Opinión

“Sustitución”

photo_camera Pedro Sánchez and Pere Aragones

Alguien tenía que caer. Eso estaba claro. El escándalo, cierto y ampliado, por el espionaje a través del programa Pegasus exigía ya algún sacrificio. Primero, los dolidos y ofendidos fueron los líderes independentistas. ¡Cómo no van a poner el grito en el cielo, ellos, defensores de la libertad, que no han hecho nada! Por favor… Luego, en plena polémica, llegó el yo más y se anunció que los móviles del propio Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de su ministra de Defensa, Margarita Robles (de quien depende el Centro Nacional de Investigación, como bien saben), y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también habían sido espiados. ¡Qué casualidad! Si explota la bomba, pues que explote en condiciones. Y ya puestos, varias a la vez, así dispersamos los frentes y metemos más ruido al ruido.

La polémica está servida. Las exigencias nunca se han dejado de hacer, y más cuando se ven los resultados. ¿Quieres seguir estando dónde estás? Pues este es el precio. Los tira y afloja y las explicaciones sin contenido tampoco desaparecen. Antes o después, alguna cabeza tenía que rodar y así ha sido. Adiós, señora directora del CNI. Adiós Paz Esteban, muchas gracias por los servicios prestados… Aquí paz y después gloria… Pero no, las cosas no son tan simples. No me gustaría estar en el lugar de la ya exdirectora, sintiendo como su mente y su corazón se enfrentan para calmar la rabia, por mucho que se sepa que cuando uno tiene un cargo en cualquier momento puede dejar de tenerlo. Y es que los motivos importan, ¡cómo no van a importar!

Sustitución o relevo que no destitución. Vamos a reírnos un poco. ¿De verdad creen que si dicen que ha sido sustituida porque sí por otra funcionaria de alto nivel y que no se trata de nada más, vamos a dar por buenas las explicaciones? Ah, perdón, su “relevo se debe a un fallo en la seguridad”, ha dicho Pedro Sánchez. Relevo que no sustitución. Querer jugar con el lenguaje, en este caso, es poner en duda la inteligencia de los ciudadanos.

Los socios del Gobierno se frotan las manos porque van avanzando en las aspiraciones de conseguir sus objetivos. Para su socio principal, Unidas Podemos, y los partidos independentistas el cese de la directora del CNI es un paso, pero no se conforman. Piden y pedirán más. Lo veremos. Será porque saben que el poder, o, mejor dicho, mantenerse en él, tiene un coste que quien lo ha de pagar lo pagará. Otra cesión que debemos apuntar.

Que se espía, ya lo sabemos. Qu es legal, también; que se cometen ilegalidades, pues tampoco nos pilla de sorpresa. Si no, no tendría sentido la existencia de espías ni del CNI ni de otros organismos en los distintos países. Y para las ilegalidades, la justicia. Lo lamentable es que nos tomen por tontos. Sean serios y dejen ya de intentar tomarnos el pelo.