Los más críticos con la nueva legislación aseguran que es el final de la semiautonomía de la que ha disfrutado hasta ahora el territorio

China redobla la presión sobre Hong Kong con una nueva de ley de seguridad

photo_camera AP/MARK SCHIEFELBEIN - Sesión del Parlamento chino en la que se ha aprobado la nueva ley de seguridad nacional para Hong Kong

Solo el coronavirus fue capaz de paralizar las fuertes protestas en Hong Kong en las que se reclamaba más autonomía. Con el levantamiento de las restricciones, miles de ciudadanos han vuelto a salir a la calle desde mediados de mayo para protestar por la polémica ley de seguridad nacional que el Parlamento de Pekín estaba tramitando. De poco han servido las movilizaciones, ya que este jueves los parlamentarios chinos le han dado luz verde al proyecto. 

La oposición pro-democracia de Hong Kong ha lamentado la aprobación de esta ley, con 2.878 votos a favor, seis abstenciones y tan solo uno en contra, y han asegurado que se trata del fin del régimen de semiautonomía que disfrutaba el territorio. “De esas 2.878 personas, ¿cuántas han estado en Hong Kong? ¿cuántas no han visto la situación que se vive en la ciudad?, se preguntaba el líder del Partido Cívico, Alvin Leung. Estos activistas consideran que la nueva legislación relega a la ciudad al estatus de cualquier otra urbe de la China continental, según informa la televisión pública RTHK. 

La diputada Claudia Mo, de la formación Hong Kong Primero, aseveró que se trata del principio de una era triste y traumatizante para Hong Kong. “Nos han robado el alma, los valores que hemos protegido todos estos años: el Estado de derecho, los derechos humanos”, ha asegurado en declaraciones recogidas por la agencia Efe. Otro legislador, Fernando Cheung, del Partido Laborista, ha afirmado que se trata del fin del principio de “Un país, dos sistemas”, que rige la autonomía de Hong Kong frente al resto de China, sobre lo que indicó que la ciudad ahora entra en un “período oscuro” que lo reduce a “Un país, un sistema”.

El texto busca prohibir “cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central, robo de secretos de Estado, prohibición de organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras y prohibición del establecimiento de lazos con organizaciones políticas extranjeras por parte de organizaciones políticas de Hong Kong”.

Pasaporte

Las protestas en Hong Kong se suceden desde hace varios años, aunque se han incrementado considerablemente en estos últimos meses y sólo han sufrido un paréntesis durante el estado de alarma decretado por Pekín con motivo del estallido de la pandemia por la COVID-19. Hong Kong regresó a manos de China en 1997 tras siglo y medio de dominación británica, después de que Londres y Pekín firmaran en 1984 una declaración conjunta por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática. El pacto estableció el mantenimiento durante 50 años de una serie de libertades en ese territorio que no están garantizadas en la China continental. El gobierno británico ha afirmado que concederá a cientos de miles de residentes de Hong Kong mayores derechos de visado si China no desecha la nueva ley.

Apoyo de Estados Unidos

Fuera del Consejo Legislativo (el Parlamento hongkonés), la organización pro-democracia Demosisto ha acusado a Pekín de “liquidar a Hong Kong”, ya que la aprobación de la ley probablemente supondrá que haya países, como Estados Unidos, que retiren el estatus económico preferente que otorgaba un trato diferenciado a la ciudad con respecto al resto de China. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, trasladó este miércoles al Congreso que Hong Kong ya no puede ser considerada autónoma del resto del país. El líder de Demosisto, Joshua Wong, pronosticó que Washington aplicará sanciones económicas parciales en las próximas semanas, algo que calificó de “paso trágico pero necesario”. 

El Gobierno hongkonés ha refutado este jueves por la noche las “acusaciones infundadas” de Pompeo, que podrían constituir el primer paso para que Washington modifique el estatus económico preferente que concede a la excolonia británica. “Sus declaraciones tergiversan la relación constitucional entre Hong Kong y las autoridades centrales, e interfieren en los asuntos internos del territorio”, ha explicado un portavoz del Ejecutivo en un comunicado recogido por la agencia Efe. 

Manifestante

El portavoz ha destacado que Hong Kong es “parte inalienable” de China y que “la región seguirá gozando de un alto grado de autonomía”. Sobre las posibles sanciones estadounidenses a Hong Kong, el portavoz declaró que el estatus hongkonés de “territorio aduanero separado” está consagrado en la constitución hongkonesa. “Seguiremos una política de libre comercio. Como miembro aparte de la Organización Mundial del Comercio (OMC), esperamos que nuestros socios comerciales nos traten de manera justa”, ha expresado. 

Washington, además, ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir el movimiento chino, al considerar que Pekín está minando la autonomía y libertades garantizadas para Hong Kong en la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984, que fue registrada con Naciones Unidas como un tratado jurídicamente vinculante. La petición, sin embargo, ha sido rechazada por China, que ha defendido que la cuestión es un asunto exclusivamente interno.

Macroeconomía

El portavoz ha afirmado que la amenaza de sanciones para lograr el propósito de interferir en la política de otro lugar es una violación del derecho internacional. “Cualquier sanción es un arma de doble filo, y no dañará sólo los intereses de Hong Kong, afectará también significativamente los de EEUU”. La medida mencionada podría ser un gran golpe para la ciudad semiautónoma, que es un importante centro financiero y comercial a nivel global, y podría suponer un castigo a China, que usa ese territorio para hacer negocios con otros países. Por su parte, Pekín ya ha advertido de que, si EE UU adopta ese tipo de medidas, tomaría represalias.

La Unión Europea considera que la controvertida ley de seguridad nacional para Hong Kong incumple los compromisos internacionales del país y la Ley Básica que rige en la ciudad semiautónoma. Así lo ha señalado el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, durante una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU para repasar las relaciones entre el bloque comunitario y la organización internacional. “Debo expresar mi profunda preocupación por los pasos tomados por China”, ha explicado Borrell, que señaló que la UE considera que la nueva legislación “no es conforme con compromisos internacionales ni con la Ley Básica de Hong Kong”.

Visto bueno de las autoridades de Hong Kong

Mientras tanto, en línea con lo expresado por las autoridades de Pekín, la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, ha asegurado que la decisión del Parlamento chino demuestra “lo que se preocupa el país por la Región Especial Autónoma de Hong Kong”. Lam ha reiterado que la nueva ley solo castigará a “una minoría extremadamente pequeña de delincuentes”, y no afectará a los derechos y libertades de los hongkoneses pese a los temores de los activistas pro-democracia.

Varios medios hongkoneses han publicado este viernes una carta de Lam en la que justifica su apoyo a la controvertida ley de seguridad que, de manera muy amplia, busca erradicar cualquier resquicio de “injerencia extranjera” en Hong Kong. Abogados y activistas locales discrepan de la opinión de Lam y han insistido en que podrían cercenar las libertades de las que goza la ciudad semiautónoma.

Detención

La Ley Básica, una especie de “Constitución” de Hong Kong, estipula que serán las autoridades de la ciudad quienes promulguen esa ley de seguridad, pero no lo han conseguido desde 1997 debido a la oposición popular y el Gobierno central parece haber perdido la paciencia, por lo que se acogerá a una cláusula que le permite anexar nuevas normas a la ley de leyes local. Esta ley de seguridad nacional prohibirá “cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión contra el Gobierno Popular Central, el robo de secretos de Estado, prohibición de organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras y prohibición del establecimiento de lazos con organizaciones políticas extranjeras por parte de organizaciones políticas de Hong Kong”.

Ahora será una comisión legal del Parlamento chino la encargada de redactar una versión definitiva del texto, que deberá ser ratificado por el Comité Permanente de la cámara. La oposición pro-democracia hongkonesa teme que esto se traduzca en un recorte de derechos en represalia por los meses de protestas antigubernamentales en la ciudad, que en ocasiones dejaron enfrentamientos entre la Policía y algunos manifestantes violentos.

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