Uvalde

Arms in the United States

Uvalde (Texas, EEUU), un pueblo abatido por la tragedia ocurrida en el colegio de primaria Robb el 24 de mayo de 2022. Y a unos 500 km de la masacre, la Asociación Nacional del Rifle celebraba su convención.

Tras varias felicitaciones de autocomplacencia de las autoridades de Uvalde, llegaron las contradicciones y las implacables acusaciones vertidas por los familiares de las víctimas a medida que se descubrían los pormenores de la actuación policial.

Esta masacre de niños indefensos no cambiará nada en la conciencia de los responsables políticos americanos ni de la Asociación Nacional del Rifle. Barack Obama, durante la ceremonia de homenaje a las víctimas de Newtown (14/12/2012), lloró de impotencia al pedir únicamente la trazabilidad de las armas y la prohibición de cargadores de gran capacidad. Sin conseguirlo. Tampoco lo conseguirá Biden, quien necesitará una sólida mayoría en el Congreso para tan sólo reducir las incesantes tragedias, ya que para evitarlas habría que prohibirlas definitivamente. Así, el debate sobre las armas queda bloqueado por los congresistas republicanos pese a los asesinatos en masa que se producen uno día sí y otro también.

La Policía norteamericana es frecuentemente acusada de brutalidad policial contra sujetos detenidos y esposados, que en muchas ocasiones acaban en detenciones mortales. Así fue el caso, entre otros muchos, de George Floyd. Hombre negro asfixiado por la rodilla del policía Derek Chauvin, mientras exclamaba: “No puedo respirar”, después de 9 largos minutos de agonía. Lo que provocaría violentas manifestaciones por todo EEUU, extendiéndose por el mundo entero. Concretamente en Texas, en 2020, esas protestas fueron violentamente aplacadas por la Policía y por las que fue acusada de violencia policial.

Hace tan sólo un par de semanas Payton Gendron, un supremacista blanco, mató a balazos a personas en un supermercado de Buffalo mientras hacían sus compras. De las víctimas, 11 eran negras. Y ya van 4 tiroteos después de Uvalde, uno en el Hospital Saint Francis de Tusla (Oklahoma), otro en el parking de la iglesia de Cornestone Church en Ames (Iowa), el sábado 4 de junio otro en Filadelfia y el domingo 5 en Tennessee, con un total de 13 muertos, sin contar los heridos.

El colegio de primaria de Uvalde, que alberga un 90% de niños hispanos, fue testigo de una cobarde masacre. El asesino, que había chateado unos días antes su macabra intención, tuvo además una hora para asesinar a los niños dentro de la clase mientras la Policía estaba en el exterior expectante. Fue una hora interminable en la que los niños llamaban desesperadamente a sus padres y al servicio de emergencias para que les ayuden a salir de ese infierno.

En el exterior del Colegio Robb, la Policía montó su cordón de seguridad y se mantuvo a la espera, alegando que se trataba de una toma de rehenes, ya que los disparos habían cesado. Aquello parecía una feria, muchas luces de colores, muchos agentes con sus típicas gorras tejanas dando vueltas sin atreverse a salvar a las criaturas, otros amenazaban con Tasser en mano a padres y madres que querían socorrer a sus niños y niñas. Algunos padres acabaron esposados mientras rogaban a los agentes que intervinieran. En medio de ese caos, algunos críos conseguían escapar por las ventanas. Y mientras la Policía de Uvalde seguía sin actuar, el asesino proseguía con su matanza.

Los testimonios posteriores de los padres y madres y, sobre todo de los niños, fueron aterradores. Tardaron más de 40 minutos para entrar en el colegio. Algunos agentes lo hicieron para poner a salvo a sus propios hijos, según diversos medios. Muchas incógnitas siguen sin despejarse mientras los padres, que debían preparar unas merecidas vacaciones, han estado preparando los funerales.

La Asociación Nacional del Rifle y sus defensores son los autores intelectuales de todas las masacres ocurridas y por ocurrir en los EEUU. Esta Asociación considera que las armas son inocentes, argumentando que la responsabilidad recae sobre sus propietarios que las usan mal. Y aboga por armar a todo el mundo, incluidos los profesores, algo que ya se está dando en algunos estados. Con ello venderán más armas, más ataúdes y más flores. Incluso subirán sus acciones en Dow Jones, además de devolver al país a siglos atrás, al lejano Oeste. Unos retándose a otros. La reciente propuesta de los partidarios de VOX de liberalizar las armas en España muestra la naturaleza de este sustrato. 

Como los agujeros negros, nada ni nadie escapa al terror de los frecuentes tiroteos. Hospitales y sus enfermos, escuelas de niños, institutos, universidades, campos de fútbol, iglesias y sus feligreses o supermercados. Ir de compras con la familia podría convertirse en tragedia. Llevar a los hijos al colegio y estar pendiente del teléfono por si te dan el aviso de que alguien armado hasta los dientes está disparando a tus niños, es francamente un sinvivir.

En un país como los EEUU, donde hay más armas que ciudadanos, más matanzas masivas que ningún otro, induce a pensar que los policías de Uvalde son unos torpes por no haber aprendido nada de las tristes experiencias pasadas, además de unos cobardes congénitos al no intervenir de inmediato. Así lo reconoció uno de los agentes y así son acusados por los vecinos de Uvalde. Parece que son más efectivos contra sujetos entregados, desarmados y esposados bocabajo.

Los niños y niñas esperaban ser rescatados por los guardianes de la ley y el orden. Guardianes a los que imitaban jugando a “policías y ladrones” y a quienes respetaban y admiraban, desde su inocencia, por sus labores de seguridad ciudadana. Pero en vano. Los agentes policiales de Uvalde han fallado a los niños, a los padres y a toda la sociedad, dentro y fuera de los EEUU.

A medida que avanza la investigación, los errores procedimentales en la actuación de los agentes de Uvalde contra el asesino del Colegio Robb son escandalosos.

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato