 24 horas deja mucho que desear. No es que sea sorprendente. Es uno más de los muy numerosos y rápidos cambios de rumbo del presidente Pedro Sanchez, que dejan desconcertados a los españoles, sea para bien, para mal, o para peor. Ustedes lo saben bien, pero no les queda más remedio que aguantar, permanecer en sus cargos y confiar en el premio que recibirán al final de su penitente periplo.

Señor y señora ministra, ocurre que en sus coincidentes declaraciones con la pretensión de explicar a toda costa las palabras pronunciadas el 2 de marzo en el Congreso por el jefe del Ejecutivo, los dos han dejado en muy mal lugar a su compañera de Gabinete y portavoza del Gobierno, Isabel Rodríguez. Al fin y al cabo, ella también conoce el método: desaparecer un par de días y aguantar el chaparrón de hacer el ridículo. 

Y es que el día 1 de marzo, en su loable labor de enseñar al que no sabe tras cada Consejo de Ministros, la precoz política y exalcaldesa de Puertollano (Ciudad Real), ante las reiteradas preguntas de los insidiosos periodistas presentes en Moncloa, argumentó con toda firmeza una y otra vez que España va a enviar armas a Ucrania “dentro del mecanismo del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz”.

El máster concluye con un Seminario de Eufemismos Prácticos para Progresistas Buenistas en el que los misiles, cañones, ametralladoras, fusiles, torpedos, tanques y aviones de combate hay que calificarlos como material de uso defensivo

Una decisión que calificó de “coherente con la posición que ha mantenido y mantiene el Gobierno en este conflicto”. Y que la aportación de España en forma de medios ofensivos “lo haremos en el seno de la Unión, de un mecanismo centralizado en lo que se refiere a la aportación de armas u otros medios ofensivos a Ucrania” (¿?) ¡Qué solidez de argumentos! ¡Envidiable!

Pero los periodistas seguían erre que erre. Isabel Rodríguez, revestida con la ciencia infusa y la autoridad que le infunde su portavocía en todos los campos del saber, replicaba de nuevo: “Existe un compromiso de España con Ucrania, de aportarles también mecanismos (¿?) para la ofensiva” ¡Ininteligible!

Tras el sorpresivo anuncio presidencial, razonable, por cierto, Albares, Robles y algún que otro ministro salían al ruedo como subalternos del matador y negaban que la radical enmienda fuese una rectificación
Una floritura verbal decimonónica

Los hombres de letras volvían a la carga y le plantearon a la ministra que Alemania, Bélgica, Francia, Grecia, Portugal, Países Bajos habían mandado armas de forma directa. Y le preguntaron por qué España había decidido ser diferente. La respuesta de Isabel Rodríguez fue como la que oye llover: “Les reitero lo que acabo de decir. España no va a enviar armas directamente a Ucrania. Lo haremos dentro del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz”. 

Hastiada de repetirse, la portavoza recordó en ese momento lo que le habían dicho minutos antes los gurús de la comunicación de Moncloa. “Si te ves apurada, repite de cuando en cuando la palabra “unión” o “unidad”, que funciona como el bálsamo de Fierabrás”. Y así lo hizo la buena mujer: que si unión por aquí, que si unión por allá, que si “la fortaleza de la unión”, que si “el arma más poderosa que tenemos frente a la guerra de Putin es la unión”, que si “la unión de todos los europeos”, que si “la unión política y social en España”.

Pero en mala hora. Después de defender a capa y espada la bondad de enviar armas para la paz de forma centralizada, negar su remisión vía directa, y dar su palabra de que el Gobierno “es coherente con la posición que ha mantenido y que mantiene”, Pedro Sánchez, en menos de 24 horas, la dejaba al pie de los caballos y aseguraba que se iban a despachar armas a Ucrania en aviones españoles ¡Mecachis!

Tras el sorpresivo anuncio presidencial, razonable, por cierto, Albares, Robles y algún que otro ministro salían al ruedo como subalternos del matador y negaban que la radical enmienda fuese una rectificación

Tras el sorpresivo anuncio presidencial, razonable por cierto, pero un cambio de criterio en toda regla respecto con la afirmado horas antes, José Manuel Albares, Margarita Robles y algún que otro ministro salían al ruedo como subalternos, entraban al quite y negaban que la radical enmienda fuese una rectificación. De forma vehemente, argumentaban que no era otra cosa que una… evolución. Para algunos, una expresión que raya en el ridículo en el contexto en que se pronunció. Para otros, una floritura verbal decimonónica.

Voy terminando, pero antes les voy a contar un secreto. En Moncloa hay un estanque con pequeñas tortugas y el 12 de febrero, fecha del nacimiento de Charles Darwin, patrón de la teoría de la evolución, parece ser que unos cuantos asesores presidenciales de postín celebraron en sus orillas el aniversario del británico. A uno de ellos, de nombre… (lo omito por discreción), ver las tortuguitas le recordaron las enormes y lentas que Darwin había visto en las escalas de su travesía en el HMS Beagle. 

El ministro Albares y su compañera de Gabinete, Margarita Robles, tienen que revalidar el máster. El Gran Canciller del Hueveo los ha visto titubear al intentar convencer a los españoles que se trataba de una evolución y no de una rectificación

Y de repente se le ocurrió una brillante idea para limitar los múltiples vaivenes erráticos del Gobierno. “A partir de ahora ‒dijo‒ vamos a explicar a los ministros que nosotros no rectificamos, ni mucho menos corregimos. Nuestras decisiones, las evolucionamos”. Y colorín colorado, rectificar se ha convertido en evolucionar, como los primates antes de convertirse en seres humanos. Si se entera Vladimir Putin, reconvertirá el ataque a Ucrania… en unas pseudo fallas de Valencia, que la festividad de San José es el 19 de marzo y está cerca. Porque mascletás, cremá de fallas y castillos de fuegos artificiales de verdad, a los invasores rusos no les faltan. 

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