Los asiáticos han formalizado su apoyo a los talibanes con el envío de 31 millones de dólares en ayuda humanitaria

China celebra el anuncio del nuevo Gobierno talibán

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A “tres semanas de anarquía” ha puesto fin el nuevo Gobierno interino de los talibanes en Afganistán, aseguran desde Pekín. China celebra la formación del nuevo Ejecutivo que contará con el mulah Hassan Mohammad Akhund como primer ministro y el mullah Abdul Ghani Baradar como hombre de máxima confianza. El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, afirmó en la rueda de prensa realizada en Kabul que saben que “la gente de su país ha estado esperando un nuevo Gobierno”. Y no parecen ser los únicos. Desde China no han tardado en festejar el anuncio del Ejecutivo talibán y ya les han pedido recuperar el orden y la estabilidad en todo el país.nuevo-gobierno-taliban

El apoyo chino a los talibanes no se queda únicamente en las palabras. El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, anunció que China donará 31 millones de dólares en cereales y vacunas contra la COVID-19 a Afganistán. Además, advirtió de la presencia de grupos terroristas en la región, algo que desde Pekín siempre han temido y, posiblemente, su mayor temor a la hora de estrechar lazos con los talibanes. Según informó la agencia estatal china Xinhua, el ministro de Exteriores mantuvo una reunión telemática con sus homólogos de los países vecinos a Afganistán, presidida por Shah Mehmood Qureshi, ministro de Exteriores pakistaní.

“China concede gran importancia al anuncio de los talibanes sobre el establecimiento de un gobierno interino y algunos arreglos de personal importantes”, son las palabras utilizadas por Wang Yi acerca del nuevo Gobierno talibán. Cree que “es un paso necesario para restaurar el orden y reconstruir el país”. A pesar de las promesas sobre un Ejecutivo inclusivo por parte del grupo talibán, la realidad es la que se podía esperar; un Gobierno sin mujeres y compuesto por miembros de línea dura en los puestos clave. Aun así, desde Pekín se ven preparados para entablar relaciones formales con el nuevo Gobierno interino, mientras Occidente se mantiene a la espera de la evolución de la situación en Afganistán.

ministro-china-wang-yiCon el proyecto Belt and Road en el horizonte, China ve una oportunidad de oro para afianzarse como un fuerte aliado de un país con una situación geopolítica privilegiada, como también los chinos son una gran alternativa para Afganistán. Gracias a ellos, conseguirían un apoyo económico de gran valor, y más en una situación de pobreza como la que atraviesa el país ahora dirigido por los talibanes. Muestra de ellos son los más de 30 millones de dólares en ayuda humanitaria que proporcionará Pekín a los afganos.

Si hay algo que no se cansan de repetir desde el Gobierno chino es que esperan que los talibanes “apliquen políticas internas y externas moderadas y constantes, repriman resueltamente todo tipo de fuerzas terroristas y se lleven bien con todos los países, especialmente los vecinos”. Es normal que exista una importante preocupación en China sobre todo la posibilidad de que Afganistán se convierta en un refugio para los uigures más radicales, etnia con la que está fuertemente enfrentado.presidente-joe-biden

Hace años, miembros del Movimiento Islámico Turkestán Oriental (ETIM) orquestaron algunos de los peores atentados que ha sufrido el gigante asiático. Y son precisamente ellos los que supondrían una importante amenaza para los intereses chinos de conseguir refugiarse en el corredor de Wakhan. No obstante, mantener las inversiones que posee China en tierras afganas es una de las prioridades del presidente Xi Jinping, a pesar de que fuerzas extremistas de la región, especialmente en Pakistán, han celebrado la llegada de los talibanes el poder.

En Estados Unidos tienen claro que el acuerdo total entre China y el grupo talibán es cuestión de tiempo. El presidente norteamericano, Joe Biden, dijo que “China tiene un verdadero problema con los talibanes, así que estoy seguro de que van a intentar llegar a algún tipo de acuerdo”, en unas declaraciones desde la Casa Blanca. Tras su paso por Nueva Jersey y Nueva York para supervisar las consecuencias del huracán Ida, el presidente también se refirió a los otros potenciales aliados del nuevo Gobierno afgano, como Pakistán, Irán y Rusia, quienes aseguró “están tratando de decidir qué hacer ahora”.
 

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