España, Francia e Italia, respaldados por otros nueve países, han planteado la emisión de deuda pública en forma de coronabonos por parte de la UE para minimizar el impacto financiero del virus

Alemania y Países Bajos rechazan los planes de sus socios europeos para atajar las consecuencias económicas del coronavirus

photo_camera PHOTO / AFP - La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, durante la sesión celebrada este jueves en el Parlamento Europeo

Los socios de la Unión Europea han vuelto a chocar este jueves por las medidas para atajar la crisis del coronavirus. España, Francia e Italia, respaldados por otros nueve países, han propuesto la emisión de deuda pública de la UE en forma de coronabonos durante la cumbre europea que se ha celebrado este jueves para coordinar las estrategias para recuperar la normalidad económica y social una vez que termine la pandemia. Alemania, Países Bajos y Austria rechazan de plano esta opción, que supondría compartir los costes de la peor crisis sanitaria de Europa de los últimos años. 

Los presidentes España, Pedro Sánchez, e Italia, Giuseppe Conte, se han plantado al finalizar el encuentro y se han negado a secundar la declaración que iban a lanzar las autoridades europeas. Ambos mandatarios reclaman medidas contundentes y decisivas. El Consejo Europeo ha acordado, tras la exigencia de Italia y España, volver a reunirse en dos semanas con nuevas propuestas económicas para hacer frente al parón industrial que está teniendo lugar en la UE como consecuencias del coronavirus. 

“Invitamos al Eurogrupo a presentar propuestas en dos semanas. Estas propuestas deberán tener en cuenta la naturaleza sin precedentes del choque del coronavirus que afecta a todos nuestros países”, dice la declaración conjunta aprobada por los líderes comunitarios tras una cumbre por videoconferencia de más de seis horas que recoge Efe. “Nuestra respuesta será incrementada, como sea necesario, con más acción de un modo inclusivo, a la vista de los acontecimientos, para dar una respuesta amplia”, dice la declaración.

Durante la tensa reunión, celebrado por videoconferencia, se hicieron muy visibles las discrepancias a la hora de abordar la crisis sanitaria. Los países del norte, al igual que durante los peores momentos de la última gran recesión en la UE, han abogado que cada país salga de esta nueva crisis con sus propios recursos, mientras que los socios del sur piden medidas conjuntas. 

Los líderes de la Unión Europea durante la cumbre extraordinaria celebrada por videoconferencia este jueves

Alemania ha rechazado de plano la fórmula de los coronabonos, defendida esta vez por Francia. Emmanuel Macron, presidente galo, ha asegurado que esta no es una crisis como las anteriores y todos los socios la van a sufrir por igual. Países Bajos y Austria también han secundado la posición de los germanos. La única medida que ha salido en claro de la cumbre celebrado este jueves es la puesta en marcha de una línea de crédito de emergencia del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) con una capacidad de hasta 410.000 millones de euros. 

Los líderes comunitarios no han cerrado un acuerdo, por tanto, ni para la emisión de “coronabonos” o deuda mutualizada de la Unión; las dos principales medidas a debate y que seguirían sobre la mesa a espera de los ministros de Economía y Finanzas (el Eurogrupo).

“Hemos debatido todas las posibilidades y hemos tomado la decisión de continuar todos nuestros esfuerzos basándonos en un compromiso muy fuerte.

Estamos listos para hacer todo lo que sea necesario para encontrar la solución correcta, pero tenemos que continuar nuestros esfuerzos”, ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa tras la reunión. “La puerta está abierta para debatir todas las otras posibilidades sobre la mesa”, ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Reproches entre socios

El titular de finanzas neerlandés, Wopke Hoekstra, ha afirmado tras la cumbre de este jueves que Bruselas tiene la obligación de investigar a países como España por no tener la capacidad presupuestaria suficiente para hacer frente a situaciones como la del coronavirus y no haber ahorrado durante el tiempo que ha estado creciendo. El primer ministro de Portugal, António Costa, ha reaccionado con enfado ante estas declaraciones, que ha calificado de “repugnantes y contrarias al espíritu europeo”, y se ha apresurado a defender a España.  “Si la UE quiere sobrevivir, es inaceptable que cualquier político, sea del país que sea, pueda dar una respuesta de esta naturaleza en medio de una pandemia como la que estamos viviendo”, ha señalado Costa en declaraciones recogidas por Efe. 

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