El Movimiento Saharauis por la Paz reclama su presencia en la mesa de negociación de Naciones Unidas sobre el Sáhara

Ahmed Barack Allah: “La negociación sobre el Sáhara debe incorporar a más protagonistas”

Ahmed Barack Allah

En la última entrega de ‘De cara al mundo’, en Onda Madrid, charlamos con Ahmed Barack Allah, secretario general del Movimiento Saharauis por la Paz. Allah nos explica cómo afecta al proceso de paz saharaui el paso que desde el Gobierno de Pedro Sánchez se ha dado en apoyo al plan de soberanía marroquí sobre el Sáhara. Por otro lado, el secretario general del Movimiento Saharauis por la Paz expuso que para alcanzar un acuerdo de paz duradero se deben implicar a todos los actores afectados e incluso abrir la mesa de negociación a la intervención de países influyentes. Finalmente, Ahmed Barack Allah señaló que en las últimas conversaciones que han mantenido con Staffan de Mistura le han pedido que tenga paciencia y no tire la toalla ya que los saharauis se merecen poner fin a una situación que se extiende desde el año 1971. 

¿Qué es el movimiento Saharauis por la Paz?

Nuestro movimiento surge como una voz y una corriente crítica más frente al Polisario que recoge gran parte del sentir saharaui tras cincuenta años de guerra que ha hecho sufrir mucho a este pueblo.  

Usted es una de tantas personas que tuvo que huir del Frente Polisario porque llego a tener grandes problemas por expresar su opinión al no coincidir con el régimen único. 

Efectivamente, yo fui el primer representante del Polisario en España después de la ruptura de 1985 y estuve al frente de las relaciones con España hasta 1996, después me desplacé a América Latina como embajador y posteriormente ejercí el cargo de ministro varias veces. En 2014 tras exponer nuestro punto de vista, crítico respecto a la necesidad de un debate interno abierto para resolver los problemas, tiré la toalla y pensé que el camino adecuado era crear opiniones organizadas en formato de partido político y esto es lo que nos llevó a crear el Movimiento Saharauis por la Paz en abril de 2020. Nosotros intentamos poner en marcha una corriente política interna que no pudo cuajar debido a la naturaleza del Frente Polisario, un partido único con un sistema totalitario con un eje de mando que está al frente del Polisario desde los años 70, que surge en un contexto de Guerra Fría y aún estamos donde estamos. 

Lo que hace falta es que después de tantos años se solucione la situación tan precaria e indigna de miles de personas en los campamentos de Tinduf... 

Efectivamente, la preocupación del Movimiento y de toda la gente que se ha adherido a él es que no se pierdan más oportunidades para la paz y que se encuentre una fórmula que termine con la situación de exilio permanente en la que la población saharaui sufre lo indecible. Evidentemente esto implica tener el coraje de ver la realidad desde el sentido común y la sensatez y no aferrarse a leyendas espartanas románticas y seguir persiguiendo fantasías, si una guerra es imposible lo correcto es negociar una solución pacífica a tiempo. Estas oportunidades son las que ha estado perdiendo el Polisario desde que en 1991 comenzó el proceso de paz, esta es una de las razones por las que surge nuestro movimiento, para intervenir y que no se sigan perdiendo oportunidades de alcanzar la paz. 

Ahmed Barack Allah

¿Una autonomía del Sáhara bajo la soberanía marroquí es una buena oportunidad?

Tengo fe en la magia de la política y estoy convencido, como he dicho antes, que si la guerra es imposible lo que hay que buscar es la paz y para ello hay que explorar los caminos de un acuerdo. Efectivamente, consideramos que para alcanzar una solución pacífica se necesitan realizar ciertas concesiones en algunos puntos, no podemos estar aferrados a ideas idealizadas y no respaldadas en una correlación de fuerzas adecuadas para poder soñar con su alcance, entonces lo que dicta el sentido común es buscar una solución de compromiso. Desde esta perspectiva, el Movimiento Saharauis por la Paz ha considerado que la propuesta marroquí referente a la autonomía, aunque data de 2007, supone una base sobre la que empezar a cimentar un avance hacia una solución satisfactoria. Es cierto que la propuesta marroquí tiene que detallarse más, explicando muchos aspectos de esta y señalando qué garantías internacionales se podrían proporcionar, pero es cierto que consideramos que abre un camino que conviene explorar y desde el Movimiento Saharauis por la Paz alentamos a introducirnos en ese camino, donde consideramos que se puede alcanzar un acuerdo. En 2020 a Marruecos, por razones de solvencia democrática, se le abre un camino de demostrar hasta qué punto es capaz de asumir una situación de autogobierno que permita a los saharauis tener una identidad propia compartiendo los intereses que correspondan en esta situación. 

Tras el paso que han dado las grandes potencias europeas junto con EEUU, ¿considera que Naciones Unidas pueda volver a sentar en la mesa de negociación en Ginebra a Marruecos, el Polisario, Argelia y Mauritania para alcanzar una solución definitiva?

Las condiciones están dadas para que se avance hacia una zona de compromiso, mi temor es que al final la Comunidad Internacional acabe cansada y tire la toalla respecto a este tema, ese escenario dejaría a miles de saharauis abandonados en una situación en la que llevan más de cincuenta años. Es una preocupación justificada, recordemos que Naciones Unidas lleva más de 30 años dedicando esfuerzos y cantidad de millones para alcanzar un proceso de paz. El formato seguido por Naciones Unidas que implica cuatro protagonistas, dos principales y dos que surgen de la comisión de observadores como es el caso de Argelia y Mauritania, no ha surtido efecto. Tras dos años sin mediador acaba de ser designado el señor Staffan de Mistura y nosotros depositamos grandes esperanzas en él, en los últimos contactos que hemos tenido con De Mistura le hemos pedido que tenga paciencia y no tire la toalla fácilmente. Este movimiento de posiciones de varios países es un elemento positivo porque al menos induce a las partes responsables a pensar que el mejor camino para alcanzar la paz es la negociación. El proceso de paz y la intervención de Naciones Unidas es la mejor tribuna para explorar ese posible acuerdo, no es que sea muy optimista, pero tampoco quiero que nos obceque el pesimismo. 

Ahmed Barack Allah

¿Qué echa en falta para que este formato acabe triunfando?

El formato actual hay que abrirlo más para que se incorporen más actores y protagonistas, a estas alturas del mundo es imposible alegar una representatividad única de nada ni de nadie. Por tanto, abriendo el espacio para otros protagonistas incluso con países influyentes, como es el caso de España, sería el mejor camino para alcanzar un acuerdo. La nueva postura de España para nosotros, al contrario que para el Frente Polisario, creemos que es muy positiva, es un acto de coraje y valentía salir de esa posición de espectador como han estado haciendo todos los gobiernos de España desde 1975. Que el Gobierno de Pedro Sánchez decida remangarse las manos para intentar contribuir a una solución pacífica del problema es un gran acierto y puede ayudar a lograr esa solución para el túnel en el que se encuentran los saharauis desde el año 1971. 

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