La Autoridad Reguladora de los Medios pakistaní ordena el control de los discursos del exjefe de Gobierno tras las amenazas de Khan contra los dirigentes de la Policía y contra la jueza Zeba Chaudhry

Acusado por terrorismo el ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan

photo_camera REUTERS/NASEER CHAUDARY - Fotografía de archivo. El ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, durante un mitin para expresar su solidaridad con el pueblo de Cachemira, en Muzaffarabad, Cachemira, administrada por Pakistán, el 13 de septiembre de 2019

A menos de tres días de ser detenido, y pocos meses después de las masivas movilizaciones en las que miles de simpatizantes del ex primer ministro –ya cesado–marcharon hasta Islamabad para exigir la convocatoria de nuevas elecciones generales, Imran Khan ha despertado, de nuevo, la indignación entre sus adeptos. En esta ocasión, y frente a su residencia en la capital pakistaní, los cientos de congregados han velado por evitar el arresto del exjefe de Gobierno, acusado de terrorismo. 

Imran Khan “acusa continuamente a las instituciones estatales al formular acusaciones sin fundamento”, denunciaron las autoridades pakistaníes acerca de los “discursos de odio a través de sus provocativas declaraciones contra instituciones y funcionarios estatales, lo que es perjudicial para el mantenimiento de la ley y del orden”. Y es que las advertencias contra la jueza de la capital federal, Zeba Chaudhry, y contra los jefes de la Policía pakistaní, pronunciadas por el ex primer ministro en sus últimas alocuciones públicas, llevaron este domingo a la Autoridad Reguladora de Medios Electrónicos de Pakistán (PEMRA, por sus siglas en inglés) a prohibir las retransmisiones en directo de los discursos de Khan. 

atalayar-protestas-manifestaciones-islamabad-pakistan-favor-primer-ministro-pakistaní-imran-khan
En diferido

Durante su intervención –en un mitin que fue, a su vez, retransmitido en tiempo real– el pasado sábado por la noche, Imran Khan pidió el apoyo del Ejército tras denunciar las “torturas” y los abusos a los que, siempre según el ex primer ministro, Shahbaz Gill, otro de los líderes del Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), acusado de sedición y detenido el pasado 9 de agosto, estaría siendo sometido bajo la custodia policial. Khan amenazó así a los jefes de la Policía de Islamabad con presentar cargos por supuestos abusos policiales, y a Zeba Chaudhry, la jueza encargada del caso de Gill que aprobó extender la duración de su prisión preventiva, con registrar, también, cargos en su contra. 

“No ha habido violencia. Los vídeos que se comparten en las redes sociales son vídeos falsos”, aseguró la ministra de Información pakistaní, Marriyum Aurangzeb, ante las acusaciones de Imran Khan, a quien reprochó estar realizando “falsa propaganda”. 

Por todo ello, el PEMRA anunció la decisión de “establecer un mecanismo efectivo para garantizar un monitoreo y un control editorial efectivo” de los frecuentes discursos del ex primer ministro, que, de ahora en adelante, serán emitidos únicamente en diferido. Una medida que la formación PTI ha calificado de “fascista”, afirmando que la impugnará ante los tribunales. 

atalayar-protestas-manifestaciones-islamabad-pakistan-favor-primer-ministro-pakistaní-imran-khan-simpatizantes-pti-Pakistan-Tehreek-e-Insaf
Desacato judicial 

Por si la situación legal de Khan no fuese ya lo suficientemente complicada, este lunes se sumaba a los cargos por violar la sección 7 de la Ley Antiterrorista una acusación de desacato judicial por las amenazas contra la jueza. El Tribunal Superior de Islamabad (IHC, por sus siglas en inglés), a través de un tribunal compuesto por los jueces Mian Gul Hasan Aurangzeb y Babar Sattar, y encabezado por Mohsin Akhtar Kayani, decidió este lunes iniciar un proceso judicial por desacato contra el ex primer ministro y presidente del PTI, Imran Khan, que dará comienzo el martes. 

La ferviente protección de Khan

Ante esta situación, los simpatizantes del PTI y seguidores de su presidente no se hicieron de rogar. Las calles de Islamabad, y, especialmente, los alrededores de la residencia de Imran Khan era hoy tomadas por cientos de adeptos de la formación política Pakistan Tehreek-e-Insaf que pretendían evitar la detención del carismático líder de tendencias populistas mientras clamaban contra el Gobierno del nuevo primer ministro, Shehbaz Sharif.

atalayar-primer-ministro-mocion-censura-imran-khan-pakistan-islamabad-Shehbaz-Sharif

“Le han registrado un caso de terrorismo, pero en realidad son los terroristas que quieren suprimir las voces de millones de personas. Estaremos aquí hasta que Khan nos pida que nos vayamos”, decía uno de los manifestantes para la agencia de noticias Efe, evidenciando el calado de los discursos de Khan, que, tras ser forzado a abandonar el poder por una moción de censura –a principios del mes de abril –, acusó a Washington y a la CIA de estar detrás del movimiento político. 

“Si Imran es arrestado (…) tomaremos Islamabad”, advertía el ex ministro de Ingresos y Hacienda y ex ministro federal de Asuntos de Cachemira y Gilgit Baltistán del PTI, Ali Amin Khan Gandapur, a través de su cuenta de Twitter. 

Sin embargo, esta presión popular pareció no haber sido necesaria tras el anuncio del abogado Fawad Chaudhry, miembro del equipo legal de Khan: “el Tribunal Superior de Islamabad ha concedido una fianza de protección de tres días a Imran Khan”. Hasta el 25 de agosto. Una situación que permite al ex primer ministro ganar algo de tiempo para evitar su arresto, mientras, según afirmó Chaundhry, “comparece ante el Tribunal Antiterrorista y enfrenta los cargos en su contra”. 

Una coalición en contra

Por su parte, los partidos de la coalición en el actual Ejecutivo han instado al poder judicial a tomar acciones legales contra Khan y sus círculos más cercanos, a los que, a través de un comunicado conjunto, han acusado de “interferir en los asuntos del ministro del Interior y amenazar a los oficiales y al personal del gobierno que desempeñan sus funciones de acuerdo con la ley”.

Más en Política