Comienzan las maniobras militares African Lion 2022
Este lunes empieza una nueva edición de los ejercicios militares de la iniciativa African Lion, organizada por las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos (FAR) y el Ejército de Estados Unidos y que cuenta con la participación de delegaciones de un total de 13 países aliados, además de observadores militares de cerca de una treintena de países africanos y de otros continentes.
Las maniobras de este ensayo militar se realizarán del 20 al 30 de junio de 2022 en las regiones de Kenitra, al norte de Marruecos, y en Agadir, TanTan, Taroudant y Mahbès, ya más hacia el sur del territorio marroquí, como indicó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales marroquíes (FAR).
En torno a 7.500 soldados de Marruecos, Estados Unidos y diversos países socios tomarán parte en estas maniobras militares que también tendrán otros escenarios como Túnez, Senegal o Ghana. Unos entrenamientos militares que se cuantifican en un valor de unos 36 millones de dólares.
El Comando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para África (AFRICOM) explicó que los ejercicios African Lion 2022 incluirá maniobras conjuntas de varios destacamentos militares en diferentes sectores como el terrestre, el aéreo o el marítimo, junto a otras operaciones de descontaminación ante riesgos nucleares, radiológicos, biológicos y químicos. Unos entrenamientos que pueden prevenir y formar ante posibles ataques enemigos químicos, nucleares o bacteriológicos. También se incluye formación de líderes y actividades de formación para operaciones contra organizaciones extremistas violentas.
Estas maniobras castrenses son las de mayor envergadura de todo el continente africano, con ejercicios en los diferentes lugares del reino alauí citados anteriormente y cerca del Sáhara Occidental.
Precisamente, el Sáhara Occidental sigue siendo objeto de controversia después de más de 40 años de disputas tras la salida del territorio de España como país colonizador. La propuesta que tiene apoyos más importantes actualmente para solucionar el conflicto es la de Marruecos, que plantea una amplia autonomía para el Sáhara bajo soberanía marroquí. Esta propuesta tuvo un gran impulso gracias al reconocimiento en 2020 del pasado Gobierno estadounidense de Donald Trump y al actual apoyo del Ejecutivo de Joe Biden. Otros países como Alemania, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos o España también consideran la opción marroquí como la más apropiada para solucionar el problema. Todo ello frente a la iniciativa de celebración de referéndum en el seno de la población saharaui que defienden el Frente Polisario y Argelia y que cuenta con menos soporte internacional.
Por segunda vez en la historia, estos ejercicios castrenses se celebran en la zona limítrofe con el Sáhara Occidental, por lo que se vuelve a despertar la expectación por todo lo que suscita el conflicto del territorio saharaui.
Ya el año pasado el Ejército norteamericano anunció, poco después de que Estados Unidos reconociese la marroquinidad del Sáhara, que los ejercicios iban a desarrollarse en Greir Labouhi, situada a unos cincuenta kilómetros al oeste de los campamentos de Tinduf (en territorio argelino) controlados por el Frente Polisario, donde viven en condiciones muy difíciles miles de refugiados saharauis a la espera de una solución al contencioso.
Estas maniobras militares ponen de manifiesto la buena cooperación existente entre Marruecos y Estados Unidos en este ámbito. De hecho, el reino alauí lleva meses modernizando su armamento y equipamiento con material estadounidense, y también francés, que está sirviendo para modernizar las Fuerzas Armadas marroquíes.
Por su parte, España habría confirmado que no participará en las maniobras militares organizadas por los Ejércitos de EEUU y Marruecos. Todo ello a pesar de la nueva etapa diplomática abierta entre el país español y el Reino, los cuales han arreglado la crisis diplomática desatada en abril de 2021 cuando se permitió la entrada de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en territorio español para ser tratado de una afección respiratoria en un hospital de Logroño. Marruecos denunció la falta de cooperación de un país vecino considerado aliado al no ser informado de esta situación y después se sucedieron otros episodios que tensaron la situación, como la entrada de miles de inmigrantes irregulares a través de la frontera de Ceuta o la retirada de la embajadora marroquí de Madrid.
España trató de reconducir la situación con varios mensajes lanzados por el rey Felipe VI y con el nombramiento de José Manuel Albares como ministro de Asuntos Exteriores en sustitución de Arancha González Laya, que quedó marcada por el Caso Ghali. Pero en el fondo de la disputa subyacía el hecho de que Marruecos echaba en falta el apoyo de España a su plan para el Sáhara Occidental.
Finalmente, el problema diplomático se arregló cuando el Gobierno de Pedro Sánchez reconoció la propuesta marroquí para el Sáhara como la “más creíble, seria y realista” de cara a solucionar el conflicto del territorio saharaui dentro de los postulados de la ONU. El rey Mohamed VI correspondió a este gesto invitando al presidente del Ejecutivo español a Rabat en pleno Ramadán y en la reunión que mantuvieron ambos dirigentes se trazó la hoja de ruta a seguir para una relación diplomática plena entre ambas naciones con acuerdos sobre temas importantes como la Operación Paso del Estrecho o el asunto de la apertura de las fronteras de Ceuta y Melilla.
Coordinador de América: José Antonio Sierra.
