En el país asiático, la rama chií se considera una desviación no permitida del islam suní dominante

Cerco sobre los chiíes en Malasia

photo_camera AFP/MOND RASFAN - Mezquita Nacional de Malasia, situada en Kuala Lumpur

Nuevo impulso a la intolerancia religiosa en Malasia. El Departamento Religioso Islámico de Selangor, región que rodea a Kuala Lumpur, ha emitido un comunicado en el que denigra las creencias de los musulmanes chiíes. Invita a la mayoría suní a permanecer “vigilante” ante cualquier intento de infiltración de las ideas chiíes en las mezquitas. 

El escrito no ahorra adjetivos despectivos hacia la minoría religiosa, cuyas creencias y prácticas son tachadas de “desviadas, abyectas, absurdas y nauseabundas”. Los ataques son fundamentados aludiendo a precedentes teológicos. Se hace referencia a dos fatwas implementadas en 1989 y 2013 en las que se especifica el sunismo como la única corriente aceptable del islam en el país. Carga también contra medios de comunicación, instituciones educativas y publicaciones infantiles, a las que acusa de “tender trampas” a la población. 

En Malasia, es habitual que las mezquitas apliquen sin fisuras los mandamientos que dicta la autoridad religiosa, de modo que se espera que los fieles sean, efectivamente, “los ojos y los oídos” del poder en los centros religiosos, como asevera el texto. Más aún en el Estado de Selangor, donde es habitual incluir rezos que condenan el chiismo. La comunicación llega a pocos días del Día de Karbala. Esta fiesta conmemora la muerte de Hussein, nieto de Mahoma, una fecha marcada en el calendario chií.

El documento, no obstante, ha levantado críticas en el seno de organizaciones islámicas más progresistas, que se alejan de la perspectiva religiosa y analizan la medida en clave más terrenal. En declaraciones al portal Free Malaysia Today, Ahmad Farouk Musa, cabeza visible de la asociación reformista Frente del Renacimiento Islámico, ha afirmado que la decisión es susceptible de ser calificada como delito de odio. “Debería entenderse que la división sunismo-chiismo actual no tiene mucho que ver con diferencias teológicas, sino más bien con la política”, ha lamentado Musa. 

En la misma línea ha querido incidir el escritor Faisal Tehrani, cuyas obras han sido frecuentemente censuradas en su país. Se ha preguntado: “¿Estamos colonizados por los wahabitas? La autoridad religiosa de Selangor baila al ritmo saudí”. Tehrani se ha planteado también qué responsabilidad podría recaer sobre el organismo que ha lanzado el texto, en caso de estigmatización sistemática de los chiíes y actos violentos contra miembros de la minoría.

En declaraciones a la agencia Reuters, el profesor Isham Pawan Ahmad, de la Universidad Islámica Internacional de Kuala Lumpur, no ha ocultado su preocupación ante la directiva religiosa publicada: “Convierte a los chiíes en un blanco”.

Redada en la sede de Gombak

De hecho, los acontecimientos no han tardado en precipitarse. La autoridad religiosa de Selangor ha realizado un registro en la sede central de la comunidad chií del distrito de Gombak. 22 personas han sido detenidas en la ciudad de Hauzah ar-Ridha, al norte de Kuala Lumpur. Entre los arrestados, se encuentra Kamil Zuhairi, presidente de la asociación Syiah Malaysia. 

El primer ministro del Estado de Selangor ha declarado que la detención se ha producido en el marco legal, siguiendo el protocolo ordinario después de que las fuerzas del orden recibiesen quejas. Se encontraron banderas y libros relacionados con el chiismo.
Azlinda Azman, subdirectora de la autoridad religiosa de Selangor, ha prometido “firmeza” en la monitorización de las actividades de los chiíes del Estado, en declaraciones recogidas por el medio local Malay Mail.

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