Autoridades colombianas señalan a las FARC y al ELN por el ataque al helicóptero del presidente Duque
El presidente de Colombia, Iván Duque, se trasladaba el viernes 25 de junio en un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana, que realizaba el trayecto desde Sardinata, municipio del departamento de Norte de Santander, hacia Cúcuta, capital del mismo departamento, zona fronteriza con Venezuela, cuando el helicóptero Black Hawk fue atacado desde el aire; como narró uno de los tripulantes, las ráfagas de fusil se sintieron como “sonidos extraños” no determinados y solo fue cuando todo había pasado, una vez el aparato tocó tierra, cuando Iván Duque, el ministro de Defensa, Diego Molano, y el ministro del Interior, Daniel Palacios, así como el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, y el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, que lo habían acompañado a la visita a Sardinata, salieron ilesos del ataque al helicóptero.
La zona donde transitaba el mandatario colombiano es conocida como la región del Catatumbo, más de 10.000 kilómetros cuadrados de espesa selva y comunidades rurales que por décadas han estado a la merced de la guerrilla colombiana, paramilitares y narcotraficantes. Pero en los últimos años han comenzado a operar bandas criminales venezolanas que se disputan el territorio para el tráfico de la droga.
En esa misma ciudad, la semana pasada antes del incidente hubo un atentado con coche bomba contra la Brigada 30 del Ejército que dejó 36 soldados heridos. La base tiene presencia de militares estadounidenses. Y aunque el Gobierno señala a miembros del frente urbano de guerra del Ejército de Liberación Nacional (ELN), bajo las órdenes de Antonio García, miembros del Comando Central de ese grupo armado, las autoridades no descartan a otras organizaciones criminales.
Asimismo, la Policía informó del hallazgo de dos fusiles en el barrio La Conquista, desde donde se produjeron los disparos contra la aeronave presidencial. Se trata de un AK-47 y un 7-62 con marcas de las Fuerzas Armadas de Venezuela, cinco proveedores y 20 vainillas, de acuerdo con las informaciones presentadas por el director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas.
Mientras que las entidades que investigan el atentado contra la aeronave en la que iba el presidente de Colombia, Iván Duque, señalan una alianza entre Robinson Navarro Flores, alias ‘Alfred’, miembro del frente de guerra Nororiental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Carlos Eduardo García Téllez, alias ‘Andrey’, segundo cabecilla del frente 33 de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y algunas bandas criminales como la posible causa del ataque. Si bien las autoridades no responsabilizan directamente a los grupos armados, mencionan la sospecha de dos autores físicos del atentado, de los que se han podido hace retratos robot distribuidos por la Policía.
"Se ha recibido información de una posible alianza criminal narcotraficante entre el frente urbano del ELN y las disidencias de las FARC Grupo Residual Organizado Frente 33 con organizaciones narcotraficantes y criminales que delinquen en el Norte de Santander y tienen presencia en Venezuela", dijo durante una rueda de prensa, el ministro de Defensa, Diego Molano que explicó que estas primeras informaciones se basan en testimonio recogidos en la zona y que la investigación sigue en curso.
Se sospecha que los individuos retratados utilizaron la ya mencionada AK-47 y el fusil 7-62 para disparar contra el helicóptero, según los informes aportados por la Policía y publicados por el diario El espectador. Además, dicha entidad sostiene que las investigaciones realizadas hasta el momento apuntan a que “hay coincidencia balística” entre las vainillas encontradas y el fusil FAL de calibre 7,62, de fabricación belga y ensamblado en Venezuela, y el fusil AK-47 incautados el pasado sábado en el barrio La Conquista, a 1,2 kilómetros del aeropuerto de Cúcuta y desde donde supuestamente se hicieron los disparos.
El ELN, que ha cometido atentados similares contra bases militares colombianas, desmintió en un comunicado difundido en varios de sus canales tener relación con este atentado y aún no se ha pronunciado sobre el ataque contra el helicóptero presidencial.
En este sentido, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, ha advertido que el ELN y FARC buscan infiltrarse y generar violencia y vandalismo en las protestas antigubernamentales convocadas para el 20 de julio en la capital, Bogotá, y Cali.
Las protestas buscan apoyar la discusión del pliego de peticiones en el Congreso de Colombia. Las peticiones, entre las que se incluye una renta básica para diez millones de personas, entre otras cosas, no han podido ser discutidas con el Gobierno en el marco de la ronda de diálogos iniciada para atajar la situación.
Coordinador América Latina: José Antonio Sierra.