Embarcaciones de las ONGs Open Arms y Ocean Viking han llevado a cabo las operaciones de salvamento en las costas libias; mientras, se busca puerto de destino

Cerca de 300 migrantes rescatados en los tres últimos días en el Mediterráneo

photo_camera AP/JAVIER FERGO - La embarcación Open Arms, de la ONG española Pro Activa Open Arms, en un rescate en el mar de Alborán, a unas 40 millas (64 kms) de las costas españolas, el jueves 11 de octubre de 2018

Continúa el alto flujo de rescate de migrantes en aguas del mar Mediterráneo. En las últimas 72 horas la cifra ha llegado a los 300 en el entorno de la costa de Libia tras las intervenciones realizadas por los buques humanitarios Open Arms y Ocean Viking, que siguen desempeñando esta labor en aguas mediterráneas y que ahora buscan puerto donde dejar a los rescatados. 

En una de las últimas intervenciones, la ONG española Open Arms llegó a recoger de madrugada una barca al borde del naufragio con 73 personas a bordo, incluidos niños de tres y cuatro años y 24 menores solos. Dentro de este grupo de afectados se encontraban afectados por quemaduras de segundo y tercer grado, hipotermia o deshidratación, según destacó la entidad hispana en la red social Twitter. 

La agencia de noticias Reuters también se hizo eco de las afirmaciones de Laura Lanuza, portavoz de Open Arms, sobre el precario estado de los rescatados, que procedían de África occidental y central. 

Por su parte, el barco humanitario Ocean Viking, controlado por la asociación Médicos Sin Fronteras y la francesa SOS Mediterranée, rescató a 215 migrantes en estas últimas jornadas frente a las costas libias. Tras lo cual buscan puerto en Italia o Malta, después de desechar la opción ofrecida por Libia de facilitar un punto de llegada en Trípoli, algo descartado por la organización humanitaria debido a la falta de garantías en torno a la seguridad de las personas atendidas. "Hemos tenido que responder que no podíamos ir puesto que ningún puerto en Libia se considera 'lugar seguro' según el derecho internacional", justificó la ONG francesa.

La última operación realizada por el Ocean Viking alcanzó las 90 personas en aguas internacionales a 82 millas náuticas (152 kilómetros) de las costas libias. El coordinador de las operaciones en el navío humanitario, Nicholas Romaniuk, resaltó que "casi todas las personas a bordo de esta embarcación habrían muerto si el Ocean Viking no hubiera estado en la zona o si no hubiera tenido capacidad para socorrerlos".

El propio Romaniuk denunció que nadie se hace cargo de la situación desesperada de todas estas personas que salen de Libia y arriesgan su vida subiéndose a embarcaciones que ofrecen muy poca seguridad para surcar el mar Mediterráneo en busca de suelo europeo. 

El director de la misión del Open Arms, Ricardo Gatti, también aludió a la necesidad de poder llegar a puertos seguros como los de Malta o Italia, que ofrecen buenas condiciones y seguridad a los migrantes rescatados, a diferencia de lo que les esperaría de regresar al origen libio. “Nos gustaría una respuesta de un gobierno funcional, lo cual se reduce a Italia o Malta. El puerto seguro más cercano para nosotros está en Italia”, indicó Gatti, quien explicó que se está a la espera de respuesta y de cuánto puede tardar esta. 

El Aita Mari auxilió a otras 78 personas

Mientras tanto, el barco de rescate Aita Mari, de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario, salvó también de morir ahogadas a 78 personas en el mar Mediterráneo.

Desde la entidad española se señaló que se buscará puerto de destino en Malta al entender que es el puerto cercano más seguro. De momento, espera permiso para desembarcar a los rescatados, entre los que se encuentran nueve niños. 

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