Opinión

Sonatrach, España, Ucrania

Por Anwar Zibaoui
Foto: El gigante estatal argelino de los hidrocarburos Sonatrach se prepara para el futuro y no descarta la alianza con empresas extranjeras.
 
Sonatrach, el gigante estatal argelino, ha aprobado el programa 2014-2018, para invertir más de 75.000 millones de euros en la renovación de las reservas anticuadas y aumentar la producción de petróleo y gas. También tiene como objetivo comenzar a producir gas de esquisto en 2020. Cabe recordar que este aglomerado fue uno de los candidatos para comprar las acciones de Repsol en Gas Natural, donde dispone del 4% de acciones como resultado de una alianza entre ambos grupos que cerró algunos litigios y abrió nuevos horizontes hacia una asociación estratégica.  En 2013, España se convirtió en el primer socio e importador de gas de Argelia gracias a los 10.260 millones de euros en intercambios comerciales.  Además de un balance favorable a Argelia por el gas, más del 50% del gas natural que se abastece en España proviene de este país magrebí, aumenta de forma importante la presencia de muchas grandes empresas españolas en Argelia a la par que lo hace el interés de algunas grandes corporaciones argelinas por invertir en España, como el primer grupo empresarial privado, Cevital, interesado en la compra de Fagor. Una de las consecuencias de la crisis de Ucrania es la preocupación europea por los suministros energéticos. Un tercio del gas natural consumido por la UE procede de Rusia y el 40% transita por la red ucraniana de gasoductos. España se ha postulado como alternativa y podría suministrar al resto de Europa con el 50% del gas que recibe de Rusia a través de los dos gasoductos que le unen con Argelia, el Durán-Farell en Gibraltar con 12.000 millones anuales de capacidad, y el MEDGAZ de Orán a Almería con 8.000 millones. Sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes, cuya capacidad prevista es precisamente de 8.000 millones. Ello convertiría a España en país ‘hub’ o de tránsito, lo que proporciona grandes ingresos y beneficios económicos.
 
Argelia se ha mantenido relativamente a salvo de la crisis financiera mundial y las turbulencias regionales en los últimos años, cuenta con abundantes recursos de hidrocarburos, pero la expansión del PIB ha sido modesto. El crecimiento fue del 3,3% en 2012 y del 2,7% en 2013, pero para 2014 se prevé un 4,3%. Petróleo y gas representan el 98% de las exportaciones, 45% del PIB y 65% de los ingresos. Argelia es el tercer proveedor de gas de Europa, el octavo productor de gas del mundo y uno de los 20 países productores de petróleo del mundo. La situación financiera cómoda ha permitido al Gobierno lanzar varios planes de desarrollo con un presupuesto de 225.000 millones de euros para crear tres millones de puestos de trabajo, construir dos millones de viviendas, cinco nuevas ciudades, hospitales, escuelas, plantas solares y servicios públicos.Sonatrach se enfrenta a una feroz competencia. La desaceleración económica mundial requiere una acción más amplia para ello. Sonatrach ha enviado una señal para tranquilizar a sus clientes y socios, que pese al desorden geopolítico regional es un proveedor fiable y trabaja para asegurar el mercado del gas, invirtiendo fondos propios.
 
Otra lectura sugiere que Sonatrach puede asumir el esfuerzo en solitario ante la posible deserción de las empresas internacionales en las licitaciones para exploración de hidrocarburos en Argelia. El programa prevé la creación de más de 160 pozos/año, la consolidación de las reservas recuperables de gas y petróleo de esquisto bituminoso estimada en más de 700.000 millones de metros cúbicos, y la construcción de instalaciones petroquímicas para aumentar su capacidad a 45 millones de toneladas/año.
Desde los años sesenta, los contratos de gas a largo plazo garantizaban un retorno de la inversión con precios fijos y suministros ininterrumpidos a los clientes tradicionales a través de la provisión de mil millones de metros cúbicos. Sin embargo, este sistema hoy encuentra poco eco entre las empresas europeas, que prefieren el mercado al contado (más flexible y competitivo en términos de precios). Frente a la reducción de la demanda del mercado de EEUU por la explotación del gas de pizarra y los volúmenes importantes de gas natural licuado en el mundo, Sonatrach empieza a diversificar sus socios y avanzar hacia nuevos mercados como India y China. El grupo ha invertido en dos mega trenes de GNL para aumentar su oferta. Adaptarse para hacer frente a los cambios en la demanda de petróleo o a la geopolítica y prepararse para ofrecer una alternativa, como podría ser en el caso de la crisis de Ucrania, también supone la exploración y explotación de energía no convencional y promover que la nueva ley de hidrocarburos atraiga a los inversores. De producirse, podría ser una señal de la voluntad de las autoridades y una llamada desde Sonatrach a sus socios internacionales para apoyarle en esta aventura, aportando conocimientos y experiencia.