Los últimos informes de la ONU sobre la región de Tigray confirman más de 500 casos de agresión por parte de soldados eritreos y las tropas nacionales etíopes

¿Precipitación al otorgar el Premio Nobel de la Paz a Abiy Ahmed?

photo_camera PHOTO/NTB Scanpix/Hakon Mosvold Larsen vía REUTERS - Fotografía de archivo, Abiy Ahmed posa con la medalla y el diploma tras recibir el Premio Nobel de la Paz durante la ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo, Noruega 10 de diciembre de 2019

La violencia no cesa en la región de Tigray, al norte de Etiopía. A pesar de que este viernes el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció la retirada de las tropas de Eritrea, los informes que llegan desde la región son terribles. “Las mujeres dicen que han sido violadas por actores armados, también contaron historias de violaciones en grupo, violaciones frente a miembros de sus propias familias y hombres obligados a violar a sus propios familiares bajo la amenaza de violencia”, declaró Wafaa Said, coordinadora de ayuda de la ONU en Etiopía. En tan solo cinco clínicas de Tigray se han registrado 516 casos de agresión sexual, aunque las cifras reales podrían ser mucho más altas “ya que la mayoría de las instalaciones de salud no están funcionando”, añadió Said. 

Estos crímenes de guerra se enmarcan en los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales etíopes y el Frente de Liberación Popular de Tigray. Conflicto que comenzó en noviembre y que se ha acentuado por la pandemia del coronavirus. Desde entonces, el Gobierno de Abiy Ahmed ha atacado militarmente a Tigray. En noviembre bombardeó con artillería pesada la capital de la región, Mekele. Según el Gobierno regional atacó “lugares e infraestructuras civiles”. También personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) que trabaja en la zona ha asegurado el asesinato de civiles por parte de los soldados gubernamentales. En Tigray también se encuentran un gran número de refugiados de Eritrea y Sudán, países con los que hace frontera esta región norteña etíope. Desde la ONU o Emiratos Árabes Unidos se ha enviado ayuda humanitaria para tratar de paliar los efectos que la guerra está teniendo en las personas desplazadas.

Desplazados internos que huyen de la violencia en Etiopía

Desde 1991 la Presidencia de Etiopía ha estado controlada por la etnia de Tigray, hasta 2018, cuando Abiy Ahmed se convirtió en primer ministro. Ahmed es originario de la región de Oromía, la región étnica más grande del país. Junto con las tropas gubernamentales de Etiopía luchan también fuerzas de Eritrea, aliada del Gobierno de Ahmed. Según testigos de Tigray, las tropas eritreas han matado, violado, saqueado y torturado. La presencia de estas tropas extranjeras en el país ha sido condenada internacionalmente. Desde Washington, el Departamento de Estado ha insistido en que “las tropas se deben retirar de inmediato”. Desde la ONU también se ha pedido a Eritrea que retire sus tropas de la región. Este viernes, Abiy Ahmed aseguró que las tropas eritreas abandonarían Tigray a través de un comunicado publicado en Twitter. 

Según un informe de Amnistía Internacional del 27 de febrero de 2021, los soldados eritreos que combaten en Tigray mataron a cientos de personas en noviembre del año pasado, en lo que el grupo de derechos humanos describió como un probable crimen contra la humanidad.

Abiy Ahmed es un político que está creando mucha controversia en torno a su Premio Nobel de la Paz. En 2019 recibió el galardón por “haber logrado la paz y la cooperación internacional y en particular por su iniciativa decisiva para resolver el conflicto con la vecina Eritrea”. No obstante, sus últimas acciones en la región de Tigray ponen en duda si realmente merecía ese premio tan honorable. “Abiy Ahmed ganó el Premio Nobel por su capacidad para detener el conflicto con Eritrea, pero eso no impidió que cometiera crímenes de guerra contra sus oponentes en la región de Tigray”, señala Heba al-Bashbishi, profesor de ciencias políticas en El Cairo. Asimismo, considera que la comunidad internacional “fue engañada” por Abiy Ahmed y no tuvo en cuenta la posibilidad de conflictos internos causados por la multitud de etnias que cohabitan en Etiopía. Abdel Rahaman Abu Kris, profesor en el Instituto Diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán también opina que la comunidad internacional y los responsables del Nobel “se apresuraron al otorgarle el premio”. 

Esta fotografía del 20 de noviembre de 2020 muestra a los supervivientes de la masacre de Mai Kadra del 9 de noviembre

No obstante, Abiy Ahmed no es el único político contemporáneo que genera polémica por su Premio Nobel. El reconocimiento a Barack Obama por su compromiso con la paz también fue muy cuestionado por su política exterior en Oriente Medio. La decisión de otorgar el galardón a la política de Myanmar Aung San Suu Kyi también creó controversia en torno a su participación en el genocidio rohingya.  

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