Al menos tres muertos tras un nuevo ataque terrorista en Israel

Israel vuelve a ser escenario de un nuevo ataque terrorista. Al menos tres personas han muerto y otras cuatro han resultado heridas en un supuesto ataque terrorista perpetrado en la ciudad de Elad, de mayoría judía ultraortodoxa, según han informado los servicios de respuesta de emergencia de Israel.

El ataque, que ha tenido lugar en vísperas del Día de la Independencia de los judíos, ha involucrado a dos atacantes. Dos de los heridos se encuentran ahora en el hospital Beilinson, uno de ellos en estado crítico y otro gravemente herido. 

Este incidente es el último ataque que se produce de una serie de enfrentamientos que han confrontado a musulmanes y a judíos en Jerusalén durante el mes del Ramadán. A esto se les suma los ataques librados en varios pueblos y ciudades israelíes en los que habrían muerto, en solo una semana del mes de marzo, 11 personas. Asimismo, se han sucedido a lo largo del último mes varios ataques en la zona ocupada de Cisjordania, ofensivas que habrían dejado 16 víctimas mortales.

En paralelo, el Ejército israelí ha respondido a estos ataques, matando, al menos, a 26 palestinos, entre los que estarían incluidos varios civiles. Asimismo, la policía israelí volvió a irrumpir en la Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Vieja con el fin de desalojar a manifestantes palestinos, así como facilitar la visita de los judíos al recinto, lugar al que solo pueden acudir en condición de visitante, visitas que por otra parte se habrían suspendido durante el mes del Ramadán. 

Hamás ha elogiado el presunto ataque terrorista, aunque no se lo ha atribuido. El portavoz de Hamás, Fawzi Barhoum, ha vinculado este último ataque a los enfrentamientos producidos en la Explanada de las Mezquitas de Al-Aqsa. Barhoum declaró para la CNN que “este es un acto valiente y heroico que surge como una respuesta natural a las violaciones de la ocupación contra la mezquita de Al Aqsa”.

Según ha señalado, “el ataque envía un mensaje a la ocupación israelí de que todos sus crímenes y violaciones solo volverán a ella (…) Nuestro derecho natural es que nuestro pueblo responda a los crímenes de la ocupación, los disuada y defienda nuestros derechos. Hoy, la ocupación está pagando la factura de sus violaciones”. 
Por su parte, el ministro de Exteriores de Israel, Yair Lapid, fue el primer miembro del Gobierno israelí en pronunciarse respecto al atentado. A través de su cuenta de Twitter, Lapid afirmó que “la alegría del Día de la Independencia se ha truncado en un instante”. 

Todo esto se produce en un momento en el que el Tribunal Superior israelí ha dictaminado que el Ejército israelí tiene el derecho a desalojar a más de 1.300 palestinos que viven en algunas aldeas en Masafer Yatta, ubicadas en las colinas del sur de Hebrón.

Según el fallo judicial, esto no contemplaría el desalojo obligatorio de las viviendas, pero sí que da luz verde a que el Ejército israelí lo haga “en caso necesario”. De acuerdo con medios locales, esta decisión se trata de la mayor autorización judicial que aprueba la expulsión de los palestinos de sus viviendas desde el año 1967. De acuerdo con el Tribunal, los palestinos residentes no habrían conseguido demostrar que estaban viviendo en dichas aldeas como “residentes permanentes” antes de que el Ejército de Israel crease en esa misma zona un campo de entrenamiento. 

La Defensa, por su parte, ha alegado que, siguiendo las convenciones de Ginebra, es “ilegal expropiar tierras ocupadas”. Sin embargo, los jueces han rechazado tal alegación, defendida a su vez por el Ejército de Israel, que ha declarado que “la importancia vital de esta zona de tiro para las Fuerzas de Defensa de Israel se deriva del carácter topográfico único del área, que permite métodos de entrenamiento específicos para estructuras pequeñas y grandes, desde un escuadrón hasta un batallón”.

La decisión judicial ha sido publicada en vísperas de la celebración del Día de la Independencia israelí, una fecha que los palestinos califican como “Naqba”, día que representa uno de los momentos más oscuros de su historia donde recuerdan el éxodo masivo que vivieron después de la creación del nuevo estado israelí en 1948.