Una mirada a lo que está ocurriendo en las cárceles iraníes  

Hace unos días, unos piratas informáticos de Irán consiguieron piratear las cámaras de seguridad de la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán. Al publicar algunos de los vídeos copiados de las cámaras de seguridad, pudieron mostrar al público una pequeña parte de lo que ocurre en esta prisión.  

En diferentes escenas de estos vídeos se muestra la verdad de lo que ocurre realmente en las cárceles iraníes, como los malos tratos y las palizas que reciben los presos por parte de los agentes de seguridad de la prisión, que es completamente opuesta a lo que se muestra en las películas de propaganda del régimen. Por ejemplo, en una escena una persona parece inconsciente, es arrastrada por el suelo como si fuera un cadáver y suben las escaleras del edificio de la misma manera.  

Curiosamente, en la misma escena, un clérigo de la prisión que baja las escaleras, sin tener en cuenta el trágico estado del hombre, y sin siquiera hacer una pregunta pasa por encima del cuerpo inconsciente del hombre y continúa su camino. Está claro que el clérigo está acostumbrado a estas escenas, y le resulta muy normal.  

Las imágenes difundidas, aunque no fueron tomadas en las cámaras de tortura ni en los pabellones de los presos políticos (ya que es probable que no se instalaran cámaras en esas cámaras para que los torturadores pudieran trabajar con seguridad), son tan perturbadoras que provocaron una reacción generalizada dentro de Irán. Se hizo tan intensa entre el pueblo iraní que incluso algunos miembros del parlamento, que conocen bien lo que ocurre en las cárceles, ofrecieron comentarios preocupantes para calmar la situación.

Es interesante saber que una persona llamada Mohammad Mehdi Haj Mohammadi, que está a cargo de las prisiones del país, ofreció una disculpa y asumió la responsabilidad por el comportamiento de los guardias de la prisión. Pero no se disculpó ante el pueblo iraní, sino ante Alí Jamenei, el líder supremo del régimen, así como ante los guardias de las prisiones, cuyos esfuerzos, dijo, no serán ignorados bajo la influencia de estos errores.  

Por supuesto, el motivo de su disculpa está claro.  No fue por el maltrato a los presos por parte de los guardias de la prisión, sino por la revelación de una pequeña parte de lo que ocurre en las prisiones iraníes y la exposición de algunos de los guardias al público.  

Y ahora, en lugar de tratar de responsabilizar al jefe de la prisión y a los guardias de la prisión, están buscando a los hackers que expusieron estos crímenes.  

Es como lo que ocurrió durante el levantamiento de 2009, cuando se filtró la noticia de la muerte de muchos manifestantes detenidos en la infame prisión de Kahrizak de Teherán bajo tortura. Un médico que se negó a anunciar que la causa de las muertes era un ataque al corazón fue asesinado por las fuerzas de seguridad.  

Por supuesto, durante muchos años, los presos liberados y los grupos de oposición al régimen, en particular el MEK, que han estado luchando contra el régimen de los mulás desde el comienzo de la revolución, han denunciado las torturas y los malos tratos a los presos ante la comunidad internacional.  

Muchos de los simpatizantes y miembros del MEK tuvieron que sufrir torturas similares y fueron asesinados en prisión. Hay una gran cantidad de pruebas en este sentido. Pero como no ha habido imágenes en tiempo real, clips, cintas de audio, etc. de todas las brutalidades que se estaban produciendo en las cárceles de Irán y que siguen produciéndose, el régimen iraní niega sistemáticamente cualquier tipo de maltrato a los presos.  

Es la primera vez que el régimen se ve obligado a aceptar un trato tan brutal a los presos.  

Incluso cuando Zahra Kazemi, una fotógrafa y periodista canadiense iraní fue detenida y torturada hasta la muerte por las fuerzas de seguridad del régimen en 2003, el régimen iraní se negó a aceptar la responsabilidad de su asesinato y no permitió que su cuerpo fuera enviado a Canadá, ya que las pruebas de tortura y asesinato estaban claramente en su cuerpo. Cabe señalar que esto condujo a la ruptura de las relaciones diplomáticas de Canadá con Irán, que aún continúa.  

Cabe destacar que el Sr. Javaid Rehman, Relator Especial de la ONU sobre los Derechos Humanos en Irán, en su último informe, mencionó una grave escalada de violaciones de los derechos humanos en Irán. Está previsto que este informe se presente en la próxima reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.  

Irán no ha permitido que ningún relator especial sobre derechos humanos entre en el país durante los últimos treinta años.  

Recientemente, en su informe anual a la 47ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tuvo lugar del 21 de junio al 13 de julio en Ginebra, la Comisaria de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, calificó de preocupante la situación de los derechos humanos en Irán.  

También Amnistía Internacional emitió una declaración el 25 de agosto en la que afirmaba que "es espeluznante ver lo que ocurre tras los muros de la prisión de Evin y que los abusos mostrados en las películas son sólo la punta del iceberg de la tortura en las prisiones iraníes".  

Torturas como el encierro en una jaula de un metro cúbico o en un ataúd durante varios meses o la flagelación hasta la muerte y muchas otras torturas no se ven en absoluto en estas películas.  

Hay que tener en cuenta que estos hechos coinciden con el nombramiento de Ebrahim Raisí como nuevo presidente iraní. Raisí, que estuvo directamente implicado en la masacre de 30.000 presos políticos en 1988, fue investido como nuevo presidente en junio en unas elecciones falsas organizadas por Jamenei.  

Actualmente está en la lista negra y sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea por su papel como juez que ordenó estas matanzas.  

Por cierto, al mismo tiempo, uno de los cómplices de Raisí en esta masacre, Hamid Nouri, asumió que nadie se acordaría de él después de 33 años, viajó a Europa en noviembre de 2019, pero fue identificado por algunos de los supervivientes de aquellos años y fue detenido en Suecia debido a su la denuncia, y actualmente está siendo juzgado en Estocolmo por "Crimen contra la humanidad", "Genocidio" y "Tortura" de los presos políticos en 1988.  

En este juicio, un número importante de presos que lograron escapar de las cárceles iraníes, o, mejor dicho, escaparon del régimen iraní, testificaron ante el tribunal contra este criminal y torturador. Se espera que su juicio continúe hasta finales de año y que señale el papel de Ebrahim Raisí en esta masacre.  

La publicación de las recientes imágenes de la prisión de Evin, que han sido ampliamente difundidas y compartidas tanto en Irán como en todo el mundo, sin duda atará las manos de los gobiernos occidentales que afirman respetar y dar prioridad a los derechos humanos.  

Estos gobiernos tendrán que elegir ahora entre los valores de los derechos humanos o apaciguar al régimen iraní y priorizar los intereses económicos.  

La mayoría de los iraníes quieren derrocar la actual dictadura y establecer un gobierno democrático libre basado en la separación de la religión y el Estado. Expresaron este deseo de forma pacífica con el boicot generalizado a las recientes elecciones falsas de Jamenei.  
  
Cyrus Yaqubi es un analista de investigación y comentarista de asuntos exteriores iraníes que investiga las cuestiones sociales y la economía de los países de Oriente Medio en general y de Irán en particular.