El joven Carlitos ya es nuevo número uno del tenis mundial. Carlos Alcaraz Garfia ganaba su primer Grand Slam sobre la pista de tenis más grande del mundo, la Arthur Ashe de Nueva York, en cuatro sets a otra de las figuras del futuro del tenis, Casper Ruud.
Con 19 años repite edad a la que Nadal ganó su primer gran torneo. Pero no debe ser normalizado comparar al mallorquín y al murciano porque los caminos, las épocas y los rivales son diferentes.
Alcaraz se juega su carrera en un circuito donde se pega muy fuerte a la bola, algo que él puede contrarrestar, pero también en un deporte donde la mala educación ha llegado para quedarse representada por figuras como Nick Kyrgios.

El Big Three (Nadal-Federer-Djokovic) se apaga según pasan los meses. Y ahora llega un tenis donde Alcaraz busca dominar la pista rápida, el polvo de ladrillo y la hierba de Wimbledon que ya se rinde ante Carlos III antes de que llegue Carlos I, algún día.
Alcaraz se ganó a sí mismo porque en el segundo set todo parecía abocado a esa gran derrota que muchos pedían para afianzar su carrera sobre frustraciones antes de que llegue la gloria. Pero el 2-6 no acabó con el murciano que sentía la fuerza de El Palmar animándole a miles de kilómetros de distancia concentrados en la plaza del pueblo.
Un 7-6 muy sufrido y un 6-3 donde Ruud ya no fue capaz de nada porque los golpes del español iban y venían sin tiempo para reaccionar.
Durante el bajón psicológico Juan Carlos Ferrero le pedía a su pupilo “concentración”, pero no en su juego, más bien en su cabeza donde los pensamientos no le dejaban enfocarse con claridad en el partido.

Alcaraz nunca se rinde. Logró puntos sobrehumanos durante todo el torneo y en la final no iba a ser menos si la voz del “Never gonna give you up”, Rick Astley, seguía con nervios y las manos entrecruzadas el partido junto a otras personalidades como Bon Jovi, Spike Lee o Michael Bloomberg.
A la épica de Carlos Alcaraz hay que sumar a tres españoles más que conquistaron la pista norteamericana. El madrileño Martín Landaluce, campeón junior del US Open y el gallego Martín de la Puente campeón de dobles en silla de ruedas junto al francés Nicolás Peifer.
“Seguro que serán muchas más”, esto no lo dice el público, lo dice Rafa Nadal que pocos minutos después de la final felicitaba a Alcaraz y animaba a Ruud.