Iban dirigidos contra objetivos civiles en las ciudades de Abha y Khamis Mushait, según información oficial del Reino

Arabia Saudí intercepta nuevos drones lanzados por los hutíes desde Yemen

photo_camera AFP/FAYEZ NURELDINE - El portavoz de la coalición militar dirigida por los saudíes, el coronel Turki al-Maliki, durante una conferencia de prensa

Arabia Saudí destruyó varios aviones no tripulados enviados desde Yemen por parte de los rebeldes hutíes en el marco de la sempiterna guerra que asola al país yemení en la que los insurgentes luchan contra una coalición internacional encabezada por el reino saudí con el fin de socavar el Gobierno establecido. Esta nueva ofensiva llega tras el llamamiento hecho por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para alcanzar una tregua ante la obligada lucha contra la propagación de la actual pandemia del coronavirus, que ha dejado ya decenas de miles de muertos y centenares de miles de contagiados en prácticamente todo el mundo. 

Los aliados liderados por los saudíes (apoyados por Estados Unidos y entre los que se encuentra Emiratos Árabes Unidos) derribaron los drones dirigidos por los hutíes que buscaban “objetivos civiles” en las ciudades saudíes de Abha y Khamis Mushait, según publicó la agencia oficial de noticias saudí SPA, remitiéndose a palabras pronunciadas por el portavoz de la coalición militar, el coronel Turki al-Maliki. 

A lo largo de los últimos meses se han venido sucediendo los ataques con drones y misiles por parte de los hutíes hacia territorio saudí. Sobre todo, buscando destruir infraestructuras petrolíferas y aeroportuarias, como las de Saudi Aramco (mayor compañía petrolera del mundo) y el aeropuerto de la ciudad de Abha. Ahora, desde el Reino se denuncia que los insurgentes han buscado atacar objetivos civiles directamente. 

Esta foto de archivo, obtenida por The Associated Press, muestra un avión teledirigido UAV-X de los rebeldes hutíes de Yemen

Esta ofensiva llega en un momento delicado, incluso para el mundo, con la amenaza sanitaria global del COVID-19, una plaga vírica que ha dejado hasta el momento más de 24.000 muertos y más de 534.000 contagios en hasta 188 países; con un mayor número de decesos acaecidos en Italia, España y China, y con Estados Unidos liderando en su caso el número de contagios actualmente. 

Después de más de cinco años de conflicto bélico en Yemen, el país del Golfo no tiene, lógicamente, una buena situación para hacer frente a la problemática desatada con el coronavirus. La nación yemení es una de las más empobrecidas del mundo y su crisis humanitaria provocada por la guerra fue declarada por la ONU como la “más grave del mundo”. En el sexto año de conflicto civil armado, el país se encuentra en su situación más débil posible para hacer frente al COVID-19. 

Este miércoles se cumplió el quinto aniversario de la intervención militar de la coalición armada liderada por Arabia Saudí contra los hutíes, grupo chií apoyado por Irán, gran enemigo del reino saudí y de la confesión suní del islam. Estos rebeldes tomaron en 2014 la capital Saná desalojando al Ejecutivo apoyado internacionalmente y presidido por Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, quien tuvo que huir a la capital saudí de Riad en busca de socorro por parte del rey Salmán bin Abdulaziz al-Saud. 

En esta foto de archivo del 1 de agosto de 2019, los combatientes hutíes viajan en camiones montados con armas

El conflicto obligó a cuatro millones de personas a abandonar sus hogares y a más de 24 millones (más del 80% de la población) a recurrir a la ayuda humanitaria. Situación totalmente insostenible a la hora de tener que enfrentar la propagación del temido coronavirus, teniendo en cuenta, además, los problemas que hay para el acceso a los alimentos más básicos para subsistir, como ha venido denunciando la propia ONU.  “Las capacidades del país son muy débiles y nuestros recursos escasos”, señalaron fuentes del Departamento de Control de Enfermedades y Epidemias del Ministerio de Salud hutí. “Incluso ya estamos cortos de camas y equipos porque hemos debido encarar varias epidemias y enfermedades (como la malaria, la meningitis o el cólera) y estamos bajo un bloqueo (militar y económico) que ha creado grandes necesidades, ni hablar ahora del coronavirus”, según añadieron estas mismas fuentes a la agencia de noticias Efe. 

Los propios hutíes, que controlan la capital yemení y otras puntos neurálgicos del país como el puerto de Hodeida, tuvieron que pedir ayuda a la comunidad internacional y a organismos como la propia ONU y Cruz Roja, a pesar de continuar con una guerra que ha destruido, entre otros espacios, centros hospitalarios, afectados por los propios ataques hutíes. 

Ante este panorama, el enviado de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, lamentó en su cuenta oficial de Twitter que "los campos de batalla están dividiendo el Yemen y haciendo más difícil combatir el posible brote de COVID-19". 

Un combatiente rebelde hutí sostiene su arma

Por ello, solicitó "reducir la violencia en todo el país y trabajar juntos para proteger al pueblo yemení" e instó a los bandos enfrentados a seguir las directrices del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que pidió el pasado día 23 en una carta un "alto el fuego global frente al COVID-19".

Los rebeldes hutíes y el Gobierno reconocido internacionalmente acogieron positivamente estos llamamientos, tras los fallidos procesos de paz de los últimos cinco años. El Ejecutivo yemení agradeció los llamamientos de Guterres y Griffiths, al igual que hizo el jefe del Consejo Político Supremo de los hutíes, Mahdi al-Mashat, en un discurso televisado.

El enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths

Los hutíes han anunciado que hay 18 hospitales preparados en 11 provincias para manejar casos de coronavirus, pero existe una aguda falta de equipos de protección personal, vestimenta y de otros tipos. El Ejecutivo sólo controla en este caso contadas regiones del país.

Yemen tiene actualmente 16 diagnosticados por coronavirus, pero, de momento, ningún muerto; aunque el sistema sanitario del país no podría hacer frente a una epidemia en medio de la escasez de suministros, equipamiento y personal médico.

Los hutíes ofrecen liberar saudíes a cambio de miembros de Hamás

Mientras continúa el trascurso de la guerra de Yemen, Abdel Malek al-Houthi, líder de los rebeldes hutíes, confirmó que existe voluntad de soltar varios cautivos saudíes a cambio de la puesta en libertad de miembros de Hamás recientemente detenidos en Arabia Saudí. 

En una intervención televisiva durante la celebración del quinto aniversario de la devastadora guerra de Yemen, Abdel-Malek al-Houthi anunció la “completa disposición de los rebeldes a liberar a un piloto secuestrado en el derribo de un avión de guerra saudí el mes pasado, junto con otros cuatro soldados y oficiales”, a cambio de miembros de Hamás que fueron arrestados bajo la acusación de obtener fondos para el grupo yihadista palestino. 

Unas milicias palestinas chiíes de Hamás que gobiernan la Franja de Gaza y que son apoyadas también por la República Islámica de Irán para enfrentar a uno de los principales enemigos de la región como es Israel; al igual que ocurre con el caso del soporte iraní a los hutíes en Yemen, en este caso para oponerse a Arabia Saudí y a la expansión suní en Oriente Medio. 

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