El Partido Conservador se adjudicó finalmente 364 escaños en el Parlamento británico frente a los escasos 203 del Partido Laborista

Boris Johnson arrasa en las elecciones británicas con el Brexit en el horizonte

photo_camera AFP/DANIEL LEAL-OLIVAS - El primer ministro de Gran Bretaña y líder del Partido Conservador, Boris Johnson, habla durante un evento de campaña para celebrar el resultado de las elecciones generales, en el centro de Londres el 13 de diciembre de 2019

Boris Johnson refrendó en las urnas su condición de primer ministro británico tras ganar por mayoría absoluta las elecciones generales celebradas en la jornada del jueves. El ‘premier’ de Reino Unido llegaba a los comicios como líder del Gobierno tras suceder a Theresa May a la cabeza del Partido Conservador y del Ejecutivo y ahora ha visto reforzada su condición tras el apoyo mayoritario de la ciudadanía justo en un momento crucial en el que se sigue gestionando el proceso de salida de la Unión Europea, el conocido como Brexit, cuya fecha límite está fijada en el 31 de enero de 2020 tras el acuerdo al que llegaron el propio Johnson y la Comisión Europea sobre los términos del mismo. 

Johnson se ve de esta forma muy respaldado por el electorado nacional y se reafirma así sobre su postura ante el Brexit, del que asegura que se acabará materializando sin remisión alguna; aunque esperando que sea a través del acuerdo alcanzado con los dirigentes comunitarios sobre los aspectos de la salida británica de las instituciones europeas. El apoyo de los ciudadanos al Partido Conservador ha supuesto un crecimiento de 47 escaños sobre los últimos resultados cosechados por May en 2017, llegando a los 364 diputados, frente a la caída libre de los laboristas dirigidos por Jeremy Corbyn, que han perdido 59 asientos, quedándose en 203. 

El líder del Partido Laborista de la oposición británica, Jeremy Corbyn

El primer ministro selló en el mes de octubre pasado un pacto convincente para su Administración y para la Unión Europea (UE) que prevé la marcha de Reino Unido franqueando uno de los principales escollos que se han dado en las negociaciones desarrolladas durante estos últimos años una vez se votó a favor del cese de la relación vinculante entre la UE y Reino Unido en el referéndum hecho entre la población británica el 23 de junio de 2016; y que no es otro que el de cómo quedaría la situación administrativa en Irlanda del Norte (territorio británico que saldría también de las instituciones comunitarias) y la República de Irlanda (país independiente adscrito a la UE). Asunto peliagudo y con muchas aristas dada la condición especial de la zona, que alcanzó por fin en 1998 la paz entre católicos y protestantes a través de la cual cesaron los actos terroristas en el Ulster, y que contemplaba ahora un punto importante de fricción política al darse la posibilidad de instaurar pasos fronterizos y controles aduaneros entre las dos irlandas. Esto se veía, sobre todo desde el bando conservador, como una pérdida de soberanía al tener que depender de la voluntad europea para determinar las reglas de acceso de bienes y personas a través de un control fronterizo en un territorio considerado como propio. 

En este sentido, Johnson cerró un acuerdo por el que la región norirlandesa salía de la UE; pero permaneciendo adherida en cierta parte al Mercado Único, ya que Reino Unido se haría cargo de los controles aduaneros, que no estarían fijados en la República de Irlanda, sino en Irlanda del Norte, y se encargaría además de aplicar la normativa británica o europea en materia de aranceles dependiendo de si los productos en cuestión iban a tener como destino final el mercado nacional o el comunitario. 

También se convino que la Asamblea de Belfast decidiría mediante votación si mantenía este estatus o no una vez pasados cuatro años desde la entrada en vigor del sistema tras la escisión británica de la UE, que también contemplaba un periodo transitorio tras la salida efectiva. 

Gráfico de barras que muestra los resultados de las elecciones generales del Reino Unido de 2019, con 648 de 650 votos contados

El pacto convenido por Johnson y la Comisión Europea iba a estar sujeto a refrendo por parte del Parlamento de Westminster, pero los diputados británicos decidieron no votar el texto del acuerdo y sí votar a favor mayoritariamente de solicitar una prórroga a las autoridades europeas para discutir en profundidad los términos legales, algo a lo que accedió la cúpula comunitaria para fijar definitivamente como fecha tope para la salida de Reino Unido de la Unión Europea el próximo 31 de enero. 

El triunfo electoral de Boris Johnson sí aclara un poco más el panorama alejando la posibilidad de llevar a cabo un nuevo referéndum, algo que sí se valoraba desde el sector opositor laborista. El primer ministro aseguró que su victoria en los comicios ponía “fin a la miserable amenaza” de que se reproduzca una consulta popular sobre el Brexit tras la que se llevó a cabo en junio de 2016.

Johnson ve ahora el camino expedito para que se produzca definitivamente la marcha británica de la UE sin vuelta atrás y “sin condiciones, ni peros”, aunque esperando que sea por lo menos bajo el último acuerdo sellado entre el dirigente ‘tory’ y los mandatarios europeos. El principal eslogan conservador para esta última campaña era el de ‘Brexit ya’ y parece que la población ha tomado la iniciativa de respaldar mayoritariamente las tesis conservadoras. "Es ahora la decisión irrefutable, indiscutible e irresistible del pueblo británico", lo que "pone fin a la miserable amenaza de que haya otro referéndum", remarcó Johnson. 

El primer ministro conservador Boris Johnson consiguió una amplia victoria electoral, lo que abre el camino para que Gran Bretaña abandone finalmente la Unión Europea el próximo mes, tras años de estancamiento político

Ahora se espera que el primer ministro acuda a ver a la reina Isabel II, que, como marca el protocolo, le pedirá oficialmente que forme Gobierno. El líder conservador ha adelantado que la semana próxima podría hacer pequeños cambios en el Ejecutivo, de cara a la apertura oficial del Parlamento el 19 de diciembre, tras lo cual presentará la ley de salida de la UE, que tendrá que ser sometida a votación para ver si de una vez por todas hay consenso parlamentario sobre el Brexit tras los rechazos sucesivos que se han venido dando en la Cámara de los Lores a los planes de salida presentados en los últimos meses tanto por Theresa May como por Boris Johnson. 

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