Bolsonoro descarta la posibilidad de la entrada en el espectro de nuevo competidores

Brasil prima a Telefónica/Vivo y las grandes operadoras en la subasta 5G del 4 de noviembre

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Las grandes operadoras brasileñas, Vivo, de Telefónica; Tim, de Telecom Italia; y Claro, de América Móviles, tienen sobradas razones para festejar las nuevas condiciones de despliegue que Anatel, la reguladora brasileña de telecomunicaciones, ha anunciado para la subasta del 5G el próximo 4 noviembre. No ha sido fácil por la larga y laboriosa preparación, que ha exigido tres mes y medio de consulta pública y ocho meses de tensas negociaciones técnico-políticas con el Tribunal de Cuentas federal.

Además de tener finalmente el horizonte despejado, las condiciones del despliegue de la nueva red responden a las lógicas preocupaciones del sector. Buena prueba de ello son las reacciones muy positivas de las patronales Connexis y Abrintel, que representan, respectivamente, a las operadoras y las empresas propietarias del 65% de las torres de telefonía móvil del país. 

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Clave para Telefónica

Por compra de espectro, la subasta brasileña será una de las más importantes para Telefónica, que este año lleva ya invertidos más de 1.000 millones en operaciones del mismo tipo: 448 millones en Reino Unido; 310 millones en España y 135 millones en Chile, con lo que desde 2015 ya suma casi 6.000 millones de inversión en sendas adquisiciones de espectro.

Con casi 100 millones de clientes, la operadora española que preside José María Álvarez-Pallete tendrá pronto en Brasil su mayor mercado, en términos también de fuente de ingresos y de resultados. 

Además de la subasta 5G, Telefónica tiene pendiente la incorporación de otros 10,5 millones de clientes y de unas 2.200 instalaciones móviles, que saldrán de Oi Móvil, cuyos activos (incluido el espectro), serán repartidos entre Vivo, Tim y Claro… que seguirán haciéndose una dura competencia. 

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Reacción positiva

La operación brasileña 5G será una de las más importantes del sector a nivel mundial, y con una característica muy “sui generis”: no tendrá objetivos recaudatorios. Toda la inversión garantizada, de hasta 49.730 mil millones de reales (unos 7.900 millones de euros), será destinada al despliegue de la nueva infraestructura. Incluyendo los ingresos provenientes de la venta de espectro: un mínimo de 10.631 millones de reales (1.680 millones de euros), que servirán para costear inversiones carentes de rentabilidad, como son la red privada del gobierno federal, la conexión de la zona amazónica; y la conexión de la red escolar publica urbana con 4G, 5G y fibra óptica.

Connexis Brasil no exagera diciendo que la subasta del 4 de noviembre reforzará la posición del país en el mapa global de la economía digital y que incrementará la productividad de todos los sectores de la economía. Así, en el caso de que ninguno espectro subastado por un periodo de 20 años quede sin comprador, el presidente de Anatel, Euler de Morais, calcula que la inversión 5G, en infraestructuras y servicios, podrá alcanzar los 163.000 millones de reales (más de 25.800 millones de euros). O sea, compensará de largo los daños provocados al país por los retrasos en la preparación de la subasta y cuya culpa fue atribuida oficialmente a la pandemia.

Reglas aprobadas

En todo o caso, con las reglas dispuestas por Anatel y aprobadas por el Tribunal de Cuentas, queda descartado el peor de los escenarios que llegó a ser planteado a Vivo, Tim y Claro. Se trataba del riesgo de tener que incluir la competencia de algún eventual nuevo operador.

Para ello, la autoridad reguladora tuvo que descartar la idea inicial, de “flexibilizar” los compromisos de inversión en la frecuencia clave de los 3,5GHz, y que hubiera permitido la entrada en escena de un cuarto operador en pequeñas y medianas ciudades, que son, a todas luces, las menos atractivas para las grandes operadoras nacionales, del mismo modo que para las regionales. 

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Sin tener que lidiar con algún eventual agresivo nuevo operador, las vencedoras de la subasta tendrán, así, una mayor margen de maniobra para desplegar la nueva red 5G. El primer año (2024) solo deberán conectar obligatoriamente a todas las grandes capitales (el mercado más rentable), teniendo después plazos sucesivos de un año para llevar la nueva tecnología a las ciudades con más 500.000 habitantes (2025), +200.000 (2026), +100.000 (2027) y +30.000 (2028).

Cabe recordar, que 30% de la población brasileña aún no tiene 4G y que hay todavía más 10.000 de pequeños municipios con unos 35 millones de brasileños sin conexiones móviles.

Otro dato clave para las operadoras es que no tendrán que financiar el despliegue de la red de uso exclusivo del Gobierno federal en Brasilia, que deberá cubrir no solo todas las instituciones públicas, sino igualmente las carreteras y los aeropuertos, donde las comunicaciones oficiales tendrán hasta cinco niveles distintos de garantías de seguridad.

En total habrá unos 80.000 equipos electrónicos y más de 150.000 usuarios conectados a la red móvil privada del Gobierno federal. Lo mismo pasará con el servicio fijo en Brasilia y en todas las capitales del país: unas 6.500 oficinas federales, 80% de las cuales quedarán conectadas con redes de fibra óptica.

Otros proyectos descartados

Las adjudicatarias de la subasta también ya no tendrán que hacerse cargo del desarrollo de otros proyectos con pocas o ningunas posibilidades de rentabilidad. Pero será con la suma recaudada con la venta del espectro subastado que las autoridades brasileñas financiarán ambiciosas operaciones, como el Programa Amazonia Integrada y Sostenible (PAIS), que consiste en llevar por tierra, air y bajo agua la red 5G a miles de pequeñas ciudades y pueblos aislados, y con un coste estimado de 1.200 millones de reales. Lo mismo pasará con 85.000 escuelas públicas urbanas, que también serán equipadas para sacar provecho del 4G y 5G. 

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Para hacer las operadoras aún más felices, Anatel y el ministro del sector Fabio Faria, que hizo siempre gala de gran optimismo en relación con la rápida aprobación de la reglamentación y las fechas de la subasta (el año de retraso sobre las previsiones iniciales fue atribuido al parón provocado por la pandemia), es posible que el inicio del servicio 5G llegue antes de la fecha oficial prevista del 30 de julio 2022: seria para final de año, pero a condición de que la administradora publica de la frecuencia 3,5Ghz pueda garantizar que el nuevo servicio no creará ningún tipo de interferencias con las señales de la televisión abierta y gratuita.

Reacción empresarial

En todo caso, la asociación Abratel (radiodifusión y telecomunicaciones), solo tiene buenas palabras para el reglamento de la subasta. O sea, cree tener garantizada la migración gratuita de 17 millones de antenas parabólicas domesticas de la banda C para la banda KU, con que millones de brasileños recibirán gratis nuevos kits y aparatos de recepción, sin los cuales quedarían privados de acceso a la “televisión gratuita y de calidad” garantizada por Anatel.

Los respectivos costes serán financiados por entidades públicas, con ingresos provenientes de las ventas del espectro de 3,5Ghz, el cual concentrará el 80% del volumen total de inversión.

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