Riad lleva años trabajando en diferentes iniciativas que giran alrededor del deporte y que le acercan a los países occidentales

Arabia Saudí y su apuesta por el deporte, la clave del acercamiento a Occidente

photo_camera AFP/FAYEZ NURELDINE - Valla publicitaria que da la bienvenida al nuevo delantero portugués del club de fútbol saudí al-Nassr, Cristiano Ronaldo, se muestra a lo largo de una carretera en la capital de Arabia Saudita, Riyadh, el 3 de enero de 2023

Arabia Saudí se erige como el mayor atractivo para el deporte en el Golfo.

La proyección que muestra Arabia Saudí es tan grande como complejo es su análisis. Son muchas y muy ambiciosas las iniciativas que el Reino ha puesto – y pretende seguir poniendo – en marcha para afianzarse como líder regional. En una situación donde Emiratos se postula como el gran rival por el liderazgo del Golfo, Riad ha encontrado en el deporte un camino con el que abrirse a Occidente y ganarse un puesto entre los socios más fuertes de numerosos países de Europa.

Los caminos explorados por los saudíes para fortalecer su posición y conseguir progresar en sus vínculos con los países occidentales están basados en un desarrollo dentro de sus propias fronteras. Visión 2030 es el mayor ejemplo de aquello a lo que aspira Arabia, pero no el único. Su candidatura a la Expo y al Mundial de fútbol, ambos en 2030 – a lo largo de este texto se verá la suma importancia de este año para el país –, pretenden ser el colofón a una serie de proyectos que ya cuenta con los Juegos Asiáticos de Invierno 2029. Y es que, para preparar el terreno, Arabia Saudí hace años que pretende abrirse paso en el deporte europeo, y ha sido el fútbol el primero en experimentar su llegada.

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Su irrupción en el deporte rey

Riad eligió el fútbol – como hiciera en 2008 su vecino emiratí comprando el Manchester City – para entrar en el deporte europeo. El objetivo, un histórico de la Premier League inglesa, el Newcastle United. Un club en horas bajas, en posiciones de descenso a Championship (segunda división del fútbol inglés), que fue comprado por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí por una cifra cercana a los 350 millones de euros. Mohammed bin Salman y su fortuna de 320 mil millones de euros desembarcaron en la Premier para devolver la gloria a un gigante dormido.

Desde la llegada de los saudíes, el equipo ha cambiado por completo. Los magpies (urracas), que estaban asentados en los puestos de descenso, ahora pugnan con los mejores equipos de Inglaterra por entrar en los puestos de UEFA Champions League. Sextos en la clasificación – con dos partidos menos que el resto de sus competidores –, son el equipo que menos encuentros ha perdido en toda la liga, empatado con el líder, el Arsenal de Mikel Arteta. El cambio, liderado por Eddie Howe (entrenador) y una generación de jóvenes talentosos como Bruno Guimaraes, Alexander Isak o Sven Botman, ha logrado elevar al Newcastle a los puestos más altos de la tabla.

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La adquisición del equipo de St James’ Park es seguramente el más importante de los pasos que ha dado Arabia Saudí en el fútbol europeo, pero no el único. El foco estaba puesto en el deporte con más seguidores en todo el mundo, pero la forma de acercar a Riad a esta cultura futbolística arraigada al Viejo Continente desde hace más de un siglo no podía quedarse ahí. Arabia Saudí, además de ir al fútbol europeo, quería traer a este y sus estrellas a su territorio, y encontró en el renovado modelo de Supercopa española e italiana una nueva oportunidad de apertura a Occidente.

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Supercopas y Superfutbolistas

La Supercopa de España se celebró por primera vez en Arabia en el año 2020. Desde entonces, a excepción de 2021 que, a causa de la pandemia se jugó en España, la Supercopa se ha disputado en territorio saudí, y lo seguirá haciendo, al menos, hasta el año, por supuesto, 2030. Treinta millones de euros al año han permitido a Riad contar con los cuatro mejores equipos de España en tres partidos – semifinales y final – en su país. La decisión de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Kosmos de Gerard Piqué mediante, ha llevado el fútbol español a Arabia impulsando un acercamiento entre países desde lo deportivo.

Al menos así es como se presentó este cambio de sede – y formato, hasta entonces sólo competían dos equipos en una final a doble partido –, a los aficionados españoles. Y no ha sido el único. En 2023, Italia se ha sumado a esta corriente y ha celebrado la final de la Supercopa de Italia en el mismo estadio que lo hicieron Real Madrid y Barcelona en la de España, el King Fahd International Stadium de Riad. De esta forma, Arabia ha conseguido traer fútbol de élite a su país, algo que no ha hecho sólo con equipos.

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La mayor muestra de ello es la llegada de uno de los mejores deportistas de la historia a Arabia Saudí, como es Cristiano Ronaldo. El considerado por muchos mejor futbolista de todos los tiempos firmó en el mercado invernal por el Al-Nassr, elevando el fútbol saudí a una nueva dimensión. El astro portugués se convirtió en el jugador mejor pagado de la historia y su llegada ha generado un impacto sin precedentes en el país. Ocho goles y dos asistencias en seis partidos de liga, asentando a su equipo en la primera posición, y una presentación por todo lo alto que llenó el estadio Mrsool Park.

Todo parece indicar que no será el único. A Ronaldo se le podrían unir estrellas que precisamente compartieron vestuario con el luso en su etapa en el Real Madrid. Karim Benzema, Luka Modric o Sergio Ramos son algunos de los jugadores que cuentan con ofertas de equipos saudíes y no sería de extrañar verlos dentro de poco compitiendo en la liga de Arabia Saudí. Lo que empezó siendo una inmersión saudí en el fútbol europeo tiende a derivar en el propio país árabe como el atractivo de grandes jugadores para aumentar el nivel de su liga y, de momento, parece que lo están consiguiendo.

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El motor como producto consolidado: Dakar y Fórmula 1

A todos los proyectos que está poniendo en marcha Riad hay que sumar uno de los buques insignia del deporte del motor, el rally Dakar. La competición ganada tres veces por Carlos Sainz se celebra desde el año 2020 en Arabia Saudí, cuando el español se convirtió en el primero que ganaba en Yeda. Desde entonces, se ha convertido en uno de los acontecimientos deportivos más importantes del país. Cinco mil kilómetros de trazado disputados en cinco categorías diferentes: coches, motos, camiones, cuatriciclos o quads, y side by side (SSV) o ligeros. 

El rally, celebrado desde 1978, comenzó teniendo un recorrido que conectaba ciudades de Europa – en su inicio París, pero fue variando y partiendo desde Granada, Lisboa o Barcelona – con la capital de Senegal, Dakar, de ahí el nombre que, a pesar del cambio de sede, se ha mantenido. El cambio más importante fue a raíz de la amenaza terrorista en el año 2008. Ante la posibilidad de ataques por parte de Al Qaeda en Mauritania, Francia pidió la suspensión de esa edición, abriendo una nueva etapa en la competición ya que se llevó a Sudamérica.

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Durante diez años (2009-2019), el Dakar se llevó a Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú. El cambio fue aún mayor cuando a partir de 2017, las categorías pasaron a ser las cinco mencionadas anteriormente. Hasta ese momento, el rally había pasado por 29 países diferentes (21 en África, tres en Europa y cinco en América), cuando llegó a Arabia Saudí, que se convirtió en el primer país asiático en contar con el Dakar. Pero no sólo eso, sino que consiguió hacerse con la competición de forma exclusiva durante cinco años, es decir, al menos hasta 2024.

Si el Dakar es un producto asentado a nivel internacional, la Fórmula 1 lo es aún más. Y por eso, Arabia quiso traer el Gran Circo a sus tierras, concretamente a Yeda. Lo hizo con el circuito urbano más rápido del calendario y el segundo trazado más largo – algo más de seis kilómetros, sólo superado por los siete de Spa Francochamps –. Estrenado en la temporada 2021 – mismo año en el que se terminó de construir –, el fin de semana que viene albergará por tercera vez el Gran Premio en un circuito con 27 curvas y tres zonas de DRS que se disputa de noche, convirtiéndose en uno de los más atractivos de todo el calendario de la F1.

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El ambicioso horizonte 2030

Arabia Saudí ha puesto el foco en el 2030. No será necesariamente el momento en que Riad haya completado su proyecto, pero sí una fecha clave para las aspiraciones saudíes. Visión 2030 es la piedra angular de un proyecto que engloba toda una serie de iniciativas que pretenden elevar a Arabia del liderazgo regional al internacional. Y si llevan años trabajando en el tema deportivo, lo que viene para los próximos no va a ser menos.

Algunos están confirmados y en otros son, de momento, aspirantes, pero Arabia Saudí está haciendo un gran esfuerzo por albergar las mejores competiciones de todas las disciplinas a nivel internacional. Uno de los más importantes y con los que Riad ya se ha hecho son los Juegos Asiáticos de Invierno 2029. Estos serán posibles gracias al proyecto Neom, una ciudad futurista que contará con unos avances tecnológicos que permitirán convertir la arena en nieve y lo hará, además, de forma sostenible, llevando agua desalada del Mar Rojo a las montañas. Así, la cordillera de Trojena dejará de ser un desierto para convertirse en una estación de esquí con un resort de lujo.

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Otro de los grandes acontecimientos deportivos que tendrá lugar en Arabia será la Copa Asiática de fútbol 2027, una competición especial para el país. Los saudíes son el segundo equipo que más veces ha ganado este torneo (tres), sólo superado por Japón (cuatro). Este 2023 será Catar quien acoja el evento para dar paso a Arabia Saudí en 2027, lo que se espera sea una gran preparación para el objetivo aún más ambicioso del Reino, el Mundial de fútbol 2030.

Riad aspira a tomar el testigo que dejará el Mundial de 2026 que tendrá lugar en Canadá, México y Estados Unidos. Y lo pretende hacer, como en dicha edición, con el apoyo de dos países, Egipto y Grecia. No obstante, en esta ocasión, los rivales que tendrá enfrente el país de Mohamed bin Salman pondrán las cosas realmente difíciles. España, Portugal y Ucrania componen una de las principales candidaturas, aunque no la única. Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay, siguiendo esta tendencia de presentar varias sedes de forma conjunta, pretenden llevar el Mundial a Sudamérica. Como único país que quiere albergar el Mundial de forma independiente, aparece Marruecos. No obstante, en los últimos días se ha contemplado la idea de unir esfuerzos con la candidatura de España, Portugal y Ucrania, aprovechando el auge del fútbol marroquí como uno de los principales atractivos.

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La Copa del Mundo es vista en Arabia Saudí como el colofón perfecto a una década de progreso en todas las áreas. El desarrollo que está llevando a cabo el país a nivel económico y tecnológico se está viendo acompañado por una fuerte apuesta por el deporte. Y es este el que está permitiendo a Riad acercarse cada vez más a Occidente, tejiendo buenas relaciones con países europeos, abriendo las puertas de su país a cada año más visitantes, y consagrándose como líder regional – sin desmerecer a Emiratos – y apuntando al, quien sabe si tras Visión 2030, uno de los líderes a nivel internacional.

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