Dentro de unos días comienza el 76º ciclo de sesiones de la Asamblea General de la ONU

¿Quién representará a Myanmar y a Afganistán ante Naciones Unidas?

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El próximo 14 de septiembre Naciones Unidas convocará su Asamblea General anual en su sede de Nueva York. El tema del 76º período ordinario de sesiones es “Construir resiliencia a través de la esperanza para recuperase de la COVID-19, reconstruir de manera sostenible, responder a las necesidades del planeta, respetar los derechos de las personas y revitalizar las Naciones Unidas”. La recuperación de la pandemia y el actual desafío climático serán dos asuntos centrales dentro del nuevo ciclo de la Asamblea General, sin embargo, hay otras cuestiones que crean inquietud incluso antes de que este comience.

El 2021 empezó con un golpe de Estado en Myanmar que ha sumido al país asiático en la inestabilidad. Por otra parte, a partir de abril, mes en el que Joe Biden anunció la retirada completa de tropas de Afganistán, los talibanes comenzaron una ofensiva en el país que culminó el 15 de agosto con la toma de Kabul por parte de los insurgentes. La comunidad internacional siguió muy de cerca estos dos acontecimientos que han afectado el equilibro de ambas regiones.

Ahora, con la nueva serie de sesiones de la Asamblea General a punto de comenzar, la gran pregunta es quién representará a cada país en la ONU.

Myanmar

El Gobierno de Myanmar fue acusado internacionalmente por la brutal represión que llevó a cabo contra los manifestantes después del golpe de Estado de febrero. La ONU exigió al nuevo régimen liberar a los presos políticos, restablecer el Gobierno y permitir el acceso humanitario al país.

PHOTO/AFP  -   Manifestantes llevan neumáticos para construir barricadas improvisadas durante las manifestaciones contra el golpe militar en Birmania

Antes del golpe militar liderado por Min Aung Hlaing, Kyaw Moe Tun era el embajador del país en la ONU. No obstante, después de la toma del poder por parte de Hlaing, el diplomático fue destituido. Fue entonces cuando el ministro de Relaciones Exteriores del actual Ejecutivo, Wunna Maung Lwin, envió una carta a Antonio Guterres, secretario general de la ONU notificando formalmente que Moe Tun sería sustituido por Aung Threin, exmilitar afín al Gobierno.

Kyaw Moe Tun, exembajador, está en el punto de mira de los actuales gobernantes por sus críticas al golpe. A principios de agosto dos hombres fueron arrestados por intentar asesinar al diplomático en Nueva York.

La cuestión de quién representará a Myanmar en la ONU está todavía sin resolver, aunque varios activistas contrarios al golpe militar ya están presionando a la ONU para que no acepte al nuevo embajador. “Aceptar las credenciales de la junta militar afianzaría aún más al régimen, dando luz verde a la continua represión”, declaró Damian Lilly, miembro de Myanmar Accountability Protect, al periódico The New York Times.

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Rick Gladstone, periodista del medio estadounidense, explica por qué las credenciales de la ONU son tan relevantes. “Un puesto en las Naciones Unidas tiene un significado simbólico, un punto de referencia de la credibilidad y la aceptación de un gobierno en la comunidad mundial, incluso si los rivales se oponen a él”, señala. Además de formar parte de la Asamblea General, el país podría participar en agencias de la ONU como la OMS o el Consejo de Derechos Humanos. “Por tanto, la acreditación del embajador de un país para hablar en su nombre es de enorme importancia”, añade.

Afganistán

El caso de Afganistán es diferente al de Myanmar ya que el nuevo régimen talibán no ha elegido a un sucesor para Ghulam Ishaqzai, actual embajador afgano en la ONU. Ishaqzai ha condenado a los talibanes por sus actos “crueles e inhumanos”. También la ONU ha criticado las acciones de los talibanes sobre la población civil afgana, especialmente sobre las mujeres. El Consejo de Seguridad exigió a Kabul que el futuro Gobierno fuese “unido, inclusivo y representativo, incluso con la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres”. No obstante, los talibanes ya han asegurado que probablemente las mujeres no formen parte de la nueva administración.

atalayar_PHOTO/AP-Miembros de la delegación talibán

A pesar de no cumplir con las normas dictadas por la ONU, Antonio Guterres ya ha afirmado que hay que dialogar con los talibanes para evitar el colapso de la economía afgana. “Creemos que actualmente es esencial un diálogo con ellos”, señaló Guterres. Algunos países ya han comenzado un acercamiento a los talibanes, como China o Pakistán, por lo que no sería extraño que un representante del movimiento tuviese un asiento en la Asamblea General.

Myanmar y Afganistán podrían ser dos Estados sin representación en la ONU, como ya ocurrió anteriormente con China y Sudáfrica. Pekín estuvo expulsado del organismo internacional tras la revolución comunista de 1949, mientras que el país africano fue suspendido por sus políticas racistas durante el apartheid. 

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