Opinión

Perspectivas de agitación en Irán

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El levantamiento en todo Irán dura más de 80 días, y la población de todo el país realiza una nueva campaña de tres días de intensas protestas contra el régimen que comenzó este lunes para conmemorar posteriormente el Día Nacional del Estudiante el 7 de diciembre. La intensificación de las protestas contra el régimen estaba prevista desde el 5 de diciembre y su objetivo es asestar un nuevo golpe al régimen de los mulás en su conjunto. Unas protestas que se han desarrollado globalmente hasta ahora en 280 ciudades con una represión que ha dejado más de 680 muertes, según estimaciones, y más de 30.000 detenciones. 

El domingo, las protestas comenzaron con manifestaciones de agricultores en Isfahán y trabajadores de hospitales en Shiraz, que siguen sufriendo el deterioro de las condiciones bajo el régimen de los mulás. Estudiantes de varios campus universitarios también participaron en las protestas. Los ataques contra los símbolos del régimen continuaron a buen ritmo en todo Irán.

El fiscal jefe del régimen, Mohammad Jaafar Montazeri, afirmó que la Policía de la Moral no tenía nada que ver con el poder judicial y que había sido suspendida por la misma autoridad que la había establecido en el pasado. Por supuesto, el poder judicial seguirá vigilando el comportamiento de la sociedad. Añadió que "al enfrentarse a los alborotadores, la justicia persigue a los líderes y a los principales elementos, lo que lleva tiempo”. “No nos rendiremos ante los principales responsables de los recientes disturbios. Sin embargo, dadas las circunstancias particulares del país, debemos actuar con cautela", añadió. 

A principios de semana, Montazeri había declarado que el Parlamento y el Consejo Supremo de la Revolución Cultural, otro órgano responsable de controlar la vida y el comportamiento de la población, darían a conocer su opinión sobre la cuestión del hiyab obligatorio en quince días.

Muchos gobiernos occidentales, incluidos los del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, ya han incluido a la Policía de la Moral, unidad encargada de hacer cumplir la ley del hiyab, en su lista de entidades sancionadas.