Puede significar un paso adelante hacia el fin del embargo político y económico que pesa sobre el Estado qatarí desde junio de 2017

Arabia Saudí y Emiratos participarán en la Copa del Golfo a pesar del boicot a Qatar

photo_camera AFP/KARIM JAAFAR - Jassim al-Shukali (Izq), vicepresidente de la Asociación de Fútbol de la Copa del Golfo Árabe, y Jassim al-Rumaihi, secretario general de la Asociación de Fútbol de la Copa del Golfo Árabe, hablan durante una conferencia de prensa el 13 de noviembre de 2019, en la capital qatarí, Doha

Se empiezan a dar pasos importantes en relación con el desbloqueo de la situación de embargo político y económico que decretaron Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto sobre Qatar tras acusar a este de propiciar la inestabilidad en Oriente Medio apoyando a grupos terroristas transfronterizos. Y es que tanto saudíes, como emiratís y bahreinís han confirmado que tomarán parte en la 24ª edición de la Copa del Golfo de fútbol, que se disputará en territorio qatarí entre el 24 de noviembre y el 5 de diciembre. Según ha remarcado también la Federación Árabe de la Copa del Golfo, organizador de la cita deportiva. 

Se modifica así en parte la postura que existía de boicotear este evento cumpliendo con el embargo político y económico que Arabia Saudí, EAU, Bahréin y Egipto impusieron sobre Qatar al acusarle de sustentar el terrorismo en la región del Golfo. Un bloqueo que se decretó en junio de 2017 y que se sigue manteniendo hoy en día.

La Asociación de Fútbol de Emiratos indicó en un comunicado oficial que había tomado la determinación de tomar parte en la 24ª edición de la Copa del Golfo, a disputar en Qatar, “después de recibir una nueva invitación de la Federación Árabe de la Copa del Golfo”. 

Las entidades federativas saudí y bahreiní también anunciaron oficialmente que sus respectivas selecciones estarán presentes en la próxima cita balompédica en la que están representados los principales combinados de las naciones del golfo Pérsico. 

Este cambio de última hora supone el pequeño contratiempo de que habrá que volver a formular los calendarios y emparejamientos de la competición para la inclusión de las escuadras saudí, emiratí y bahreiní. Aunque esto no supondrá escollo alguno debido a lo que significa esta reciente e importante adhesión de estos países a la competición; lo que supone un avance muy importante, habida cuenta del enfrentamiento diplomático que vienen protagonizando Arabia Saudí, Emiratos y Bahréin con Qatar. 

Selección nacional de fútbol de Arabia Saudí, antes del partido de fútbol de la Copa del Golfo de Naciones de 2017

Los esfuerzos que se han venido llevando a cabo para solventar la ruptura de relaciones entre estos países y el Estado qatarí han cristalizado ahora en la decisión tomada respecto a la Copa del Golfo de 2019. 

Actualmente, la mediación más activa es la que se viene produciendo entre Arabia Saudí y Qatar; y posteriormente EAU podría entrar también en esta dinámica conciliadora. 

La nación saudí lleva tiempo intentando remediar algunos conflictos internacionales en diversos frentes que tiene abiertos. Por ejemplo, últimamente había intensificado los contactos para poner las bases de una solución a la guerra de Yemen, en la que una coalición liderada por el Reino (de la que forma parte EAU) lucha contra los rebeldes hutíes, milicias chiíes respaldadas por Irán que tratan de socavar el Gobierno yemení establecido y que amenazan los intereses suníes del Estado saudí en la región. 

Qatar también parece que trata de reconducir la situación y aproximarse más al resto de la comunidad árabe. Arabia Saudí y EAU acusaron a los qatarís de aproximarse a Irán y de sustentar actividades terroristas, algo que fue negado rotundamente por Doha; a pesar de lo cual no se acabó librando del boicot. 

Uno de los puntos álgidos del choque diplomático llegó con las Cumbres de La Meca, auspiciadas en el Reino por el rey Salman bin Abdulaziz bin al-Saud y organizadas por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la Liga Árabe, en la que se acusó mayoritariamente a Irán de “amenazar la paz mundial” dentro de unas resoluciones finales de las que se acabó desmarcando Qatar. 

Selección nacional de fútbol de Emiratos Árabes Unidos al comienzo del grupo de la Copa Asiática de la AFC 2019

Ahora se trata de suavizar un poco más la situación con el régimen iraní y sus aliados más próximos tras los choques acaecidos y después de los ataques que sufrieron infraestructuras petrolíferas y aeroportuarias saudíes en territorio propio, perpetrados por los hutíes. 

En esta línea se manifestó Abdulkhaleq Abdulla; el académico emiratí habló en la red social Twitter de “desarrollos significativos para resolver la disputa del Golfo”. 

El martes pasado, el ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Mohamed bin Abdulrahman bin Jassim al-Thani, manifestó ante los medios de comunicación que ha habido “algún diálogo sobre la disputa en curso del Golfo”. “Hay esfuerzos estadounidenses que Qatar aprecia para preservar la unidad del CCG y devolverlo a lo que solía ser”, indicó Al-Thani. Un Consejo de Cooperación del Golfo que, como entidad regional, integra a Qatar, Arabia Saudí, EAU, Bahréin, Kuwait y Omán. 

"Qatar siempre está abierto al diálogo y ha expresado su disposición a entablar un diálogo incondicional basado en el respeto mutuo, la no intervención en los asuntos internacionales de otros Estados y el respeto a la soberanía de estos", agregó el ministro de Asuntos Exteriores qatarí. 

La anterior edición de la Copa del Golfo, ganada por Omán, se disputó hace dos años en Kuwait, sede alternativa que tuvo que improvisarse porque la prevista era Qatar, donde finalmente no pudo disputarse la competición por el citado embargo que se le impuso. 

El próximo torneo de 2019 se disputará íntegramente en el estadio Khalifa de Doha, con capacidad para 40.000 espectadores y unas modernísimas instalaciones que servirán como escenario ideal para la disputa de la Copa del Golfo. Es la cuarta vez que el país qatarí organiza esta competición. 

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