Casa Mediterráneo reúne al ministro español de Asuntos Exteriores y a los embajadores de Rusia y Francia

 La nueva cita de la Conferencia de Paz para Siria, Ginebra II, prevista para el próximo 10 de febrero representa una esperanza para alcanzar la paz “por el simpe hecho de que los contendientes se sientan en la mesa, aunque hay que trabajar mucho con todas las partes para acercar posiciones”, según han concluido los participantes en la mesa redonda “La situación en Siria”, organizada por Casa Mediterráneo y que ha reunido este martes en Alicante, en la sede de la Universidad Ciudad de Alicante, al ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo; al embajador de Rusia en España, Yuri Korchagin; al embajador de Francia, Jerome Bonnafont; al director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo, Manuel Gómez-Acebo; al rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar; al director del diario Información y a la directora general de Casa Mediterráneo, Almudena Muñoz.  
 
Las masacres que está sufriendo la población civil siria y la enorme destrucción que se está produciendo en este país de Oriente Próximo con todas sus repercusiones regionales e internacionales causa especial preocupación en la sociedad alicantina que ha acudido con el mayor interés a escuchar las intervenciones de los participantes en la mesa redonda.  
El ministro español, José Manuel García-Margallo ha explicado que este conflicto no es ajeno a España por “sus dimensiones de tragedia humanitaria, porque repercute en los países de la región, donde los refugiados representan un desafío para los países que los han acogido,  
y en nuestra frontera sur”. 
 
 Seguridad de la frontera sur 
El ministro ha recalcado que “la preocupación de España es tener una frontera sur segura”, por eso España ha participado en operaciones de paz en toda la región porque “si algo debe preocupar a España es encontrarnos con un corredor yihadista desde el Atlántico hasta el mar Rojo y por el sur hasta el Golfo de Guinea, en esa zonas actúan franquicias de Al Aqaeda, lo sabemos bien por los secuestros sufridos , en estos momentos tres periodistas en Siria”. El responsable de la Diplomacia española ha advertido del grave peligro que supondría que “la frontera sur de Europa fuera frontera con los terroristas de Al Qaeda, es lo peor que nos podría pasar a Europa y a los países amigos del norte de África”.  
 
Transición española 
García-Margallo ha explicado las experiencias útiles que pueden extraerse de la reciente historia de España por la guerra civil y la transición democrática y sus similitudes con Siria como son el enfrentamiento entre dos visiones encontradas de entender el país, la participación de poderes externos de la región, que divide al Consejo de Seguridad de la ONU y también que la Comunidad Internacional no supo, ni pudo, intervenir. Sobre la transición, García Margallo  ha recalcado la reconciliación para conseguir la paz civil y ha recordado las palabras de Salvador de Madariaga en Munich, en 1962, cuando  dijo que: “los que perdimos la tierra para conservar la libertad, y los que perdieron la libertad para conservar la tierra, nos hemos reunido para buscar un camino que nos lleve a todos a la libertad y a la tierra”. 
El ministro español ha reclamado que los sirios “recuperen antes la libertad y después se celebren elecciones, porque si se celebran elecciones en poco tiempo, no van a servir para nada. Antes hay que coordinar y completar la oposición para un acuerdo sobre la transición y el futuro de Siria.  Para ello es imprescindible una Constitución de todos y para todos, con la necesidad de pactar con los reformistas del régimen sirio “hay que buscar los Adolfo Suarez de Siria para emprender el camino de la paz y de la reconciliación política y social”. 
 
Medidas inmediatas 
Garcia Margallo ha subrayado las medidas inmediatas imprescindibles para construir el camino de la paz: “alto el fuego para que llegue la ayuda humanitaria para los 6 millones y medio de sirios que la necesitan desesperadamente, la liberación de los presos políticos, exigir un respeto escrupuloso del derecho internacional humanitario, condenar ataques contra población civil sobre todo con armas de destrucción masiva, desmilitarizar las escuelas y hospitales, perseguir y condenar la tortura y violencia sexual y en definitiva hacer cumplir los principios básicos que los países civilizados nos hemos dado en caso de conflicto”.  
El ministro ha exigido la salida de Siria de los yihadistas terroristas de más de 80 países, incluida España, que desestabilizan aún más la situación.   
La intervención del embajador de la Federación Rusa, Yuri Korchagin, ha insistido en la conocida posición de Rusia de “ahora mismo la lucha contra los terroristas yihadistas se ha convertido en la mayor prioridad para todos” y ha reclamado la participación de Irán en la próxima reunión de la Conferencia de Paz de Ginebra II prevista para el próximo 10 de febrero. La respuesta del embajador de Francia, Jerome Bonnafont, ha sido que “Irán tendrá que aceptar los conceptos de Ginebra I para participar en las negociaciones de Ginebra II y esto implica aceptar un gobierno de transición en Siria sin la presencia del actual presidente Bachar Al Asad”.  
La figura del actual presidente de Siria representa un punto de fricción en las negociaciones de paz, que albergan una luz de esperanza para encontrar una solución negociada y política por el mero hecho de conseguir que gobierno y oposición sirios se sienten en la misma mesa.  
Todos los participantes en la sesión sobre “La situación en Siria” han subrayado la necesidad de acabar con los grupos extremistas que buscan sembrar el caos y la violencia en su propio beneficio.  
Casa Mediterráneo, según anunció el ministro García-Margallo, va a organizar más actividades en las próximas semanas para abordar y debatir la difícil situación de Siria y de su sociedad civil.  

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