La policía de la moral iraní está enfrentando críticas sin precedentes por parte de altos funcionarios

Cientos de mujeres queman sus velos en una nueva oleada de protestas en Irán

Las manifestaciones por la muerte de la joven kurda Mahsa Amini, en Irán, siguen sucediéndose, sumando al país en un clima de protestas inédito. Tanto es así que hasta altos funcionarios iranís han condenado el asesinato de Amini y la agresiva acción de “la policía de la moral” en un momento en el que la sociedad se encuentra más crítica que nunca en torno a la obligatoriedad del uso del hiyab.

En esta línea, el presidente del Consejo de la Shura, Mohamed Baqir Qalibaf, ha declarado que es “necesario investigar el comportamiento de la policía de la moral” para evitar situaciones similares al asesinato de Amini.

Además, un informe sobre la política del uso del hiyab de la República Islámica de Irán basado en encuestas que se realizaron por la Asociación de Encuestas de Estudiantes Iraníes entre 2006 y 2014 y publicado por la administración de Rouhani en 2018, señalaba que en torno al 49.2% de la población creía que el llevar o no el hiyab respondía a un asunto personal que no debía hacerse obligatorio.

Teherán también se ha sumado a esta nueva oleada de protestas, pero es en la zona del Kurdistán iraní, gobernada por Ismail Zari Kosha, donde se han producido los enfrentamientos más violentos. De acuerdo con un comunicado emitido por la agencia de noticias Fars “cinco personas fueron asesinadas por disparos de bala” durante las protestas “en circunstancias sospechosas” como parte de lo que han tildado como “un complot enemigo”.

En declaraciones del analista iraní, Daniel Bashandeh, para Atalayar “esta crisis es además un reflejo de tres crisis en Irán: económica, social y de legitimidad. Esta última, por la incertidumbre sobre qué pasará después del líder supremo, si va a ver pugna de poder interna liderada por los pasdaran o no. Todo ello en un contexto regional marcado por la paulatina influencia rusa en Oriente y el acuerdo nuclear en el aire”.

En cuanto al uso del hiyab, afirma que “el régimen es más permisible cuando también se acerca a Occidente, pero cuando se aísla, endurece su política. Lo más probable es que sea algo paulatino, silencioso y sean permisivos. Pero como hay mucho en juego, por ejemplo, se habla de la salud del líder supremo y no hay un sucesor, todo está en el aire”. 

Sin embargo, esto no ha frenado a que cientos de mujeres salgan a protestar por las calles iranís. En muchos de los vídeos difundidos sobre estas protestas se pueden ver a algunas mujeres manifestándose sin el velo, incluso otras cortándose el pelo en símbolo de protesta. Otras imágenes muestran a varias mujeres coreando “Mujer, Vida, Libertad”, el principal lema del feminismo kurdo que defiende la emancipación de la mujer, así como rompiendo carteles del líder supremo de Irán, Alí Jamenei, mientras gritan “muerte al dictador”.

La magnitud de estas protestas ya se ha convertido en algo histórico, sobre todo por su carácter feminista. Las últimas manifestaciones masivas en el país se llevaron a cabo durante el año 2019, cuando los ciudadanos iranís tomaron las calles para protestar por los altos precios de la gasolina.

De acuerdo con la Organización Hengaw para los Derechos Humanos, 75 manifestantes resultaron heridos en la región kurda. Es por este motivo por el que las manifestaciones se están caracterizando por ser “protestas relámpago”, en las que tratan de formarse y dispersarse de forma rápida para evitar cualquier tipo de enfrentamiento con la policía iraní después de la importante escalada violencia entre la sociedad civil y las fuerzas de seguridad.

A pesar de ello, son muchas las mujeres que durante las protestas han encendido múltiples hogueras donde han quemado los hiyabs, en un acto que ya se ha tildado como “revolucionario” ya que en Irán el uso del velo es obligatorio desde que las niñas cumplen siete años, aunque muchas de las mujeres iranís continúan reiterando que “el velo obligatorio no es parte de nuestra cultura”

Después de que Mahsa Amini fuese arrestada por la policía de la moral, la joven entro en un coma del que finalmente no consiguió salir con vida. Varios informes apuntan a que Amini fue “golpeada en la cabeza con una porra, golpeándose a su vez con una pared del furgón policial”.

Según ha señalado la alta comisionada interina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada al-Nashif, ha dado validez a estos informes sugiriendo que la muerte de Amini ha sido violenta. Así, al-Nashif ha declarado que “la trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas con prontitud, imparcialidad y eficacia por una autoridad competente e independiente”

Además, ha declarado que la ONU ha recibido “numerosos y verificados videos de trato violento” de las patrullas policiales de la moral hacia mujeres que supuestamente no cumplían con el código de vestimenta regido por el Gobierno de los ayatolás. 

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