La coalición internacional liderada por Arabia Saudí instó a las partes al cese de las hostilidades y acogerá una reunión entre ambas

Calma tensa en Yemen tras la declaración del alto el fuego entre el Gobierno y las fuerzas separatistas

photo_camera AFP/Nabil Hasan. - Los partidarios de los separatistas del sur posan para una foto con un tanque en Adén el 10 de agosto.

El recrudecimiento de los combates entre las tropas leales al Gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi y las fuerzas separatistas del sur, dirigidas por el Consejo Transicional Sureño (STC, por sus siglas en inglés) y englobadas en el denominado Cinturón de Seguridad, un cuerpo respaldado por Emiratos Árabes Unidos (EAU) está convirtiendo a Yemen en un auténtico campo de batalla, que está resquebrajando, todavía más, la gobernanza del país asiático.

La violencia entre los dos bandos estalló el pasado 7 de agosto, cuando los guardias del palacio presidencial de Al-Maashiq, ubicado en el barrio de Crater dentro de la ciudad portuaria de Aden, abrieron fuego contra los miembros del Consejo Transicional, que se encontraban congregados en el funeral del comandante del Cinturón de Seguridad, Munir al-Yafee – también conocido como Abu al-Yamamah –, quien había perdido la vida en una ofensiva lanzada por los hutíes el pasado 1 de agosto. 

Desde el miércoles pasado, los enfrentamientos, que comenzaron en las inmediaciones del banco nacional, la corporación del agua y el hospital de Aden, se han propagado por el resto de la ciudad, hasta llegar al punto álgido este sábado 10 de agosto, cuando las fuerzas del STC tomaron el palacio presidencial de Al-Maashiq, sede del gobierno del que es el segundo feudo de Al-Hadi en el país y actualmente capital interina. Del mismo modo, los separatistas se hicieron con el control de un campamento militar estratégico en el distrito de Dar Saad, también ubicado en Aden.

Según informa la agencia de noticias local, Aden Press, la caída del palacio, junto con las bases militares oficialistas – además de la de Dar, también tomaron la base de brigadas presidenciales tercera y cuarta y la casa del viceprimer ministro y ministro del interior Ahmed Al-Maisiri, en el distrito de al-Mansurah – se produjo después de “feroces combates que terminaron con negociaciones de rendición”. Tras estos acontecimientos, “todas las instituciones gubernamentales quedaron bajo el control total de las fuerzas del STC”, explicaba la agencia. 

Imagen de la ciudad portuaria de Aden, Yemen.

 

El sábado también tuvo lugar otro acontecimiento que incide, profundamente, en lo que tiene visos de un enfrentamiento civil en el sur del país: la Cuarta Región Militar, liderada por el general Fadl Hassan, declaró su adhesión al cuerpo militar del STC, quedando bajo el mando del general y presidente del STC, Aidroos Qassem Al-Zubaidi. 

Asimismo, ese preciso día llegó la primera reacción del Gobierno y la coalición internacional. El portavoz de la misma, Turki Al-Maliki, solicitó un alto el fuego inmediato en Aden, que comenzaría después de la medianoche del sábado al domingo. Además, aseguró que se utilizaría “la fuerza militar contra cualquiera que lo viole”, como recogió la Agencia de Prensa Saudí (SPA, por sus siglas en inglés). La coalición “no dudará en confrontar a cualquiera que viole este anuncio y busque continuar luchando, secuestrando y dañando la seguridad y la estabilidad y las instituciones estatales de la capital interina yemení”, rezaba el comunicado.

En esta línea, Al-Maliki hizo un llamamiento “a todos los partidos y bandos que luchan para recurrir a la razón y dar prioridad al interés nacional y no presentar la oportunidad a la milicia terrorista hutí y otras organizaciones terroristas como Al Qaeda y Daesh, que encendieron el fuego de la sedición y la división entre el pueblo de Yemen”. Cabe recordar, en este punto, que, el pasado 1 de agosto, el grupo liderado por Abu Bakr Al-Baghdadi emprendió un ataque contra una estación de Policía en Aden, que dejó 13 efectivos muertos. Por su parte, al día siguiente, Al Qaeda asesinó a una veintena de soldados en la base del Ejército Al-Mahfad, en la provincia de Abyan, localizada al sur del país. 

El domingo, día 11, con el alto el fuego en vigor – una vez aceptado por el STC – comenzaron a producirse más respuestas en la esfera gubernamental. No obstante, estas no fueron en la línea prevista, pues la coalición lanzó una ofensiva contra posiciones separatistas, tras la denuncia realizada por el vicepresidente del Gobierno, Mohammed Al-Hadhrami, contra el STC y Emiratos Árabes Unidos, a los que acusó de haber orquestado “un golpe de Estado” en su contra. En esta línea, en una nota hecha pública por el Ministerio de Exteriores yemení, se exigió a EAU que “detengan su apoyo material y retiren su apoyo militar, de forma inmediata y completa, de los grupos que se han rebelado contra el Estado”. 

El presidente de Yemen y el rey de Arabia Saudí.

 

A pesar del lanzamiento de la ofensiva, sí parece que se esté trabajando por la distensión. El presidente Abd Rabbuh Mansur al-Hadi se reunió con el mandatario de Arabia Saudí, el rey Salman. Durante el encuentro, ambos dirigentes abordaron los últimos desarrollos del conflicto y los esfuerzos para lograr la seguridad y la estabilidad en Yemen, de acuerdo con el medio Al-Arabiya. “La postura de Arabia Saudí refleja la cooperación de los dos países para enfrentar el proyecto iraní en el norte y el sur de Yemen, cuyo propósito es desestabilizar la región”, aseveró Al-Hadi, quien también mantuvo un encuentro con el príncipe heredero del Reino, Mohamed bin Salman. 

Arabia Saudí, que está viendo cómo sus intereses en la región quedan comprometidos – sobre todo con su tradicional aliado Emiratos Árabes Unidos, salvaguarda de los separatistas del sur que combaten al Gobierno – envió durante el fin de semana una invitación al STC para celebrar “una reunión urgente en Riad para discutir y resolver las diferencias recurriendo al diálogo”. El portavoz del Consejo, Nazar Haithman, manifestó, a través de su cuenta de Twitter, la plena disposición del STC a mantener conversaciones, pues se encuentran “totalmente comprometidos con el alto el fuego en Adén”, como recoge Aden Press.

En un mensaje televisado emitido el domingo por la noche, el presidente del STC, Aidarous Al-Zubaidi, ha declarado que están listos “para trabajar de manera responsable con la coalición liderada por Arabia Saudí en el manejo de la crisis y sus consecuencias para mejorar la cohesión del tejido social”. Asimismo, ha reafirmado que “continuarán trabajando con la coalición en la lucha contra la expansión iraní en la región”, al mismo tiempo que aseguraba haber renovado su “confianza en el Reino de Arabia Saudí”, al que ha definido como “un aliado leal que es fuerte”. En este sentido, ha asegurado que el STC asistirá a la reunión convocada por Riad “con total apertura y con nuestra confianza en el liderazgo del rey Salman bin Abdulaziz”. 

Como resultado del estallido de la violencia durante estas últimas semanas, el balance de víctimas mortales se eleva hasta, al menos, las 70 personas, entre las que se incluyen combatientes y civiles. 

El presidente del Consejo Transicional Sureño, Aidarous Al-Zubaidi.
La respuesta de Emiratos Árabes Unidos

Ante este escenario, en una comparecencia pública este sábado, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de EAU, el jeque Abdullah bin Zayed Al Nahyan, ha expresado su “profunda preocupación” por la continuación de los enfrentamientos armados en Aden y ha enfatizado “la necesidad de que todas las partes cooperen y confronten a las milicias hutíes y otros grupos terroristas”. En esta línea, ha abogado por “un diálogo responsable y serio” entre las partes. 

Con motivo de la celebración de la festividad de Eid Al-Adha, varios oficiales superiores de las Fuerzas Armadas de EAU visitaron a sus unidades del Ejército estacionadas en Najran y Taif, en Arabia Saudí, que forman parte de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí y que operan en Mukalla y Khawkhah, Yemen.

Según recoge la agencia de prensa emiratí WAM, los oficiales transmitieron un mensaje de apoyo y compromiso a su tradicional aliado y vecino Arabia Saudí: “EAU siempre está comprometido con su papel en Yemen en el marco de la Coalición Árabe, y continuarán realizando sus tareas con eficiencia y ayudarán a reconstruir el Ejército de Yemen […] EAU continuará apoyando al pueblo yemení y promoverá el proceso de paz del país, pues su objetivo es lograr los objetivos estratégicos de la Coalición Árabe y apoyar una solución política para poner fin al conflicto en curso”, publica WAM, nota en la que también se destacó “la estrecha asociación entre EAU y Arabia Saudí, que continuará reforzando la Coalición Árabe”. 

Varios oficiales visitan a las tropas emiratíes desplegadas en Arabia Saudí.

 

Cabe recordar, como ya se ha mencionado anteriormente que el Gobierno yemení acusó a EAU de participar en la orquestación de lo que han considerado “un golpe de Estado” cometido por las fuerzas separatistas del Sur, entre las que se incluyen los efectivos del Cinturón de Seguridad, apoyados por dicho país del Golfo.

Entonces, habrá que comprobar si los deseos de EAU de mantener su asociación estratégica con Arabia Saudí dentro de la coalición internacional son compatibles con su apoyo implícito a las fuerzas separatistas del Sur, y, en el caso de serlo, cuál será el papel que desempeñe como mediador entre ambas partes, pues sus intereses en el escenario de batalla le reconducen directamente hacia dicho rol que, por el momento, ha sido asumido por el rey saudí Salman. 
 

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