El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani y el jefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah posponen sus ceremonias de toma de cargo mientras continúan con las negociaciones para alcanzar un acuerdo

Afganistán, un país dividido y condenado a vivir en el abismo de la incertidumbre

REUTERS/JONATHAN ERNST - El presidente de Afganistán Ashraf Ghani (izquierda) y el jefe ejecutivo de Afganistán Abdullah Abdullah (derecha) en una foto de familia en la Cumbre de la OTAN en Varsovia el 8 de julio de 2016

La política afgana está profundamente dividida. El histórico acuerdo de paz entre los talibanes y Estados Unidos es tan solo el primer paso para devolver la confianza a un país que desde hace más de 20 años vive asomado constantemente al abismo de la incertidumbre. Las divisiones políticas se suman a las divisiones religiosas y étnicas que forman parte de la esencia de este país fragmentado. En este escenario, el actual presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha decidido posponer su ceremonia de toma de posesión del cargo varias horas para evitar que su rival y jefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah celebre un evento paralelo, tras haberse autoproclamado ganador de los comicios celebrados en septiembre. “El programa inaugural del presidente de la República Islámica de Afganistán se celebrará esta tarde”, ha anunciado el portavoz del Palacio Presidencial, Sediq Sediqqi a través de la red social Twitter. 

Tanto Ghani como Abdullah han reclamado el liderazgo de Afganistán durante los últimos meses, amenazando una vez más con incrementar el caos político en el que está sumido el país después de que Abdullah denunciase como fraudulentas las elecciones presidenciales. Este enfrentamiento ideológico pone en peligro el histórico acuerdo de paz firmado en Doha entre Estados Unidos y los talibanes. 

Elecciones afganas

La Comisión Electoral Independiente de Afganistán (IEC) anunció en febrero la victoria del presidente Ashraf Ghani con el 50,64 % de los votos, en los comicios celebrados en septiembre. En segundo lugar, se encontraba el al actual jefe del Ejecutivo afgano, Abdullah Abdullah, con el 39,52 % de los apoyos, quien se negó a acatar esos resultados y defiende, desde entonces, que fue él quien se impuso en las urnas. Estos resultados son prácticamente iguales a los que la misma comisión presentó en diciembre, tres meses después de que se celebrasen las elecciones. El retraso en la publicación definitiva de estos resultados estuvo provocado por una serie de problemas técnicos y denuncias de fraude de varios candidatos.

“El retraso de las ceremonias permitiría más tiempo para que Ghani y Abdullah continúen con las negociaciones junto al enviado especial de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, para alcanzar un acuerdo entre los dos bandos políticos”, ha explicado un alto cargo del Ejecutivo de Ghani a la agencia de noticias Reuters. Según el portal de noticias afgano Tolo News, Khalilzad propuso a Abdullah convertirse en ministro y jefe de un Consejo de Paz en el Gobierno del presidente Ghani. Sin embargo, Abdullah exigió el cargo de primer ministro ejecutivo para supervisar el proceso de paz, y para ocupar el sesenta por ciento de los escaños del Gobierno, una propuesta que fue rechazada por el presidente Ghani.

Afganistán

Así, el presidente Ghani ofreció que el 40% de su gabinete, incluido un puesto de miembro del Consejo de Seguridad Nacional, fuera ocupado por el equipo de Abdullah. Durante este proceso de negociación Ghani también propuso a Abdullah ser el presidente del Consejo Supremo de Paz, un organismo que sería responsable de las negociaciones de paz con los talibanes. Además, el presidente Ashraf Ghani y el jefe del Ejecutivo Abdullah Abdullah tampoco han logrado ponerse de acuerdo sobre cómo afrontar las negociaciones con los talibanes. Las conversaciones interafganas comenzarán el próximo martes el 10 de marzo, de acuerdo con los términos establecidos por el acuerdo firmado entre EEUU y los talibanes el pasado 29 de febrero. 

Ghani ha anunciado que formará un consejo en los próximos cinco días para formar el equipo de negociación con los talibanes. Sin embargo, Abdullah Abdullah acusó el pasado sábado al Palacio Presidencial de monopolizar el proceso de paz. “Enviar un equipo del Palacio Presidencial a Doha, sin consultar a otras personas en Afganistán fue uno de los motivos que provocó la ausencia de un gran número de políticos en esa ceremonia”, explicó Abdullah, refiriéndose a una delegación secreta compuesta por representantes elegidos por el Gobierno afgano, para ponerse en contacto con los talibanes para tratar asuntos relacionados con el proceso de paz, según ha informado el diario Tolo News. 

Por su parte, el máximo representante del partido Jamiat-e-Islami y partidario de Ghani ha recalcado que no es posible llevar a los talibanes al Gobierno sin establecer antes un período de transición, que, según él, debería formarse en los próximos tres o cuatro meses. “Sin duda, la participación de los talibanes (en el poder) es imposible sin la formación de un Gobierno de transición, un Gobierno de reconciliación o un Gobierno de paz”, señaló. 

El Gobierno afgano celebró el pasado domingo un encuentro entre políticos afganos y representantes de los talibanes en Qatar, una reunión cuyo objetivo era promover la paz y la reconciliación en el país. Alrededor de 50 delegados de Afganistán y 17 representantes de los talibanes han asistido a la conferencia de diálogo intraafgano celebrada en Doha, y a la que han asistido representantes de Alemania y Qatar.  

Afganistán

Por su parte, el Alto Consejo de Paz subrayó la necesidad de conversaciones directas entre el Gobierno afgano y los talibanes. “Esperamos que estas conversaciones sirvan de base para iniciar una serie de negociaciones directas entre el Gobierno afgano y los talibanes”, indicó un portavoz del Alto Consejo de Paz, Assadullah Zaeeri.  Por su parte, el Enviado Especial de Alemania para Afganistán y el Pakistán, Markus Potzel, incidió en su discurso de apertura en que agradece a los afganos el haber entablado un “diálogo constructivo entre ambas partes por todo el sufrimiento que el pueblo del Afganistán ha soportado y sigue soportando”. “Hoy se han reunido alrededor de la mesa algunas de las mentes más brillantes que representan una muestra representativa de la sociedad afgana”, añadió. 

Estados Unidos y los talibanes firmaron el 29 de febrero un histórico acuerdo de paz en Doha, en presencia de observadores internacionales y representantes de varios países, y anunciaron el inicio del diálogo interafgano para poner fin a más de 20 años de inestabilidad política, económica y social. Este acuerdo establece que las tropas estadounidenses y de la OTAN se retirarán progresivamente en el plazo de 14 meses desde el momento actual.   

Durante los próximos días, según el acuerdo, alrededor de 5.000 prisioneros talibanes tendrían que ser liberados para abrir el camino de las negociaciones interafganas. Sin embargo, el domingo Ghani explicó que no había habido ningún compromiso por parte del Gobierno afgano de seguir adelante con la liberación.  El actual presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, celebrará este lunes la ceremonia de posesión de cargo con la responsabilidad de encontrar la manera de convertir la confrontación violenta, que ha castigado a este país desde hace más de 18 años, en un debate pacífico. 

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