Benkirán falla en su intento de incitar a los sindicatos contra el Gobierno marroquí
El líder del partido Justicia y Desarrollo, Abdelilah Benkirán continúa tratando de incitar a la población contra el Gobierno del líder del partido Agrupación Nacional de Independientes, Aziz Ajanouch. Esta vez, Benkirán habría tratado de boicotear el acuerdo social alcanzado entre Ajanouch y varios representantes de los sindicatos más trascendentales del reino alauí.
Ajanouch, en el marco de la apertura de del 6º Foro Parlamentario sobre Justicia Social, invitó a “los sindicatos y a la CGEM, a emprender una reflexión seria y responsable sobre cómo institucionalizar el diálogo social para que sea ejecutorio y regular”, además de acordar “una carta nacional de diálogo social que defina los derechos y deberes de los distintos actores”.
Tras los diferentes encuentros ejecutados entre Ajanouch y los representantes sindicales, este habría conseguido alcanzar un acuerdo con los mismos, firmándolo oficialmente el 30 de abril de este mismo año. En este sentido, las centrales sindicales marroquís habrían recibido de buen agrado la medida, al igual que varios partidos políticos y sindicatos del país.
En él, el gobierno marroquí habría logrado un acuerdo entre la patronal y las tres centrales sindicales más importantes del país árabe, que habría conseguido alcanzar varios compromisos laborales. Entre ellos destacaría la subida del salario mínimo para los trabajadores tanto del sector público como del sector privado, así como la reforma del régimen de pensiones.
De acuerdo con el texto acordado, las tres partes han conseguido alcanzar un incremento del 10% del salario mínimo, que beneficiaria a los sectores de industria, comercio y de las profesiones libres. Esta medida se implementaría en dos subidas, la primera llevándose a cabo en un 5% en septiembre de este mismo año y la otra se ejecutaría en septiembre del año 2023.
Además, han decretado una subida del salario mínimo de los funcionarios que forman parte del sector público en 2.823 dirhams, lo que equivaldría a 286 euros hasta 3.500 dirhams, unos 332 euros, a partir del próximo septiembre.
Asimismo, se prevé que con este acuerdo se consiga incrementar los subsidios familiares de los trabajadores, además de mejorar las condiciones relacionadas con el sistema de pensiones, como bajar el número de años cotizados para acceder más fácilmente a la edad de jubilación. Junto a esto, las partes firmantes se habrían comprometido a mejorar las condiciones laborales de las mujeres en distintos sectores, institucionalizar el diálogo social y acelerar la regulación del derecho a huelga.
Sin embargo, con motivo del día del trabajo, Benkirán, habría tratado de “boicotear” el acuerdo después de que este haya tratado de incitar a los sindicatos contra el Gobierno de Ajanouch.
A pesar de estos intentos, Benkirán no habría conseguido el resultado que esperaba. Así lo ha señalado el secretario general de la Confederación Marroquí del Trabajo, Moneim Mayara, a través de un comunicado. En él ha indicado que Benkirán “tiene derecho a expresar su opinión sobre los asuntos públicos en función de su posición en el Partido de la Justicia y el Desarrollo” pero aseguró que su sindicato “no está preocupado por las declaraciones de Benkirán” y tildó de “provocativas” sus declaraciones tras afirmar que “el interés de la nación está por encima de las alineaciones, y por eso el Sindicato Marroquí del Trabajo llegó a un acuerdo con el gobierno”.
Aun así, el líder islamista declaró que “el acuerdo firmado por los sindicatos el sábado no está a la altura de lo que se les propuso en 2016”. Junto a esto afirmó que los sindicatos se habían convertido en “meros instrumentos en manos de la Confederación General de Empresas Marroquíes”.
Por su parte, Ajanouch ha tratado de desmarcarse de estas acusaciones, llegando a señalar que “los socios encontrarán en nosotros todo el apoyo necesario para proteger los derechos fundamentales del trabajador, garantizando unas condiciones de trabajo dignas y la protección social, y contribuyendo a la profundización de la participación democrática de las partes concernidas a través del diálogo”.
De esta forma, el jefe de Gobierno subrayó que el acuerdo habría sido un éxito después de conseguir “deliberar sobre las prioridades sociales que interesan a los representantes de la clase trabajadora del sector privado y público, así como a los representantes de los empresarios, ya sea a corto, medio o largo plazo”.
