Berlín pretende llegar a un acuerdo con sus socios europeos después de lograr reducir su dependencia del crudo ruso

Alemania apoya el embargo petrolero a Rusia

photo_camera REUTERS/MICHELE TANTUSSI - Olaf Scholz, canciller alemán

La dependencia de Europa respecto al petróleo ruso podría comenzar a reducirse de forma severa. El embargo de la Unión Europea al crudo de Rusia es una de las principales propuestas del nuevo paquete de sanciones que espera aprobarse esta misma semana, lo que sería ya el sexto paquete de sanciones desde el inicio de la invasión rusa, hace más de 60 días. 

Lo trascendental de esta nueva medida es que ahora cuenta con el apoyo de Berlín, una respuesta muy significativa para la Unión debido a que Alemania, la mayor economía comunitaria, se había mostrado como uno de los socios más reticentes al embargo del petróleo. Sin embargo, el corte del suministro del gas a Polonia y a Bulgaria por orden del presidente ruso, Vladimir Putin, como respuesta por su negativa a pagar en rublos habría hecho cambiar la opinión del país germano.

La primera vez que se decidió hostigar directamente a la energía rusa fue con las medidas del quinto paquete. Unas negociaciones que escenificaron las primeras grietas existentes entre los 27. Aun así, las medidas de hostigamiento consiguieron salir adelante, en parte por la condición alemana de aceptar una moratoria de cuatro meses para que a esta le diese tiempo a desligar sus centrales térmicas del carbón de procedencia rusa. 

El presidente ruso Vladimir Putin escucha durante una reunión de la Junta de Supervisión de Rusia la Tierra de las Oportunidades en el Kremlin, en Moscú, Rusia, el 20 de abril de 2022

El sí de Alemania, sin embargo, no representa a todos los países europeos. Italia, Grecia, Austria y Eslovaquia han mostrado sus reticencias durante una reunión celebrada la semana pasada. El miedo a un aumento exponencial de los precios, junto a la alta dependencia del petróleo que presentan, son los principales motivos que subyacen entre los países que se muestran contrarios.

La misma semana en la que estos cuatro países mostraron su negativa, Alemania comenzaba a dar sus primeros pasos hacia el sí. En esta línea, el ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, miembro de Los Verdes, declaró en su visita a Varsovia que el embargo petrolero era “manejable”. Un día después, el portavoz del Gobierno de Olaf Scholz tuvo que aclarar que el país no podía prescindir del petróleo ruso de la noche a la mañana, pero si “en unos meses”.

Junto a esto, el ministro de Economía ha asegurado que todavía “hay muchas cuestiones abiertas” aunque “no obstaculizaría” lo que podría ser un eventual embargo ya que estaría en condiciones de “gestionarlo”. “Todas estas medidas que estamos tomando requieren un enorme esfuerzo conjunto. Un enorme coste de parte de la economía y de los consumidores (…) pero son necesarias si no queremos ser chantajeados por Rusia”, declaró a Associated Press.

El ministro alemán de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck

Asimismo, Hungría es uno de los países más dependientes del petróleo ruso, motivo por el cual desde un inicio se negaron a boicotear el mercado petrolero procedente de Moscú. De esta forma, la Comisión Europea habría ofrecido al país húngaro “una exención o un largo periodo de transición” con el fin de mantener la unidad de esta medida europea y poder llevarla a cabo. 

En el momento en el que Rusia inició la invasión, Alemania importaba el 35% del petróleo ruso, un porcentaje que ahora se habría visto reducido al 12%, después de que algunas empresas importadoras hubiesen conseguido cerrar acuerdos con otros proveedores. El único hueco que faltaría por solventar sería el de la refinería de Schwedt que funciona exclusivamente con el tipo de crudo de Moscú y donde, por el momento, no habría incentivos para buscar sustitutos. 

Este aspecto dificulta que exista una no dependencia total del petróleo ruso. Tanto es así que el propio tubo a través del cual llega el petróleo hasta Alemania posee un nombre ruso, “Druzhba”, que significa amistad, y representa una de las infraestructuras petroleras más largas y con mayor capacidad a nivel mundial. Según Habeck, el Gobierno podría llegar a controlar la refinería como ya habría hecho con la filial alemana de la empresa gasística rusa, Gazprom. 

La sede de PCK-Raffinerie GmbH (fotografía aérea tomada por un dron) en Schwedt, este de Alemania, el jueves 28 de abril de 2022. El petróleo crudo procedente de Rusia llega a la refinería de petróleo PCK de Schwedt a través del oleoducto Friendship

Druzhba también pasaría por las rutas sur de Eslovaquia y Hungría, llegando a recibir de Rusia el 96% y el 58% de sus importaciones petroleras, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía. 

El viraje en la nueva decisión alemana acelera el proceso de la aprobación de este sexto paquete. En este sentido, la Comisión Europea, encabezada por Ursula Von der Leyen, pretende presentar en el menor tiempo posible un nuevo borrador de sanciones que presionen todavía más a Rusia. El ataque a la energía rusa no solo manda un mensaje político si no que es un golpe directo a su economía ya que los ingresos petroleros de Rusia son mayores y más impactantes para el presupuesto estatal de lo que es el gas. Solo en el año 2021 Rusia ganó más de 110 000 millones con las exportaciones petroleras, el doble de lo que habría conseguido a través del mercado gasístico. 

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea
Posibles sustitutos de Rusia

El hecho de que los envíos de petróleo sean más fáciles de redirigir que el gas natural, ya que no tiene que sufrir los mismos procesos de envío, facilita su sustitución y la redirección de este al resto de países europeos. Así, para garantizar el suministro a Europa, Estados Unidos podría aumentar simultáneamente las ventas de crudo que provienen de sus reservas estratégicas. De esta forma, Washington estaría ya vendiendo 1.3 millones de barriles diarios de su Reserva Estratégica de Petróleo, cantidad que podría aumentar. Asimismo, China habría comenzado a liberar petróleo de sus reservas nacionales con el objetivo de aliviar los precios del crudo.

El embargo de la Unión Europea al crudo de Rusia es una de las principales propuestas del nuevo paquete de sanciones que espera aprobarse esta misma semana

Los países de Oriente Medio y del Golfo también juegan un papel trascendental en este ámbito. Con el fin de garantizar la disponibilidad de barriles, Europa y Estados Unidos podrían pedir a los países de Oriente Medio que alivien las restricciones de destino de sus envíos y presionen a China y a La India para que reorienten hacia Europa diferentes cantidades petroleras.

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