La escasez de lluvia obliga a Argel a mejorar la capacidad de producción de agua subterránea

Argelia tomará medidas contra la sequía y reactiva el “plan urgente”

Establecer plantas de desalinización, producir pozos de agua subterránea o activar el plan de acción de la policía del agua son algunas medidas que Argelia va a poner en marcha para paliar las consecuencias de la sequía que atraviesa el país. El Gobierno de Abdelmadjid Tebboune ha anunciado su intención de “tomar medidas urgentes” ante la “creciente escasez de lluvia debido a los cambios climáticos”. Para ello, se va a recuperar “el plan urgente aprobado durante los dos últimos años 2021 y 2022”.

El objetivo es garantizar que todos los ciudadanos argelinos puedan contar con agua potable de forma regular durante todo el año. De no rehabilitar y ampliar las plantas desalinizadoras, así como la mejoría de la capacidad de producción de agua subterránea, la sequía podría afectar de forma directa a ciertos sectores de la población. Otra de las medidas que se pretende llevar a cabo es la reducción en el número de horas de distribución del agua ante la preocupación del Ejecutivo por las condiciones climáticas que, además, no parecen tener una tendencia positiva para el futuro.

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El director del Centro Argelino para el Clima, Saleh Sahabi Abed, ha explicado en declaraciones al medio Al Sharq que la disminución de las precipitaciones en el país argelino durante la última década se encuentra entre el 30 y el 40%. También ha alertado de tomar medidas a nivel global, no sólo en su país. Antes que buscar una solución por las consecuencias que deja la sequía, apunta a la cusa de esta y señala a la emisión de gases, responsable en buena parte tanto de la escasez de las precipitaciones como del aumento de las temperaturas en todo el mundo.

Tebboune anunció la activación de la policía del agua para luchar contra uno de los problemas principales de Argelia, según la Empresa Argelina de Aguas, como es el “despilfarro de agua”. Esta “policía” está especializada en monitorear las zonas de uso del agua en todos los campos y evitar el desperdicio de esta. Sobre todo, teniendo en cuenta que la conexión ilegal a la red de agua acarrea pérdidas de entre el 20 y el 25%, una tendencia que, según avisan las autoridades, es cada vez más común en todo el país y pone en peligro el correcto abastecimiento del sistema.

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Los datos del Ministerio de Recursos Hídricos de Argelia fijan el límite anual de explotación de aguas subterráneas en unos seis mil millones de metros cúbicos. No obstante, la intención es realizar estudios científicos urgentes con el objetivo de determinar el estado exacto de la tasa de aguas subterráneas y recalcular esos números. En esa misma línea, el presidente Tebboune ha ordenado un estricto control de las licencias expedidas para explotar estas aguas, así como el regadío de áreas de cultivo, con importantes sanciones para aquellos que perforen pozos de manera ilegal.

Una de las alternativas que ofrece mejores resultados es la mencionada desalinización del agua de las costas argelinas. Con más de 1.200 kilómetros de litoral repartidos en los estados del norte de Argelia, la ampliación de las plantas desalinizadoras es uno de los pilares sobre los que se quiere sostener este plan contra la sequía. Actualmente, el agua desalada cubre las necesidades del 17% de la población argelina gracias a las once plantas que operan en el país, que cuentan con una capacidad de producción que supera los 770 millones de metros cúbicos anuales.

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