La región Nagorno-Karabaj ha visto cómo en el año 2020, en medio de una pandemia mundial, ha estallado en su territorio de nuevo una guerra que se ha mantenido latente en el tiempo

Armenia y Azerbaiyán: peligro de estallido en la frontera Nagorno-Karabaj

PHOTO/AP - Soldados de armenia examinan una casa destruida por el bombardeo de la artillería de Azerbaiyán en Stepanakert, la región separatista de Nagorno-Karabaj, el viernes 6 de noviembre de 2020

En los últimos años la frontera se ha caracterizado por una continua violación del alto al fuego, y a pesar de la intervención rusa para buscar la pacificación de la zona, las posiciones entre ambos países siguen siendo muy distantes. 

La región comúnmente llamada “Alto-Karabaj” o “Nagorno-Karabaj” es una región del Cáucaso meridional. En la actualidad a la región se le conoce como República de Artsaj, actuando como un Estado separatista apoyado por Armenia, pero considerado internacionalmente como parte de Azerbaiyán. En este sentido se puede considerar que existe una doble dualidad, perteneciendo de hecho a Azerbaiyán, y de facto a la República de Artsaj. 

Para comprender cómo es posible que se hayan producido enfrentamientos durante décadas, es necesario retroceder hasta inicios del siglo XX, cuando el Gobierno designó este terreno como una región autónoma del Gobierno de Azerbaiyán soviético, permaneciendo la violencia anterior bajo control gracias a la formación del Oblast Autónomo de Nagorno-Karabaj dentro de las fronteras de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán1

Sin embargo, en el año 1988 se produce un levantamiento de la región, exigiendo la unificación con Armenia2.  Este hecho provocó una guerra que perduró por más de 6 años y en la que perdieron la vida cerca de 30.000 personas. Sin embargo, y a pesar del alto al fuego que se produjo en el año 1994, tanto Armenia como Azerbaiyán presentan posturas muy enfrentadas desde entonces. 

El presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev

Cada uno de los actores enfrentados esgrime sus propios argumentos para “convencer” a los demás de que son ellos los que llevan la razón. Por un lado, Armenia apela al referéndum del año 1991 en el que la región de Nagorno-Karabaj decidía separarse de Azerbaiyán3.  Aquí es muy importante remarcar que en torno al 95% de las personas de esta región son de etnia armenia. Por otro lado, Azerbaiyán recurre a resoluciones de las Naciones Unidas en las que se expresa que el territorio es parte del territorio de Azerbaiyán4

En este sentido, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha adoptado hasta la fecha cuatro resoluciones, de las cuales ninguna ha llegado a implementarse5

  • Resolución 822. Adoptada tras la ocupación de la ciudad de Karavachar. En la resolución se exige la retirada de las fuerzas armenias para que la ocupación no ponga en peligro la estabilidad y la seguridad de la región. 
  • Resolución 853. Adoptada tras la ocupación de la ciudad de Agdam. La resolución llama a un alto al fuego de ambas partes y la desocupación de las fuerzas armenias de la región. 
  • Resolución 874. Adoptada tras la ocupación de las ciudades de Fuzuli, Cebrail y Qubadli. En la resolución se insta a un alto al fuego y negociación de paz entre ambas partes. 
  • Resolución 884. Adoptada tras la ocupación de la ciudad de Zengilan. En la resolución se exige que Armenia abandone de inmediato todos los territorios ocupados6

En este sentido se puede apreciar que, mientras Armenia apela a una circunstancia de sentimiento de pertenencia y étnica, Azerbaiyán se basa en el reconocimiento a nivel internacional. No existe ninguna administración que reconozca el área de Nagorno-Karabaj como armenio. 

Desde el estallido del conflicto se trató de poner solución, con la creación en el año 1994 del Grupo Minsk a manos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Este grupo se encuentra copresidido por Estados Unidos, Francia y Rusia, consiguiendo que ambas regiones aceptaran un alto al fuego que posteriormente ambas violentaron7

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian

A mediados del año 2020, y en medio de una pandemia mundial provocada por la COVID-19, los enfrentamientos entre las fuerzas de ambos actores se siguieron sucediendo, donde los dos se acusaban mutuamente de ser el culpable. En este sentido, Armenia ha sido el más perjudicado ya que ha visto cómo el empleo por parte de Azerbaiyán de una gran variedad de sistemas aéreos no tripulados ha sido clave en la contienda, agravado por el escaso conocimiento e integración de esta tecnología en las filas armenias8

Si se observa la capacidad militar de Armenia y Azerbaiyán se evidencia cómo la primera está muy por detrás en recursos y posibilidades, ocupando el puesto 96 en el ranking Global Firepower, mientras que Azerbaiyán se sitúa en el puesto 52, 44 por delante de los armenios9.  En este sentido, es una guerra asimétrica en la que Azerbaiyán tiene todas las de ganar. 

Esta situación de permanente enfrentamiento solo se detuvo el 9 de enero con el alto al fuego acordado entre ambas fuerzas, ayudadas por la mediación de Rusia10, con el objetivo de poner freno a la escalada de violencia del año 2020 donde se produjeron cerca de 5.700 protestas y violencia política y más de 6.000 incidentes traducidos en batallas11

Que haya sido necesaria la intervención de Rusia para ayudar a la “pacificación” de la zona resulta especialmente interesante, debido a que detrás de esta aparente ayuda desinteresada debe haber algo más. 

El presidente ruso Vladimir Putin

Rusia no se encontraba en una posición demasiado cómoda, y es que para hacer efectivos los acuerdos adoptados con Armenia debían de prestarles apoyo para su defensa; sin embargo, no estaban siendo capaces de igualar las fuerzas. Esto les proporcionaba una imagen de cierta debilidad, al no ser capaces de poner fin al conflicto, por lo que decidieron intervenir para lograr la pacificación, a sabiendas de que la capacidad militar armenia es insuficiente. 

Con este acuerdo, Rusia se erige como la única potencia que ha sido capaz de intermediar, dejando de lado a Turquía, que si bien no podrá desplegar militares para el mantenimiento de la paz como si hará el Kremlin, ha informado de que enviará observadores. De este modo, Rusia ha conseguido salvar la relación tanto con Armenia como con Azerbaiyán, aunque los armenios no están demasiados satisfechos con la resolución. 

En Armenia el acuerdo ha sido visto por el gran grueso de la población como una rendición, donde consideran a su presidente un traidor. El acuerdo, que permite el despliegue militar ruso para controlar la paz, tiene una duración de máximo cinco años, después del cual tanto Armenia como Azerbaiyán pueden pedir su retirada, notificándolo con cinco meses de antelación al plazo final. Tal y como está la situación, parece difícil que se pueda llegar a un acuerdo perenne en el tiempo que garantice la estabilidad en la zona. 

Además, con la firma del documento se autoriza a Azerbaiyán el control de la zona de Nagorno-Karabaj. Sumado a esto, se indica que Ereván debe entregar siete áreas adyacentes a Karabaj. Junto a estas también debe entregar las áreas de Kalbajar y Lauchin, el corredor Lauchin sin embargo quedará bajo control ruso12.  

La gente grita mientras irrumpe en el edificio parlamentario en protesta contra un acuerdo para detener los combates en la región de Nagorno-Karabaj

Ante todas estas concesiones, en las que solo se reconoce a Armenia la posibilidad de seguir controlando pequeñas zonas centrales de Nagorno-Karabaj, es necesario comprender cuáles son los motivos que le han llevado a aceptar este acuerdo. 

Todo parece indicar que Armenia se ha visto “obligada” a firmar un acuerdo a sabiendas que es claramente perjudicial para sus intereses. Sin embargo, la clara incapacidad del Ejército para seguir a cabo con las acciones de disputa ha provocado esta situación, y es que se estima que el Ejército armenio ha perdido a más de 5.000 soldados, significando esto un 10% del total de las Fuerzas Armadas. El primer ministro armenio reconoció que por parte de los militares se le instó a aceptar el acuerdo, ya que se habían agotado los bienes humanos y materiales. 

Aunque se haya llevado a cabo este acuerdo, no parece que la resolución definitiva esté cerca si quiera de producirse. Mientras por parte de Azerbaiyán siguen reclamando el territorio como propio, Armenia insiste en la independencia de la República de Artsaj. Además, siguen sin tratarse asuntos tanto importantes como la delimitación de las fronteras, el regreso de refugiados o las medidas para lograr la paz a largo plazo. Esta falta de acuerdo, unido al estado de permanente tensión, sigue provocando enfrentamientos, agravado por la dificultad para llevar a cabo el proceso de desminado de la zona, el cual podría durar más de 20 años.

España por su parte parece mostrarse claramente posicionada del lado de Azerbaiyán, como se demostró en el año 2019 cuando España exportó a Azerbaiyán material de defensa por un valor de 63,6 millones de euros. Este hecho supuso ignorar el embargo impuesto por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que solicitaba a los países miembros no vender armas a los países en conflicto en la zona de Nagorno-Karabaj. El Gobierno español se defendió alegando que este embargo era voluntario13.  El embajador de Armenia en España ha solicitado el cese en la venta de armas por parte de España hacía Azerbaiyán y Turquía. 

Edificio dañado tras un reciente bombardeo en la ciudad de Shushi (Shusha), en el curso de un conflicto militar sobre la región secesionista de Nagorno-Karabaj

Igualmente, existe un claro interés de España en las relaciones comerciales con Azerbaiyán, sobre todo en metales preciosos, combustibles fósiles, energías renovables e inversiones14

A pesar de estos vínculos comerciales, España ha instado en varias ocasiones a un alto al fuego en la región, aunque es cierto que ha rechazado hasta en tres ocasiones, la última en 2018, reconocer el genocidio armenio. 

En vistas de la sensación de desilusión e ira que el acuerdo de paz ha provocado en Armenia, el desgaste que ha supuesto tanto para Rusia como para Azerbaiyán, así como la necesidad de Turquía de mostrarse como alternativa viable al control ruso, parecen indicar que la solución del conflicto está lejos de producirse. Será necesario estar muy atentos, ya que es probable que en los próximos meses se vislumbre cuál puede ser el futuro de la región. 

Por último, la crisis provocada por la COVID-19 ha complicado mucho las ya tensas relaciones entre ambos actores, dificultando y poniendo más escollos a una posible vía de resolución. Aunque todo parece indicar que la única alternativa viable es la desocupación de la zona en conflicto por parte de Armenia en cumplimiento de las diferentes resoluciones de la ONU, así como de su incapacidad para hacer frente a Azerbaiyán.

Jairo Sánchez Gómez, criminólogo y analista de terrorismo internacional y colaborador del Área de Terrorismo y Conflictos Armados de Sec2Crime

Referencias bibliográficas:

1 - C. McLaughlin, E. “Deep-seated animosity paves way for Armenia, Azerbaijan violence”, CNN, 3 de abril de 2016. Disponible en: https://edition.cnn.com/2016/04/03/asia/armenia-azerbaiajan-nagorno-karabakh-explainer/index.html 

2 - M. Simmons, A. y Gauthier-Villars, D. “Armenia-Azerbaijan War: What is Happening in Nagorno-Karabakh?”. The Wall Street Journal, 11 de enero de 2021. Disponible en: https://www.wsj.com/articles/armenia-azerbaijan-conflict-11601325097 

3 - Ibíd.

4 - Schreck, C. y Jhonson, L. “Explainer: The Nagorno-Karabaj Conflict”. Eurasianet.org, 6 de agosto de 2014. Disponible en: http+s://eurasianet.org/explainer-the-nagorno-karabakh-conflict 

5 - Rehimov, R. “Las cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de ONU sobre la ocupación de Armenia al Alto Karabaj”, Agencia Anadolu, 29 de septiembre de 2020. Disponible en: https://www.aa.com.tr/es/mundo/las-cuatro-resoluciones-del-consejo-de-seguridad-de-onu-sobre-ocupación-de-armenia-al-alto-karabaj-/1990003 

6 - Ibíd.

7 - Nagorno-Karabaj Conflic. Council on Foreign Relations. Disponible en: https://www.cfr.org/global-conflict-tracker/conflict/nagorno-karabakh-conflict 

8 - Marín Delgado, J.A.” Guerra de drones en el Cáucaso Sur: lecciones aprendidas de Nagorno-Karabaj”. Documento de Opinión IEEE 21/2021. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2021/DIEEEO21_2021_JOSMAR_DronesCau caso.pdf 

9 - Ibid.

10 - Ghaplanyan, V. “Armenia and Azerbaijan: High risk of cross-border violence in Nagorno-Karabaj despite ceasefire, ACLED, Febrero 2021. Disponible en: https://acleddata.com/2021/02/02/ten-conflicts-to-worry-about-in-2021/ 

11 - Ibíd.

12 - “Nagorno-Karabak, porqué los armenios se sienten traicionados por su presidente”, nuevo periódico, 11 de noviembre de 2020. Disponible en: https://nuevoperiodico.com/nagorno-karabaj-porque-los-armenios-se-sienten-traicionados-por-su-presidente/ 

13 - “España vendió equipamiento militar a Azerbaiyán el año pasado pese al embargo de la OSCE”, El independiente, 15 de noviembre de 2020. Disponible en: https://www.elindependiente.com/espana/2020/11/15/espana-vendio-equipamiento-militar-a-azerbaiyan-el-ano-pasado-pese-al-embargo-de-la-osce/ 

14 - MATIAS, C. “Karabaj es Azerbaiyán y España arriesga negocios millonarios en la zona”, ABC, 30 de septiembre de 2020. Disponible en: https://www.abc.es/internacional/abci-karabaj-azerbaiyan-y-espana-arriesga-negocios-millonarios-zona-202009291647_noticia.html   

  

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