Un grupo de europarlamentarios encabezado por el ex primer ministro lituano Andrius Kubilius mandó una carta a la Comisión para pedir la revisión de la asociación con Argelia

Choque epistolar entre un grupo de parlamentarios europeos y el embajador argelino para la UE

photo_camera AP/JEAN-FRANCOIS BADIAS - Legisladores europeos se reúnen para votar en el Parlamento Europeo, el miércoles 6 de julio de 2022 en Estrasburgo, este de Francia

Ursula von der Leyen y Josep Borrell recibieron una carta firmada por 17 europarlamentarios de 4 formaciones distintas. El texto, liderado por el ex primer ministro de Lituania, el conservador Andrius Kabilius, expresa la preocupación del grupo de representantes por las relaciones entre Argelia y Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania. 

El mensaje de los europarlamentarios pone el foco sobre la complicidad de Argelia con Rusia en la invasión de Ucrania. Una complicidad consumada a través de su abstención en las votaciones de condena en la Asamblea General de Naciones Unidas o en sus relaciones militares y comerciales con Rusia

Rusia y Argelia son dos socios estratégicos y la relación entre ambos países no se ha debilitado con la guerra en Ucrania, al contrario. Tal y como recuerda la carta enviada a la cúpula de la Comisión Europea, en 2021 las compras de material militar argelinas hechas en Moscú ascendieron a la suma de los 7.000 millones de euros. Para 2023, estas adquisiciones podrían aumentar hasta los 12.000 millones de dólares estadounidenses, un nuevo lote que Argel y Moscú negocian y que se apoya en la ampliación del presupuesto militar argelino en un 130% para ese año.

Choque epistolar entre un grupo de parlamentarios europeos y el embajador argelino para la UE

La carta cita estos aspectos y llega en un momento en el que Rusia y Argelia llevan a cabo maniobras militares de forma conjunta en el desierto argelino, a tan solo 50 km de la frontera con Marruecos, en la región de Bechar. 

Según los eurodiputados, financiar a Rusia a través de estas grandes compras es una forma de no respetar los principios del tratado de asociación Euro-Argelia puesto en marcha en 2005. De acuerdo con dicho texto asociativo, los firmantes se comprometen al respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos. Si bien el texto tiene esencialmente un carácter económico y de estructura para la cooperación comercial, también contempla aspectos políticos y de consulta. 

El balón lanzado por los parlamentarios cayó en el tejado de la representación argelina en Bruselas. El embajador de Argel ante la UE, Ali Mokrani, dirigió un escrito a los parlamentarios y a sus respectivos jefes de formación, defendiendo la postura de su Gobierno. 

Mokrani se respalda en la absoluta soberanía argelina a la hora de decidir con qué países coopera y en qué medida. El embajador sostiene en su mensaje que Argelia ha trabajado por la resolución del conflicto en Ucrania y en favor de la paz, así como se posiciona como un proveedor fiable de energía para Europa y un socio en muchos otros campos. 

Junto a la firma de Kabilius figuran las de parlamentarios del grupo Popular Europeo y de Renew. También de Identidad y Democracia, de extrema derecha y una firma del partido Social Demócrata, Raphaël Glucksmann. La mayoría de los firmantes son procedentes de países bálticos y del centro de Europa, lo que refleja la fuerte independencia que tienen estos países de cara a Argelia. Excepto el parlamentario francés, ninguno de los firmantes proviene de algún país del eje sur o central europeo, mucho más interconectados con el país magrebí. 

carta embajador argelia

Entre los países del eje sur, la cooperación con Argelia sigue siendo una necesidad. Italia ha visto sus importaciones de gas crecer tras la firma de varios memorandos y acuerdos este año, paras independizarse del gas ruso. La compañía ENI obtuvo a consecuencias de estas firmas uso interesantes beneficios bajo forma de permisos de explotación y exportación en Argelia. 

Francia renovó su relación con Argel tras una visita de Estado de Macron y las subsecuentes visitas del Gobierno Borne para trabajar sobre los dosieres que ambos países comparten desde un punto de vista político, social y económico. 

Por parte de España, si bien el guiño del Gobierno español al reino marroquí sobre la cuestión del Sahara, que enfrente a Argelia con Marruecos, hizo explotar el principal tratado de cooperación entre los dos Estados, el Gobierno de Sánchez se niega a cortar los puentes con Argel, al menos de cara a la galería. El ministro de Exteriores Albares sigue confiando en Tebboune y Sonatrach para el suministro de gas a España a través del gasoducto Magreb-Europa. 

Más allá del atlántico, Estados Unidos tampoco parece decidido a tomar fuertes medidas contra Argelia, pesa el camino cada vez más prorruso que toma Argel. El secretario de Estado Blinken viajó al país en 2022 y mantiene las puertas abiertas, mientras que varios miembros del Congreso piden endurecer la posición de la Casa Blanca contra Argel y aplicar sanciones CAATSA por las compras de material militar ruso.