TikTok y los guardianes del orden moral en Egipto

TikTok

TikTok es una aplicación china para compartir videos y redes.  A pesar de que fue lanzado hace cuatro años, sólo recientemente ha despegado en su forma actual. Es especialmente durante los largos meses de confinamiento que los usuarios de Internet de todo el mundo comenzaron a utilizarla masivamente.  

Inicialmente reservada para los usuarios más jóvenes, la aplicación se ha vuelto más democrática y ha llegado a las familias. Todo el mundo entendía, incluso los que se resistían a la tecnología, que podía ser una fuente de dinero considerable.

Este fenómeno social llega a Egipto

El principio es simple y la aplicación es gratuita. Todo lo que necesitas es un teléfono móvil, descargar la aplicación y los tutoriales para entender las instrucciones son abundantes en la red.  

En Egipto las aventuras de la familia Noni El Gawad son muy populares. La familia tiene millones de vistas y suscriptores en su haber. Su secreto: pequeñas historias de la vida cotidiana, espontaneidad, ¡lágrimas en directo y funciona! 

La clase media egipcia ha encontrado una fuente fácil de dinero, que además no requiere ninguna habilidad especial más que exponer su vida privada a millones de personas como en la televisión real.  

Las estrellas de TikTok afirman haber sido capaces de cambiar de casa, de barrio y de mejorar su nivel de vida. Estas historias de éxito que se cuentan a diario son el material de los sueños, y el número de suscriptores está aumentando considerablemente.  

Atrás quedaron los días de ver videos pasivamente o hacer contenidos por diversión, hoy en día es un verdadero negocio para gestionar.  

TikTok y YouTube se han convertido en máquinas de hacer dinero. 1.000 vistas valen entre dos y tres euros. Para los 3 millones de visitas por día, son miles de euros por día y decenas de miles de euros por mes. (Algunos videos virales alcanzan más de 30 millones de visitas).  

Según un estudio de Google, la región del Magreb y Oriente Medio es un mercado en crecimiento con un tiempo de visualización cada vez mayor. “El auge de YouTube en la región MENA se debe a un factor importante: hoy en día hay más de 100 millones de jóvenes árabes. La mayoría son jóvenes. Lo que es particularmente interesante es la forma en que estos milenarios consumen el vídeo en línea: cada vez más personas se conectan a YouTube en sus teléfonos móviles”, dice el estudio.  

Hoy en día TikTok tiene 500 millones de suscriptores y 50 minutos de conexión en promedio por persona y por día.  

Según YouTube, Egipto está a la vanguardia de este floreciente mercado. Los egipcios, que se enfrentan a una grave crisis económica y cuyos ingresos disminuyen constantemente, han encontrado la forma de recuperar su salud financiera en las redes de intercambio de vídeo.  

Pero esta tecnología accesible y gratuita todavía tiene un precio. En los últimos meses, seis influencers egipcios TikTok han comparecido ante los tribunales y fueron juzgados y acusados de incitar al libertinaje porque ... bailaban y cantaban. Juicios que escandalizaron a la opinión pública egipcia.  

La ley sobre el delito cibernético aprobada en 2018 ha llevado a la creación de células de vigilancia y, obviamente, también a una fuerza policial anti-vicio. De 5 000 seguidores, las cuentas y sus compradores son escudriñadas.  

Influencers como Manar Samy, Hanin Hossam y muchas otras han sido condenadas a fuertes penas de prisión que van de dos a tres años.  

Según el juez, tocan los “valores familiares egipcios”. Estos juicios fueron seguidos por una campaña de movilización en Twitter con el hashtag “Después del consentimiento de la familia egipcia” para denunciar la infantilización de las mujeres y la tutela sobre sus cuerpos.

El 38% de los usuarios de TikTok son mujeres en Egipto y ya están pagando el precio de su audacia. Hasta ahora sólo las mujeres han sido condenadas.  

Incluso antes de la aparición de las influencers, las bailarinas ya estaban en el punto de mira del Gobierno.

El retorno a un orden moral parece confirmarse en el país de Al-Sisi. El pasado mes de junio la bailarina egipcia Sana al-Masri fue condenada a tres años de prisión por la misma razón: "incitación al libertinaje" por los vídeos en los que... bailaba. ¡Al-Masri es un verdadero icono en Egipto y si baila es porque es su trabajo! La estrella es uno de los que atacaron abiertamente al régimen islamista de la Hermandad Musulmana y al entonces presidente Mohamed Morsi. Y en las horas más oscuras de la historia del país, nadie se atrevió a encarcelarlo. Antes de Al-Masri, fueron las bailarinas rusas las que fueron expulsadas de Egipto...

El reciente encarcelamiento de influencers es parte de esta línea de represión.  

La danza oriental egipcia es una antigua tradición coreográfica. Son bailarinas como Tahia Carioca y Samia Gamel las que llevaron el cine egipcio a la escena internacional y le dieron sus cartas de nobleza.  

¿Se cuentan las horas de danza oriental en Egipto? Tic-tac o más bien TikTok nos lo dirá.  

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