Un nuevo informe encuentra que el 8% de las empresas de Asia-Pacífico están trabajando para lograr objetivos de emisiones netas cero

¿Cómo se clasifica Asia-Pacífico en los objetivos de emisiones netas cero?

photo_camera AFP/ GREG BAKER - Central eléctrica de carbón cerca de Datong, en la provincia septentrional china de Shanxi

Un informe reciente encontró que relativamente pocas empresas en la región de Asia-Pacífico han adoptado estrategias de emisiones netas de carbono cero hasta la fecha. Sin embargo, hay motivos para un optimismo cauteloso a medida que los pioneros en la región anuncian objetivos ambiciosos y experimentan con estrategias innovadoras de descarbonización.
Estado de la situación

El informe, publicado en abril por Carbon Disclosure Project (CDP), encontró que para fines de 2021 solo el 8% de las empresas en la región de Asia-Pacífico habían firmado planes para alcanzar emisiones netas de carbono cero. Además, menos de un tercio de las empresas que respondieron habían adoptado objetivos basados en la ciencia.

El CDP, una organización sin fines de lucro que mantiene un sistema de divulgación ambiental global, analizó datos de 3879 empresas en 21 mercados, que en conjunto representan alrededor del 14% de la capitalización del mercado global. 

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El informe advirtió que se debe cerrar la brecha en los esfuerzos corporativos para controlar las emisiones si se quieren cumplir los objetivos del Acuerdo de París de 2015.

La necesidad urgente de acción fue subrayada recientemente por el "Sexto Informe de Evaluación" del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, publicado en agosto de 2021. Entre otras advertencias, señaló que 3.000 millones de personas en todo el mundo son altamente vulnerables a los efectos del cambio climático.

Una proporción sustancial de las poblaciones en mayor riesgo se encuentran en Asia Pacífico. De hecho, el CDP predice que la exposición a los peligros relacionados con el clima podría erosionar entre el 5,5 y el 26% de su PIB colectivo para 2050. 

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Las emisiones de carbono en curso también son una preocupación. En 2020, Asia Pacífico fue responsable del 52% de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía y tuvo una tasa de descarbonización del 0,9%, muy por debajo del promedio mundial del 2,5%. Se necesita un promedio mundial del 12,9% para limitar el aumento de la temperatura de la Tierra con respecto a los niveles anteriores a la industrialización a 1,5 °C.

Pioneros regionales

Si bien la situación es preocupante, el informe de CDP describió algunas razones para un optimismo cauteloso.

Cada vez más empresas en la región se suscriben a los objetivos climáticos, y las empresas compiten para mostrar el liderazgo climático; por ejemplo, 2021 vio un aumento del 29% en las divulgaciones corporativas en relación con el año anterior, según el informe de CDP.

Al mismo tiempo, existe una creciente conciencia de las oportunidades comerciales asociadas con las acciones netas cero.

A mediados del año pasado, Grab and Gojek, las superaplicaciones más grandes del sudeste asiático que se especializan en transporte y entrega, se comprometieron a lograr emisiones netas de carbono cero. 

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Si bien Grab, con sede en Singapur, no proporcionó un cronograma para su transición, la compañía expresó que apuntaba a "un futuro de cero emisiones netas de carbono", que logrará en parte mediante la adopción de vehículos eléctricos y la participación en programas de reforestación.

Gojek de Indonesia, que desde entonces se ha fusionado con la empresa de comercio electrónico Tokopedia para formar el holding, GoTo, se comprometió a cero neto para 2030. Esto implicará cambiar toda su flota a vehículos eléctricos y producir cero residuos. Gojek está estableciendo un estándar ambicioso en la industria: Uber, por su parte, apunta a alcanzar el cero neto para 2040.

Otras nuevas empresas tecnológicas están contribuyendo al movimiento hacia emisiones netas cero al empujar a los consumidores hacia alternativas ecológicas. Carro, también con sede en Singapur, es uno de los mercados de automóviles en línea más grandes de la región, y el año pasado lanzó préstamos para automóviles a bajo interés que solo se aplican a automóviles híbridos y eléctricos. 

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Otra área en la que la región está avanzando son los bonos verdes o relacionados con la sostenibilidad, y los bancos de Asia-Pacífico participan cada vez más en préstamos respetuosos con el medio ambiente y carteras netas cero. A fines de 2021, por ejemplo, el grupo CIMB de Malasia, que opera en toda la ASEAN, se comprometió a movilizar RM 30.000 millones (7.000 millones de dólares) en finanzas sostenibles hasta 2024 y lograr emisiones netas de carbono cero para 2050.

En una nota similar, 2021 vio a Nippon Life Insurance, uno de los inversores institucionales privados más grandes de Japón, anunciar el objetivo de lograr emisiones netas cero para las empresas en sus carteras de acciones y bonos para 2050.

Transición energética

La región de Asia-Pacífico, y China en particular, también está a la vanguardia de muchos desarrollos de energía sostenible.

Después de una década de construir plantas de energía solar y eólica, China ahora tiene unos 570 GW de capacidad instalada de energía renovable y es el mayor productor mundial de turbinas eólicas y paneles solares.

Otros países también están expandiendo sus huellas en el espacio. Tailandia, por ejemplo, ha estado probando durante algunos años enfoques innovadores para expandir su segmento de energía renovable. La firma australiana de blockchain Powerledger ha estado trabajando con Thai Digital Energy Development para fomentar la infraestructura de comercio de energía del país, lo que permite el comercio de certificados de energía renovable y créditos de carbono. En abril de este año, la firma anunció una nueva expansión del proyecto.

Como muestran estos y muchos otros ejemplos, los esfuerzos innovadores para lograr la neutralidad de carbono se están acelerando entre las empresas de Asia Pacífico. Con un número creciente de empresas que se comprometen con objetivos de emisiones netas de carbono cero basadas en la ciencia, la comunidad empresarial de la región aún podría enfrentar el desafío urgente de desacelerar o detener los efectos dañinos del cambio climático.
 

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