Opinión

Wir sind alle mit Deutschland (Todos estamos con Alemania)

Roberto Mateos

Los últimos sucesos ocurridos en Alemania nos indican, por si quedaba alguna duda,  que el cáncer del terrorismo se va extendiendo cual metástasis por toda Europa. Bélgica, Francia y Alemania, son ejemplos recientes, pero no serán los últimos, varias agencias de inteligencia así lo manifiestan.

El Lunes 18 de Julio, en un tren regional cerca de la ciudad de Wurzburgo, un joven afgano de 17 años atacó a los pasajeros con un hacha y varios objetos punzantes dejando varios heridos, dos de ellos en estado crítico, el terrorista fue abatido cuando huía de la policía, este joven que había solicitado asilo en Alemania parece ser que he había auto-radicalizado recientemente y muy rápidamente.

Esta versión dada por las autoridades coincide con las últimas versiones dadas por los gobiernos americano y galo en relación con los asesinos de Orlando y Niza respectivamente, lo cierto es que este joven se grabó en un vídeo jurando lealtad al Daesh y declarando sus intenciones, por su parte el Daesh reivindicó el atentado aunque este joven no tenía relación alguna con ellos.

El 22 de Julio un atentado ocurrido en Múnich ha dejado 10 muertos y cerca de 30 heridos, esta vez en un restaurante de la cadena americana McDonald’s, anexo a un centro comercial, en donde el terrorista disparo con total impunidad sobre los clientes con una pistola de la que poseía abundante munición. La versión oficial apunta a que el terrorista, un joven de doble nacionalidad alemán-iraní tampoco tenía ninguna relación con el daesh, ni con ningún grupo de extrema derecha como se sospecho en los primeros momentos, más bien se le señala como un enfermo mental en tratamiento psiquiátrico. Sobre este atentado todavía quedan muchas incógnitas por resolver, como la procedencia del arma homicida y la versión de varios testigos que aseguraban que había tres atacantes entre otras.

Alemania ya había sufrido otros ataques de este tipo, uno a finales del año pasado cuando un iraquí atentó contra un policía con un cuchillo siendo abatido posteriormente y este año, en febrero, cuando una yihadista de 15 años apuñaló a un policía en Hannover.

Las Autoridades germanas, entre otras medidas, procedieron a suspender el transporte público, reforzar las fronteras y desplegaron cuerpos especiales. Las vecinas Austria y Suiza enviaron por su parte grupos de operaciones especiales para prestar apoyo a la policía Alemana.

Parece que la estela de los lobos solitarios va recorriendo Europa sin solución aparente. Europa se enfrenta a varios escenarios y actores, por un lado la amenaza de que entre los refugiados se hayan colado terroristas que no hayan sido detectados por las fuerzas de seguridad, con la intención de atentar en suelo europeo, por otro que dados los altos índices de radicalización en diversas zonas de Europa, simpatizantes y adeptos alentados y atraídos por la propaganda que utiliza el daesh, y sus promesas e ideales, decidan atentar por su cuenta aunque no tengan relación directa con ellos.

También existe la amenaza de que los europeos retornados de zonas de conflicto que lucharon por un estado islámico, vuelvan con la idea de atentar en sus países de origen y que las células durmientes existentes en Europa, y en contacto directo con el daesh, según varias agencias de inteligencia,  reciban la orden de activación.

Para terminar, no se puede obviar el efecto dominó que producen estos ataques, ya que sin desearlo, el fuerte impacto mediático de estas acciones puede animar a que los dudosos, temerosos o desequilibrados se decidan a realizar este tipo de acciones, utilizando la información y emulando lo que ven en los medios, en este sentido es reseñable que la fecha de este atentado ocurrido en Múnich el 22 de Julio coincida en fecha, cinco años después,  con el atentado del ultraderechista noruego,  Anders Behring Breivik, que asesino a 77 personas e hirió a más de un centenar.