Arabia Saudí está de moda. Hay quienes creen que la Supercopa de España, la de Italia, el Dakar o el Saudí Tour son el principio del lavado de imagen que quiere pagarse el país árabe

Arabia Saudí y el deporte como excusa desde 1992

La Supercopa de España se juega en Arabia Saudí

Arabia Saudí está de moda. Hay quienes creen que la Supercopa de España, la de Italia, el Dakar o el Saudí Tour son el principio del lavado de imagen que quiere pagarse el país árabe. Pero todo empezó en 1992 cuando el rey Fahd inventó un torneo que acabó en manos de la FIFA. 

#MonarquíaAbsoluta
En la península arábiga se encuentra el Reino de Arabia Saudita, una de las seis monarquías absolutas que quedan en el mundo, actualmente en manos del rey Salmán bin Abdulaziz. Considerada la tierra de las mezquitas sagradas y un país que interpreta rigurosamente el islam. 

#OroNegro
Con estos mimbres y flanqueado por países rivales como Emiratos Árabes o Catar, Arabia Saudí encontró el petróleo en 1938 y desde entonces es una potencia avalada por el oro negro sólo superada por Venezuela. Millones de barriles al día, millones de dólares en sus cuentas corrientes al caer el sol. Mucho dinero en manos de un estado que tiene en el respeto a los derechos humanos su principal disfunción. 

#ReyFahd
En 1992, el monarca Fahd bin Abdelaziz abrió el libro gordo del marketing por la página que aclaraba que la mejor manera de cambiar la opinión del resto del mundo sobre tu país era por medio del deporte. Se inventó un torneo llamado Copa del Rey Fahd que enfrentaba a la selección de Arabia Saudí con otras potencias mundiales, ganadoras de sus confederaciones como la Copa América (Argentina), la Copa de Oro (EEUU) o la Copa de África (Costa de Marfil). Ni Oceanía ni Europa participaron en aquel torneo que acabó ganando un buen aliado político, Estados Unidos.

#CopaConfederaciones
En 1995 llegaron los que faltaban. Dinamarca por parte de Europa (sorprendente campeona de la Eurocopa de 1992) y Japón, ganadora de la Copa de Asia. El torneo lo ganó Dinamarca en la final a Argentina. Y es aquí cuando la FIFA entra en juego. El brasileño João Havelange era el presidente del máximo organismo mundial del fútbol en aquellos años, el gran artífice de convertir el deporte rey en el rey de los negocios. El presidente que involucró a grandes marcas en los torneos mundiales y el que oficializó aquella Copa del Rey Fahd que pasó a llamarse Copa Confederaciones y a disputarse el año anterior a los mundiales en el país que posteriormente albergaría el mundial. 

#Catar2021
Lo que empezó como un torneo a mayor gloria del Rey Fahd y para que el potencial futbolístico de Arabia Saudí se midiese a otros grandes rivales ha derivado en la nada más absoluta. El Mundial de Catar que se celebrará en 2022 instaba a jugar la Confederaciones en el verano catarí de 2021 pero las altas temperaturas obligaron a cancelarlo y a ofrecer la posibilidad de sustituirlo por el Mundial de Clubes. Como ven, el negocio del fútbol siempre a merced del mejor postor, siempre con algo que ofrecer de su excelso catálogo de torneos. 

#Abusos
Pero Arabia Saudí ha vuelto por sus fueros. El Mundial de Catar y el poder de los Emiratos Árabes Unidos les obliga a saber utilizar sus petrodólares para tapar sus decisiones hacia colectivos como los homosexuales o las mujeres. Y qué mejor forma de meter todo eso debajo de la alfombra que poniendo a estrellas mundiales del deporte encima. 

#MotorEnArabia 
El primer Dakar que disputa Fernando Alonso se celebra en Arabia Saudí. Una apuesta personal del príncipe Mohamed bin Salmán que ya ha conseguido que la Fórmula E, la de los coches eléctricos, y pilotada por Alejandro Agag, también tenga un hueco en su reino. 

#CiclismoEnArabia
Luego llegará el ciclismo. El Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta Ciclista a España tienen un nuevo rival, el Saudí Tour. La carrera se disputa en febrero y la han llevado hasta tierras árabes la misma empresa que gestiona el Dakar. Ahora solo falta que los grandes equipos lleven a sus figuras, pero la política de ir a gastos pagados disipa cualquier duda. 

#SuperDinero
España también es fiel a la cita saudita. Rubiales ha agitado el mundo del fútbol en España y la Supercopa es su principal fuente de ingresos. Ya explicábamos en otro hilo que los cinco años que España va a llevar a Yeddah al Real Madrid, al Barcelona y a otros dos equipos de la liga española va a reportar pingües beneficios a las maltrechas arcas federativas. La ética, los principios, los valores y todo eso que quieren que represente el fútbol español con sede en Las Rozas, se olvida cuando aparece don dinero. 

#Salvapatrias
Luis Rubiales ya se ha encargado de filtrar convenientemente que el fútbol español va a ayudar a que la represión sea más llevadera durante cuatro días. Que las mujeres puedan salir de las jaulas en las que ven el fútbol en los estadios para compartir asiento incluso con hombres y un sinfín de beneficios más que convertirán a Arabia Saudí en candidata al premio Nobel de la Paz 

#ReyDelNegocio
No olvidemos que el deporte es negocio. El fútbol es el rey de todos los negocios deportivos, a medias con la Fórmula 1 que también hace sus pinitos en el Golfo Pérsico desde hace años, y que irá donde esté el dinero. Con la Supercopa de España no cambiaremos Arabia Saudí, conoceremos la realidad de un país que lucha contra sí mismo y por un espacio en un mundo que no es el suyo. Veremos fútbol, o ciclismo o a Carlos Sáinz pelear con Fernando Alonso por un podio, pero no busquemos más. Los demás se aprende en casa y en los libros. 

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