La presencia del grupo Wagner, así como la influencia china en el continente desestabilizan el papel de Estados Unidos en el continente africano

Blinken inicia su segunda gira por África ante la creciente influencia rusa

photo_camera REUTERS/JOSHUA ROBERTS - Antony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos

La diplomacia estadounidense continúa su hoja de ruta. Esta vez es el turno del secretario de Estado, Anthony Blinken, quien ha iniciado su segunda gira por África, con el fin de frenar la influencia tanto china como rusa en el continente, más aún con la creciente presencia del grupo Wagner.

El primer país que ha visitado Blinken ha sido Sudáfrica. Es en este país donde el secretario de Estado ha presentado “la estrategia de Estados Unidos para África Subsahariana” en un plan que, según ha adelantado el Departamento de Estado, “refuerza la opinión de EE. UU. de que los países africanos son actores geoestratégicos y socios críticos en los temas más apremiantes de nuestros días”. 

En este contexto, ha sido la ciudad de Pretoria donde Blinken ha querido enfatizar y reforzar la cooperación bilateral entre Estados Unidos y Sudáfrica, como uno de los socios comerciales en África más importantes para Washington. Asimismo, este país, al igual que otros muchos países africanos, se ha mostrado neutral a la hora de condenar la invasión rusa sobre Ucrania, por lo que Estados Unidos ha querido fortalecer su presencia diplomática en el país como “socio” y “aliado”.

Y es que, Sudáfrica, al ser uno de los países africanos con más desarrollo económico no deja de ser un país que puede ofrecer importantes oportunidades comerciales, más aún dentro de un continente en el que Estados Unidos ha visto debilitada su presencia tanto por China -como uno de los principales socios comerciales en África – como por Rusia, quien trata de expandir su influencia sobre todo en el ámbito militar. 

En esta línea y antes de viajar al país sudafricano, Blinken comunicó a través de su cuenta de Twitter que Estados Unidos había proporcionado “casi 6.600 millones de dólares en asistencia humanitaria para África”, tratando de recalcar así lo que significa tener presente un socio como Estados Unidos en el continente. 

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Por otro lado, se espera que Blinken viaje este martes a Johannesburgo, coincidiendo con la celebración del Día Nacional de la mujer en el país. Asimismo, en los próximos 9 y 10 de agosto visitará la República Democrática del Congo (RDC) donde se reunirá con altos funcionarios del Gobierno congoleño, así como con representantes de la sociedad civil. Con ellos abordará temas de intereses comunes como garantizar la celebración de unas elecciones libres, imparciales e inclusivo en el próximo año 2023.

Asimismo, tratará de apoyar los diferentes esfuerzos regionales africanos para promover la paz en el este del país donde existe una importante inestabilidad por la amplia presencia de diferentes grupos armados, así como de terroristas. Para el secretario los objetivos a cumplir en este país son tratar de buscar “el papel que puede desempeñar el Gobierno de Ruanda para reducir las tensiones y la violencia en curso en el este de la RDC”. Junto a esto tratará de incluir sus “preocupaciones sobre la democracia y los derechos humanos”. 

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Esta segunda gira de Blinken se produce después de que el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguèi Lavrov, viajara el pasado mes de julio a Egipto, Uganda, Etiopía y la República del Congo (Congo-Brazaville) en la que Lavrov aseguró en una rueda de prensa emitida junto con el presidente de Uganda que “ell papel del continente africano en nuestra política exterior aumentará y lo hará de una manera significativa” y que esto “sucedería independientemente de lo que ocurre en las relaciones con Occidente”.

Ambas giras diplomáticas se producen en un momento especialmente complicado para el continente después de que la invasión rusa sobre Ucrania afectase al precio de los productos básicos, así como a los propios alimentos, lo que ha conducido a una crisis de alimentos preocupante de la que todavía no se atisba una solución. Por el momento, después de un acuerdo alcanzado entre Rusia y Ucrania, el puerto de Odesa ha conseguido acabar con el bloqueo impuesto por el Kremlin, lo que ha permitido que otros cuatro buques cargados con cereales y granos hayan zarpado con el fin de paliar la escasez de alimentos.

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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